Mi pareja me insulta cuando se enfada ¿qué puedo hacer?

Hay parejas que cuando pierden la calma durante una discusión, terminan insultando al otro y descalificándolo de manera dolorosa. ¿Cómo actuar?
Mi pareja me insulta cuando se enfada ¿qué puedo hacer?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 junio, 2023

«Mi pareja me insulta cuando se enfada». Esta frase suele escucharse con frecuencia en terapia psicológica. Si en la actualidad experimentas esta misma dinámica de abuso en tu relación, es importante tener en cuenta el siguiente detalle: las descalificaciones conforman un tipo de comunicación violenta que no es permisible y que tiene, además, un gran impacto en la salud psicológica. 

Si convives con alguien que regula mal sus emociones, que pierde pronto la paciencia y es incapaz de dialogar sin recurrir a la agresión verbal, tu bienestar emocional se puede ver muy afectado. En estos casos es recomendable pedir cambios urgentes y llegar a acuerdos para mejorar aquel estilo conversacional. En el siguiente texto te ofrecemos todas las claves.

Aunque tu pareja te diga que te quiere, si te falta el respeto y recurre al insulto, no es una relación saludable.

¿Qué debería hacer si mi pareja me insulta cuando se enfada?

El respeto es una actitud psicológica que implica una clara voluntad de no hacer daño al otro. Respetar es, por encima de todo, cuidar y tratar con afecto a cualquier semejante. En ese sentido, el psicólogo, John Gottman, uno de los mayores expertos en materia relacional, señala en su libro Siete reglas de oro para vivir en pareja (1999), lo primordial de este valor en las relaciones de pareja

La comunicación agresiva es uno de los mayores enemigos para el vínculo sexoafectivo. Por otro lado, trabajos de investigación, como el publicado en Humanities & Social Sciences Communications, incluyen los insultos y palabrotas, como una forma grave de violencia en la pareja. Por ello, al menor indicio de estos comportamientos negativos y abusivos, hay que actuar.

A continuación, te damos unas claves en las que reflexionar.



Comprende las razones que hay detrás de esta dinámica

«Si mi pareja me insulta cuando se enfada, lo primero que pienso es que ha perdido el control». Es cierto que la regulación deficiente de los impulsos podría ser un factor. Sin embargo, hay más variables asociadas que pueden orquestar esta situación.

Las definimos:

  • Personas que normalizan el insulto. En efecto, hay perfiles que tienen integrada en su narrativa mental y comunicativa el uso de palabras despreciativas. Tanto es así, que no son conscientes de su impacto en las relaciones afectivas e interpersonales.
  • La comunicación agresiva, a veces, se hereda. A menudo, el empleo de la palabrota responde a un patrón heredado, al que alguien estuvo expuesto en su núcleo familiar desde la infancia y que repite en la edad adulta.
  • Una forma de violencia psicológica que puede empeorar. Trabajos como los publicados en el Journal of Social and Personal Relationshipsnos indican que, en ciertas ocasiones, la agresión verbal precede a la agresión física.
  • Comunicación emocional deficiente. Es posible que tu pareja, además de un mal control de los impulsos, evidencie un estilo comunicativo poco práctico, con nulas habilidades en materia de inteligencia emocional. Los enfados constantes, la frustración y las palabras cargadas de desprecio pueden responder a este factor.

A veces, aunque no se recurra al insulto directo, la persona puede hacer uso del lenguaje no verbal agresivo, como hacer un gesto desagradable con la mano o el rostro, o incluso señalar con el dedo índice en expresión de dominancia y control.

Evita normalizar cualquier tipo de conducta agresiva

Son muchas las personas y relaciones que normalizan la comunicación agresiva. Tanto es así que, en ocasiones, podemos ver a parejas en las que ambas se insultan por igual. Aquello no es saludable en ningún vínculo. Es importante que no te habitúes ni toleres este estilo comunicacional y que evites responder del mismo modo a la otra persona. Los insultos son una forma de agresión que no conviene reforzar ni practicar.

Asimismo, vale la pena tener en cuenta que, además del uso de las palabras de desprecio, este tipo de comportamiento puede incluir otras prácticas denigrantes. La violencia psicológica en materia comunicativa tiene, al fin y al cabo, un espectro muy amplio. No dudes en detectar la posible presencia de estas dimensiones, aquí algunas:

  • El empleo del sarcasmo y las ironías.
  • Los gritos.
  • Las comparaciones dañinas.
  • Burlarse de ti en público y en privado.
  • Uso de la comunicación no verbal agresiva (miradas, posturas amenazantes, invadir el espacio personal.).
  • Despreciar tus logros con palabras mal sonantes.

Habla con tu pareja sobre cómo te sientes y exige cambios

La comunicación es clave en todo vínculo relacional. Como bien señala una publicación en Frontiers in Psychology, esta competencia actúa como el corazón de toda relación y el pilar más decisivo que la sustenta.

Así, en caso de que lleves un tiempo diciéndote: «mi pareja me insulta cuando se enfada», es decisivo que abordes cuanto antes la situación. Veamos cómo llevarlo a cabo:

  • Habla con tu pareja con asertividad explicándole la situación.
  • Procura darle ejemplos: «ayer me insultaste de esta manera, hoy me has dicho que soy (…)»
  • Explica cómo te hace sentir esa forma de comunicación.
  • Pregúntale la causa de por qué usa esas expresiones dañinas.
  • Pídele que mejore la calidad de su comunicación.
  • Detalla tus demandas: respeto, empatía y desaparición de los insultos.
  • Exige que esos cambios se inicien desde ese mismo día.

Busca apoyo de tu entorno, evita el aislamiento

Si tu pareja te insulta y te grita cada vez que se enfada, aquella está ejerciendo una forma de maltrato psicológico. Es importante que busques el apoyo de tu entorno y que expliques esta situación a alguien en quien confíes. A menudo, las personas que están en situación de maltrato optan por el silencio y por no compartir sus sufrimientos.

Una investigación realizada por la Universidad Federal de Río de Janeiro destaca como, en ocasiones, algunos agresores verbales buscan debilitar a su pareja, al aislarla de su familia y amigos. Estos actos calan en las formas de expresión y en la psiquis de las personas agredidas, pues estas sienten dificultad a la hora de expresar sus emociones.  Evita no caer en estas situaciones. Ten siempre la cercanía de los tuyos y comparte tus preocupaciones, tus miedos y esos problemas que te angustian en materia afectiva.

Los problemas de la regulación de impulsos y la mala comunicación emocional pueden tratarse en terapia psicológica. Si tu pareja recurre a los insultos y no sabe regular sus enfados, puede beneficiarse de la ayuda profesional

Terapia individual o de pareja, clave para mejorar la comunicación

Si tu ser amado tiene problemas para comunicarse y para regular sus emociones, puede beneficiarse de la terapia cognitivo-conductual. Tal y como hemos señalado, en ocasiones, la persona puede heredar dinámicas agresivas de su propio entorno familiar que pueden reeducarse.

Estar expuestos desde niños a unos progenitores que se hablaban a gritos e insultaban, puede mediar en este patrón conductual. El cambio siempre es posible si la persona se lo propone. Asimismo, puede ser beneficioso recurrir a la terapia de pareja.

La Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, señala que los beneficios de estos modelos terapéuticos y de su utilidad para abordar un amplio espectro de disfunciones relacionales. Si en tu relación hay amor, y, si más allá de estas dinámicas comunicativas, consideras que tu vínculo vale la pena, no dudes en solicitar ayuda experta. Esta iniciativa facilitará herramientas para construir diálogos más empáticos y respetuosos.



¿Qué pasa si mi pareja no cambia y me sigue insultando?

«¿Y si mi pareja no cambia? ¿Qué pasa si continúa insultándome y siendo incapaz de controlar sus enfados?». Si después de haberle pedido mejorar en su conducta, y esto no sucede, deberemos tomar una decisión. En un vínculo sexoafectivo hay límites infranqueables que no deben sortearse.

El respeto es la piedra angular de todo vínculo en una relación. El amor es respeto, cuidado, y coherencia entre lo que se hace y lo que se dice. Los insultos constantes son una forma de violencia que no podemos permitir. En caso de no actuar y de normalizar estas dinámicas, tu autoestima y autoconcepto pueden quedar muy fragmentados.

No dudes en actuar y tener a tu lado un buen apoyo.


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