La técnica de la caja de arena

La técnica de la caja de arena
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por María Hoyos

Última actualización: 01 agosto, 2022

Muchas veces acudimos al psicólogo con una idea de lo que nos ocurre o con la causa de nuestro malestar algo identificada. Muchas otras, nos cuesta encontrar el problema, y el especialista debe emplear diversas técnicas para conseguir y separar la información importante. Entre ellas se encuentra la técnica de la caja de arena, un método aplicado a menudo en psicología infantil, ya que los niños, por su nivel de desarrollo, suelen tener dificultades para expresar sus sentimientos.

La técnica de la caja de arena, en su nombre original sandplay, fue ideada por la psicoterapeuta suiza Dora M. Kalfflos basándose en la psicología analítica de Carl Gustav Jung y en el trabajo de la psiquiatra infantil Margarita Lowenfeld. Se utiliza principalmente para acceder a información en la que el paciente no ha reparado de manera consciente.

¿En qué consiste la técnica de la caja de arena?

Para acceder a estos contenidos no conscientes, se emplea una caja con fondo azul (las hay de madera o de plástico) llena de arena, en la que el paciente, en silencio, va colocando diferentes figuras. Estas representan elementos o personajes, reales o fantásticos que el paciente debe colocar en silencio y en función de sus propias preferencias. Entre estas figuras podemos encontrar personas, animales y plantas, construcciones, medios de transporte, señales o divisores naturales (rocas, madera), elementos fantásticos, personajes de películas, accesorios…

Niña con juguetes

Durante el proceso, el terapeuta debe limitarse a ofrecer una ayuda auxiliar, dejando la interpretación de lo que ha ocurrido para después de haber escuchado al paciente/cliente. Por otro lado, es frecuente que el psicólogo realice posteriormente una fotografía de la escena, para su posterior interpretación, fuera del contexto de la consulta.

Los resultados son variados, y existen multitud de interpretaciones posibles para una caja de arena. Por ejemplo, si encontramos personajes solos en la caja, esto puede denotar soledad o sentimiento de abandono por parte del paciente. Por otro lado, si predomina la violencia en la escena, eso puede significar cierto sentimiento de desolación.

¿Con qué pacientes utilizar esta técnica?

Pese a ser utilizada sobre todo en la psicología infantil, la técnica de la caja de arena puede aplicarse a cualquier edad. Es muy útil cuando hablamos de personas que tienen dificultad para hablar sobre sus emociones. Esta técnica se relaciona precisamente con pacientes que han sufrido, por ejemplo, algún tipo de trauma (abusos, malos tratos…). También son de utilidad con personas que atraviesan un duelo o tienen trastornos emocionales o de conducta.

Los niños acaban de estrenar su vida emocional. Están en pleno desarrollo de emociones complejas, y a menudo no son capaces de expresar lo que les ocurre. Es por eso que son los pacientes más frecuentes y esta técnica se emplea en contextos escolares para la evaluación de trastornos relacionados con el lenguaje, la autoestima, las relaciones interpersonales, el bullying o problemas familiares.

¿Qué utilidad tiene la técnica de la caja de arena?

La caja de arena trae consigo de vuelta un elemento importante en nuestro desarrollo mental infantil: el juego. Ese juego creativo que se produce en la arena explora los antiguos patrones arquetípicos que forman parte del paciente. Es la propia acción del juego en la arena (la visualización, la elección personal y la forma en la que se colocan las miniaturas en la arena) la que activa esa dimensión arquetípica interna.

Arena con juguetes para representar la técnica de la caja de arena

Mediante las fotografías que el terapeuta toma del resultado de la caja, se pueden analizar diversos patrones mentales en la inconsciencia del paciente. Es una técnica interesante porque se aleja del plano lingüístico. En muchas ocasiones, el paciente no es capaz de verbalizar lo que le ocurre, especialmente cuando hablamos de niños. Así, pese a la imposibilidad de verbalización, el psicólogo puede tener una muestra del problema.

Esta clase de técnicas son extremadamente útiles, pues crean en la consulta un espacio libre de estrés, donde el paciente se siente cómodo. Asimismo, el juego creativo ayuda a liberar tensión y crea en la consulta un lugar de respeto y libertad para que el paciente/cliente se exprese.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.