La relación entre las lesiones cerebrales y el crimen

¿Existe una relación entre las lesiones cerebrales y el crimen? Hasta el momento, lo que se ha descubierto no resulta concluyente, aunque sí hay tesis disponibles.
La relación entre las lesiones cerebrales y el crimen
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 10 marzo, 2021

La mente criminal sigue siendo objeto de múltiples hipótesis para la ciencia. Una de ellas señala que puede existir una relación entre las lesiones cerebrales y el crimen. Sin embargo, no hay nada concluyente al respecto, sino solamente algunos indicios y muchas conjeturas.

En 1963, Charles Whitman cometió una masacre que hizo historia. Ocurrió en Texas, cuando este exmilitar estadounidense disparó contra una multitud en un campus universitario. Murieron 16 jóvenes y otros 32 resultaron heridos. Antes de eso había asesinado a su madre y a su hermana.

Whitman había escrito una extraña carta en la que autorizaba la práctica de una autopsia tras su muerte. También hablaba acerca de una serie de síntomas, como unos raros dolores de cabeza, que a él le resultaban incomprensibles. Tras la masacre, como él lo suponía, fue dado de baja. Al hacerle la autopsia se encontró que tenía una lesión en el lóbulo frontal. ¿Es esto una prueba de la relación entre las lesiones cerebrales y el crimen?

Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen”.

-Ernest Hemingway-

Cerebro

Las lesiones cerebrales y el crimen

El caso de Charles Whitman no es el único en el que se ha encontrado una relación entre las lesiones cerebrales y el crimen. Otro caso famoso fue el de un maestro de escuela de 40 años que de repente se volvió aficionado a la pornografía  infantil y terminó siendo acusado por acoso sexual a menores.

Se le llevó a juicio y durante el mismo manifestó sentir un fuerte dolor de cabeza. Fue examinado y se encontró que tenía un tumor en la región orbitofrontal del cerebro. Tras una cirugía, volvió a comportarse con normalidad. Sin embargo, años después retornó a su conducta perversa. Al hacerle un nuevo examen, se descubrió que el tumor había crecido de nuevo.

Conocemos casos similares de personas mayores que padecen esclerosis hipocampal derecha. Varias personas con epilepsia del lóbulo temporal han mostrado tener conductas de paidofilia. La pregunta obligada es hasta qué punto se relacionan las lesiones cerebrales y el crimen. O, planteado de otra manera, hasta qué punto estas personas son responsables de su conducta.

Un estudio al respecto

El profesor Huw Williams, experto en neuropsicología clínica de la Universidad de Exeter, adelantó una investigación con 197 delincuentes juveniles. La mitad de ellos había sufrido una lesión en la cabeza durante la infancia. Los investigadores encontraron que, aparentemente, las lesiones repetidas en la cabeza hacían a los jóvenes más propensos a cometer delitos violentos.

El equipo de estudio también indagó sobre otros factores tales como privaciones, disfuncionalidades familiares, historial médico, falta de oportunidades, etc. Al final, llegaron a la conclusión de que las lesiones en la cabeza no eran tan importantes como los factores psicosociales durante la infancia.

A pesar de todo, en quienes tenían otros factores que los predisponían a la conducta criminal, la lesión sí podía incrementar esa tendencia. En otras palabras, una lesión en el cerebro por sí sola no genera la conducta delictiva, pero en quienes ya tienen la predisposición conductual hacia el crimen, sí acentúa la misma.

Hombre con el rostro oculto

La enfermedad mental y el crimen

Tradicionalmente se ha asociado la enfermedad mental con el crimen. La imagen caricaturizada de quien padece un trastorno es la de alguien que no tiene ningún control sobre sí mismo, es prisionero de pasiones violentas y de un impulso que le lleva a hacerle daño a los demás. Esta es al menos la imagen que se ha popularizado a través del cine norteamericano.

Sin embargo, la realidad es bien diferente. No todos los trastornos mentales inducen conductas violentas. De hecho, en el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, se sabe que esta condición lo que hace es aumentar el riesgo de que sean víctimas de una agresión.

Así mismo, muchos de los protagonistas de crímenes violentos son vistas por los demás como personas pacíficas y equilibradas. Parecen completamente “normales” y a veces son encantadores. Por lo tanto, es importante destacar que las conductas violentas o criminales no necesariamente son resultado de una lesión o de un trastorno mental como tal.

Dicho esto, también es claro que sí hay casos en los que una lesión o una enfermedad que afecta al cerebro puede provocar cambios en el comportamiento y alteraciones de conciencia. Así mismo, hay trastornos que provocan este efecto. Sin embargo, la conducta criminal es compleja y no obedece a un solo factor. Hay que evaluar caso por caso.


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  • Medina, A., Moreno, M. J., Lillo, R., & Guija, J. A. Locura y crimen: Psiquiatría y Ley.

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