La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro

La ciencia ha descubierto que neurotransmisores como la serotonina son clave para la expansión de la neocorteza durante el desarrollo embrionario. Cualquier alteración en ese proceso puede derivar posteriormente en diversos trastornos psiquiátricos.
La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 agosto, 2022

La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro es algo que siempre ha interesado a la ciencia. ¿Hay, quizá, alguna particularidad cerebral en aquellas personas que afrontan mejor las dificultades y que disfrutan de un mayor optimismo existencial? ¿Existe, tal vez una región o estructura particular que, por su tamaño, favorezca un mayor bienestar psicológico? Parece ser que sí.

Si hay algo que escuchamos de manera frecuente es aquello de “que el tamaño no importa”. Se dice que la inteligencia no tiene nada que ver con un cerebro más grande o más pequeño. Y sin embargo, hay matices importantes. Por ejemplo, sabemos que el cerebro de Albert Einstein tenía una masa de 1230 gramos, es decir, sus medidas entraban dentro de la normalidad. Aún así, tenía unas llamativas singularidades.

El córtex prefrontal disponía de unas dimensiones extraordinarias, lo que explicaba sin duda sus excepcionales capacidades cognitivas. También sus lóbulos temporales mostraban una singular alteración anatómica, evidenciando con ello, una mayor habilidad para el razonamiento simbólico.

Es decir, no es necesario que un cerebro tenga unas mayores proporciones -totales- para evidenciar unas competencias fuera de lo común. La particularidad está en la distribución y en la configuración de ciertas regiones por encima e otras. Esto mismo es lo que sucede con esa emoción y estado de ánimo al que la mayoría aspiramos: la felicidad.

cerebro fondo azul oscuro representando la felicidad y su relación con el tamaño del cerebro

La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro

Sabemos que el tamaño del cerebro suele variar bastante de una persona a otra. Cuando se realizó la autopsia al novelista ruso Ivan Turgenev se descubrió que el tamaño de este órgano rozaba lo inusual: pesaba más de 2 kilos. Sin embargo, el del escritor Anatole France, apenas llegaba al kilo. A pesar de ello, ambos destacaron de manera notable en el mundo de las letras.

La neurociencia nos dice que en realidad el tamaño total y el peso carecen de importancia. Tanto es así que sabemos incluso que la capacidad craneal de nuestros primos hermanos, los homo neanderthalensis, era 200 cm más grande que la de los humanos modernos. Las dimensiones no importan, importa el modo en que se organizan sus diferentes áreas.

De este modo, la felicidad y su relación con el tamaño del cerebro parte de dos regiones muy concretas: el neocórtex y el núcleo caudado. Lo analizamos.

La clave de todo: la serotonina

Sabemos que la serotonina es el neurotransmisor de la felicidad y que gracias a él, las neuronas se conectan para transmitir esa molécula que revierte de manera positiva, en el estado de ánimo. Ahora bien, la ciencia ha descubierto que es responsable de otro proceso determinante.

  • El doctor Wieland Huttner y su equipo del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética explican en un estudio que la expansión del neocórtex durante el desarrollo embrionario parte de la serotonina.
  • El embrión en desarrollo recibe la serotonina que le envía la placenta. Esta molécula llega finalmente al cerebro a través de la circulación sanguínea.
  • Una vez que la serotonina impulsa el desarrollo del neocórtex, se sucede otro paso esencial. Este neurotransmisor se une al receptor HTR2A y entonces empiezan a sucederse toda una cadena de reacciones con las cuales, empezar a producir neuronas corticales. Gracias a ellas, el cerebro empieza a expandirse.
  • Ahora bien, en caso de que exista una alteración de la producción de serotonina durante la gestación, pueden sucederse problemas destacables. A menor cantidad de serotonina, el cerebro no se desarrollará de manera óptima (será menos denso).
  • Se ha relacionado también ese menor nivel de serotonina fetal en trastornos congénitos, problemas de atención y un mayor riesgo de sufrir ansiedad y depresiones.
Mujer triste

La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro: el núcleo caudado

La felicidad y su relación con el tamaño del cerebro parte también de otra región decisiva: el núcleo caudado. Investigadores del Instituto Douglas de Montreal publicaron un estudio donde revelarnos lo siguiente:

  • Ha podido verse que las persona con anhedonia o depresión mayor evidencian un núcleo caudado de menor volumen.
  • Estas personas se sienten incapaces de disfrutar de todo estímulo positivo, no experimentan interés, motivación ni funciona en ellos ningún sistema de recompensa. Esa incapacidad para experimentar placer no viene regida solo por un nivel bajo de dopamina y serotonina. 
  • El tamaño, en este caso, sí importa. Un núcleo caudado grande media en la felicidad, el bienestar, la motivación y las conductas proactivas. En caso de que esta región aparezca menguada, el paciente tiene un mayor riesgo de derivar en depresiones.

Conclusión

La felicidad y su relación con el cerebro nos indica que, en ocasiones, el estado de ánimo de una persona parte de una raíz endógena. Pequeñas alteraciones en la producción de neurotransmisores (serotonina) o del tamaño de una región concreta (núcleo caudado) deriva en la aparición de diversos trastornos.

No obstante, también es necesario reflexionar sobre otro aspecto. El cerebro se esculpe en base a la conducta, los intereses y el trabajo cotidiano. Somos lo que hacemos y cómo interpretamos el mundo. En base a esas actividades se desarrollan mucho más unas áreas del cerebro que otras.

Hacer uso de una perspectiva mental más curiosa, aprender a gestionar el estrés e invertir relaciones sociales sanas y enriquecedoras, podría hacer sin duda que se desarrollaran mucho más esas áreas neurológicas que revierten en el bienestar. Siempre estamos a tiempo de hacer cambios.


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  • Lei Xing, Nereo Kalebic, Takashi Namba, Samir Vaid, Pauline Wimberger, Wieland B. Huttner. Serotonin Receptor 2A Activation Promotes Evolutionarily Relevant Basal Progenitor Proliferation in the Developing Neocortex. Neuron, 2020; DOI: 10.1016/j.neuron.2020.09.034

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