La fijación: ¿qué es y cómo impacta en la conducta?

La fijación es un proceso inconsciente que se origina en la infancia y que puede persistir en la vida adulta. En este artículo veremos de qué se trata, cómo se manifiesta y si es posible resolver los conflictos que plantea.
La fijación: ¿qué es y cómo impacta en la conducta?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 20 marzo, 2023

La fijación es un concepto psicoanalítico propuesto por Sigmund Freud y que otros terapeutas evolucionaron. Hace referencia al proceso inconsciente por el que una persona se queda estancada en una etapa temprana de su desarrollo psicosexual.

Cuando la fijación está presente, la persona afectada muestra una conducta irracional en algún aspecto, resultándole muy complicado desligarse de ella. Un ejemplo sencillo es el de quienes tienen fijaciones orales, es decir, que corresponden a su fase de desarrollo oral, en donde la boca es la principal fuente de placer. Es habitual que luego no logren dejar de morderse las uñas, comer o beber en exceso o fumar.

Sigmund Freud pensaba que este proceso era señal de conflictos no resueltos en determinada etapa del desarrollo. El resultado es un apego obsesivo a personas, objetos o conductas, que persiste desde la niñez hasta la edad adulta. Veamos todo esto con mayor detalle.

«La fijación hace que la libido se una fuertemente a personas o imagos, reproduzca un determinado modo de satisfacción, permanezca organizada según la estructura característica de una de sus fases evolutivas. La fijación puede ser manifiesta y actual o constituir una virtualidad prevalente que abre al sujeto el camino hacia una regresión».

-Sigmund Freud-

El origen de la fijación

Para Sigmund Freud, durante la infancia, el desarrollo psicosexual pasa por una serie de etapas; cada una se caracteriza porque la energía libidinal, o, digamos, la atención, se centra en una parte específica del cuerpo. Esto da paso una serie de placeres, pero también de tensiones que se deben resolver antes de avanzar a la siguiente etapa.

Las tres fases de desarrollo psicosexual que propone Freud son las siguientes:

  • Oral. La libido está centrada en la boca. Hace referencia al acto de recibir de otros y su referente simbólico es el «ingerir» o «no dejar entrar». Hay una resolución con el destete.
  • Anal. La libido se centra en el ano. Hace referencia al acto de dar a otros y su referente simbólico es el de «dejar salir» o «retener». Culmina cuando el niño es capaz de controlar sus esfínteres, sin angustia.
  • Fálica. La libido se centra en los genitales. Comprende el dar y el recibir y su referente simbólico es el de «intercambiar» o «guardar para sí». Se resuelve cuando se supera el llamado complejo de Edipo, con el cual se aprende el límite de la sexualidad.

Como se ve, cada etapa tiene un foco central de placer y, al mismo tiempo, una forma de resolución. Si esta última no se produce, aparece entonces la fijación.

Chica mordiéndose las uñas
Morderse las uñas es una conducta característica de las personas que no superan una fijación oral.

Los efectos de la fijación

Los efectos dependen de cómo se vivió y se resolvió cada fase del desarrollo psicosexual. De no lograrse una resolución completa, la persona queda atascada en ese momento de su desarrollo. Lo mismo ocurre cuando alguna de esas etapas se vivió de forma especialmente intensa o conflictiva.

Como lo mencionamos anteriormente, la fijación de tipo oral podría dar como resultado una serie de conductas irracionales, y muchas veces compulsivas, con el área oral. Pueden incluir ingerir demasiado o muy poco de alguna sustancia, hasta la comida. Sin embargo, esto también llega a expresarse como conductas excesivamente pasivas o receptivas.

Si la fijación es de tipo anal, Freud dice que conduce a la formación de dos clases de personalidades:

  • Anal-retentiva. Corresponde a los casos en los que el entrenamiento para ir al baño fue excesivamente estricto. Deriva en personas obsesionadas con las normas y el orden.
  • Expulsivo-anal. Hace referencia a los casos en los que apenas se entrenó al niño para controlar sus esfínteres. El efecto es una personalidad desorganizada y negligente.

Finalmente, la resolución de la fase fálica está en identificarse con el padre del mismo sexo y renunciar a pretender ocupar el lugar de este en relación con el padre del sexo opuesto. Cuando no se logra, aparecen problemas como sexualidad agresiva, exhibicionismo, etc.

Joven obsesionado con el orden
El comportamiento obsesivo con el orden responde a fijaciones de tipo anal.

¿Cómo superar estas conductas?

La fijación puede manifestarse de muchas maneras y en diferentes intensidades. A veces, como ya lo habíamos señalado, solo se expresa en la manía de morderse las uñas. Como tal, este no es un problema grave y si se lleva a consulta analítica es solo para profundizar en el conocimiento de uno mismo.

En cambio, cuando hay obsesiones con todas sus letras y estas limitan la vida de manera importante, se trata de problemas que requieren ayuda profesional. En psicoanálisis el trabajo estaría en identificar el conflicto de infancia no resuelto y después resolverlo, valiéndose para ello de la transferencia con el psicoanalista.


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