Los 10 mandamientos de la vitalidad

Los 10 mandamientos de la vitalidad
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Raquel Aldana

Última actualización: 12 agosto, 2019

 

La tristeza y la depresión son dolencias complejas y llenas de matices, con casi tantas manifestaciones como personas que las sufren. Estamos sumidos en la peor epidemia anímica de la historia y el derrumbe emocional nos enjaula y nos postra ante el mayor demonio del siglo XXI.

Nuestras lágrimas están oxidando nuestra vitalidad, nuestra energía para vivir. Como si de un grito de silencio se tratase nos estamos consumiendo ahogados por las consecuencias de nuestra tristeza.

Quienes han sido cazados por las garras de la depresión y de la tristeza sin fin sienten que su vida se apaga, que sus ganas se desvanecen y que les atrapa la oscuridad. Por esto es que no podemos decir que lo opuesto a la depresión es la felicidad, sino la vitalidad.

Tal y como asegura Solomon, “la depresión suele estar asociada a una pérdida del interés por vivir, incluso del deseo de hacerlo. Trae un miedo insoportable, una tristeza enorme y una desconexión de los demás”.  Con esto, parece claro que las víctimas de la depresión son tanto quienes la padecen como los familiares y las personas de alrededor. Es probable que incluso la depresión agote la energía y la vitalidad de las personas que rodean al dolente.

Sabiendo esto, debemos de aprovechar lo que conocemos de ella cada vez que vuelve a aparecer y devolver a la gente deprimida y a sus víctimas indirectas al tejido social, de forma que no se sientan tan solas.

Lo cierto es que ninguno de nosotros está libre de caer en las garras de este demonio tan cruel que deshace el alma y atormenta a las personas. Pero, hay algo que está en nuestro poder, ponernos manos a la obra y actuar “desde ya” protegiéndonos ante esta espada de Damocles, este peligro inminente que nos atenaza en el tiempo en el que vivimos y que es fruto de nuestro estilo de vida y las circunstancias en las que nos vemos envueltos.

Hay 10 mandamientos que es importante seguir a rajatabla para seguir apreciando el sabor de la vida:

1. Destierra el “no puedo”. Puedes si te lo propones y si la meta tiene para ti la suficiente fuerza como para luchar por ella. Así que manda la amargura y el “no intentarlo una vez más” lejos de ti.

2. Elimina el filtro negativo y comprueba que no todo es blanco o negro, ni siquiera una escala de grises. El mundo es de muchos colores y para apreciarlos hay que ponerse las gafas correctas.

3. ¡Actívate! De verdad, deja para un rato el móvil, Instragram, Facebook, Twitter y Skype y sal a la calle a respirar aire puro. ¡Que no te consuman más tiempo del necesario!

4. Ámate a ti sobre todas las cosas, es la única forma de lograr amar al resto del mundo. No lo hagas de una forma exagerada, amarse a sí mismo es algo que genera y regenera la autoconfianza.

5. No dejes que el trabajo y las obligaciones te absorban y conserva el tiempo para el resto de cosas que demanda la vida.

6. Deja de buscar soluciones a todo en internet. Pues no, Google no tiene las respuesta a tus problemas, esas respuestas están en ti, en tu actitud y en cambiar lo que sucede a tu alrededor.

7. Deja de comparar absolutamente todo y confía en tu intuición. Si está atrofiado no te preocupes que despertará de su sueño, a veces hay que arriesgar para desarrollarnos.

8. No dejes que lo que se va te genere un sentimiento de tristeza insalvable y cuídate pensando en un futuro prometedor.

9. La desolación y la felicidad son actitudes hacia nosotros mismos, los demás y el futuro. Creo que sé a cuál prefieres de las dos, así que desestima los sentimientos que te generen la primera.

10. Mantente cerca de ti, conserva momentos para quererte, para conocerte y para cuestionarte si es necesario, pero no dejes que la vida se convierta en un tren que nunca para a descansar.

No permitas que el mal y la tristeza crezcan en ti, no te amargues por mantener una actitud equivocada ante tu vida, toma las riendas de tu día a día y genérate un lema de vida. Haz de tu presente un tiempo mejor.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.