Malaxofobia: síntomas, causas y tratamiento

Malaxofobia: síntomas, causas y tratamiento
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 22 abril, 2020

El ámbito de la sexualidad no está exento de fobias. Los juegos de seducción como el intercambio de besos, caricias y roces pueden originar una gran sensación de angustia y malestar a quienes sufren de malaxofobia.

Esta fobia también conocida como sarmasofobia es un gran impedimento para fortalecer la intimidad en las relaciones de pareja e incluso para llegar a construir vínculos amorosos. Veamos en qué consiste esta fobia tan poco habitual y qué tratamientos existen para eliminar la angustia que ocasiona o al menos, disminuirla.

“El amor tiene un poderoso hermano, el odio. Procura no ofender al primero, porque el otro puede matarte”.

-F. Heumer-

¿Qué es la malaxofobia?

La malaxofobia se caracteriza por un miedo irracional y persistente hacia los juegos de seducción y amor. Las personas con malaxofobia experimentan cuadros de elevada ansiedad en situaciones que en principio no tendrían por qué conducir a ello. Además, genera un gran sentimiento de frustración en quien la padece por la ambigüedad que crea, ya que se siente la necesidad y el deseo de estar con la otra persona, pero a su vez un gran temor por todo lo que implica el contexto de seducción.

Se podría considerar como una fobia poco común en la actualidad. Sin embargo, los profesionales han conseguido investigarla en detalle y está bien documentada, por lo que se puede lograr una recuperación óptima si se trata de la manera adecuada. Sea como fuere, es interesante estudiar esta afección y saber cuáles son los síntomas más comunes, así como las causas que la provocan y el tratamiento necesario para una recuperación total.

Mujer con malaxofobia

Síntomas

La persona con malaxofobia no demuestra su temor en su entorno habitual. Sin embargo, cuando se encuentra inmerso en actividades de seducción (como conocer a alguien que le resulte atractivo), puede experimentar cuadros de elevada ansiedad y sufrimiento. Únicamente en ese contexto se mostrarán los siguientes síntomas.

Síntomas físicos

Los primeros síntomas se muestran de forma física. El temor irracional a la seducción y el juego amoroso no sigue un patrón en este sentido, pero es habitual que se produzca un incremento de la actividad del sistema nervioso central.

Así, entre los síntomas más comunes podemos destacar un incremento de la respiración y la tasa cardíaca, hiperventilación, sensación de ahogo, palpitaciones, tensión muscular, dilatación pupilar, dolores, sudoración excesiva, mareos e incluso vómitos.

Síntomas psicológicos

En cuanto a la sintomatología psicológica, encontramos una aparición de creencias irracionales muy fuertes. Los pensamientos se caracterizan por un temor casi delirante hacia el juego amoroso, incapacidad de actuar con coherencia en situaciones que lo impliquen, miedo al ridículo y falta de confianza y autoestima.

Este pensamiento negativo favorece que el individuo desarrolle su aversión por la seducción. Además, estas creencias junto a los síntomas físicos incrementan aún más el miedo irracional y la inseguridad.

Síntomas conductuales

Al experimentar una elevada ansiedad cada vez que se encuentra en una situación de seducción, la persona tenderá a evitar este tipo de situaciones e incluso a escapar de todas aquellas que impliquen entrar en contacto con alguien que le resulte atractivo sexualmente.

El principal síntoma conductual es, por tanto, la evitación: el individuo hará todo lo posible para no verse envuelto en un juego amoroso o de seducción. Si por algún motivo tiene que participar en algo similar, se irá de la situación lo antes posible.

Chico triste

Causas

En referencia a las causas, al igual que suele suceder con las fobias, no se puede establecer una sola. Así, tras diversas investigaciones, se ha descubierto que el desarrollo del trastorno suele obedecer a combinaciones de distintos factores.

  • Condicionamiento directo. Las malas experiencias respecto a la seducción son una de las causas más importantes. De esta forma, el individuo condiciona de forma inconsciente sus emociones para evitar estas situaciones.
  • Condicionamiento vicario. En este caso, la información sobre la situación se obtiene por medio de la visualización de experiencias traumáticas y negativas en relación a juegos de seducción, vividas por personas cercanas.
  • Condicionamiento verbal. Adquirir la información de forma verbal también puede ser una de las causas para padecer malaxofobia. La educación recibida durante la etapa infantil puede jugar un papel importante si se ha hecho excesivo hincapié en las consecuencias negativas del juego amoroso.
  • Factores diversos. A nivel genético, se hace referencia al historial familiar como factor de riesgo, aunque no hay datos muy clarificadores. Por otro lado, a nivel cognitivo, se ha prestado atención a las creencias poco realistas y sesgos cognitivos hacia las amenazas de la actividad como razones para la aparición de este miedo irracional.

Tratamiento

Como hemos mencionado anteriormente, se han desarrollado tratamiento para eliminar o al menos, disminuir la intensidad de la angustia experimentado por la presencia de esta fobia. Para ello, es necesaria la ayuda de un psicoterapeuta especialista en tratamiento cognitivo conductual. Las técnicas más utilizadas son las siguientes:

  • Desensibilización sistemática o exposición, siempre de forma controlada, para eliminar o disminuir poco a poco la ansiedad experimentada e instruir a la persona en relajación.
  • Reestructuración cognitiva para tratar los pensamientos disfuncionales.

“Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay.”

-Emily Dickinson-

Como vemos, la malaxofobia es una fobia poco común que puede llegar a generar un gran malestar. Sin embargo, resulta alentador saber que existe un tratamiento y que aquellos que le tienen miedo a la seducción pueden superar su problema.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.