Miedo a dormir solo: causas y consejos para superarlo

Saber que no hay nadie al otro de tu almohada o que estás solo en casa mientras duermes, puede ser algo aterrador. Si te identificas, te explicamos a qué se debe y qué hacer.
Miedo a dormir solo: causas y consejos para superarlo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 29 agosto, 2023

El miedo a dormir solo es un tabú del que apenas se habla, pero que afecta a un número significativo de personas. Nuestra sociedad asume que este tipo de temor se supera llegada la edad adulta. Sin embargo, en consulta psicológica hay numerosos pacientes que describen una angustia persistente ante la idea de tener que acostarse sin que haya nadie más en la casa.

Es posible que este tipo de inquietud se convierta en una fobia y altere por completo la calidad de vida de quien la sufre. Si es tu caso, te diremos que es una condición tratable en terapia. A menudo, detrás de dicha angustia se esconden traumas no resueltos o pensamientos irracionales que reformular. Te proponemos profundizar en este tema.

«El miedo es tan profundo como lo permite la mente».

~ Proverbio japonés ~

Miedo a dormir solo: características y causas

El miedo a dormir solo suele entrar dentro de un espectro. Hay quien se siente algo incómodo sin tener a nadie al otro lado de la almohada, pero, aun así, puede conciliar el sueño. Después, hay personas que experimentan una gran ansiedad ante la idea de ir a la cama, sabiendo que no hay nadie con ellos. En este caso, ya podríamos intuir la presencia de una fobia específica.

Es importante tener en cuenta la complejidad general que presentan los miedos. Una investigación publicada en Learning & Memory señala que, muchas veces, los temores superan al peligro real o la posibilidad de daño y esto traza las bases de las fobias o miedos patológicos. Este es un claro ejemplo de ello. A continuación, te describimos cómo se manifiesta.



Síntomas asociados

No existen todavía estudios asociados a este tipo de cuadro clínico. Algo así puede deberse a un hecho: los adultos temen hablar del presente problema porque piensan que es una realidad propia de la infancia. No obstante, el único modo de abordar un miedo es hablar sobre él y romper el tabú. Hagámoslo conociendo sus características:

  • Temor a dormir sin alguien en casa o la habitación.
  • La angustia sentida les dificulta conciliar el sueño.
  • Es frecuente dormir muy pocas horas cada noche.
  • Se alarga lo máximo posible la hora de ir a la cama.
  • Ya en la cama, aparecen la ansiedad y las taquicardias.
  • Si se acude al médico es por los problemas de insomnio.
  • La mayoría de estas personas recurren a los fármacos para dormir.
  • El funcionamiento social se puede ver afectado por la falta de sueño.
  • El mal descanso acumulado a lo largo del tiempo impacta en la salud.
  • La mente imagina hechos terribles que pueden suceder por estar solo.
  • Al cerrar los ojos se experimentan mareos, taquicardias, malestar, etc.
  • Aparecen parasomnias, como terrores nocturnos o parálisis del sueño.
  • Miedo a morir mientras se duerme o a ser asaltado en mitad de la noche.
Hay muchas personas que, después de una ruptura afectiva o la muerte del cónyuge, experimentan un miedo aterrador a tener que dormir solas. Se trata de un fenómeno psicológico del que no se habla demasiado.

¿Cuáles suelen ser las causas?

El miedo a dormir solo altera en muchos casos el funcionamiento psicosocial de la persona. Como bien señala el Journal of Psychiatric Research, las fobias específicas son los trastornos de ansiedad más frecuentes y, detrás de las mismas, suele haber alguna causa. Si experimentas ahora este problema, desearás saber qué lo origina; lo detallamos:

  • Imaginación y supersticiones: esta es una realidad que no podemos descartar. Algunos adultos están condicionados por miedos infundados que tienen su origen en tradiciones culturales o en la ciencia paranormal.
  • Traumas del pasado: en efecto, una parte significativa de la población arrastra consigo hechos adversos no abordados. Una infancia infeliz, experiencias de acoso, agresiones o vivencias dolorosas derivan también en fobias específicas.
  • Cambios vitales: ¿acabas de romper con tu pareja? ¿Perdiste a un ser querido? ¿Hace poco que te has mudado solo? ¿Sucedió algo adverso en tu vida? Los acontecimientos estresantes y dolorosos pueden trazar las bases de este miedo.
  • El peso del aislamiento social: no todas las soledades son elegidas. Hay hombres y mujeres que carecen de interacciones sociales significativas o una red de apoyo sólida. Esto quizás hace que sientan un miedo muy intenso a dormir solos en casa.
  • Depresión: no dejes de lado la posibilidad de que, detrás del miedo a dormir solo, se encuentre un trastorno depresivo. Los sentimientos de soledad y aislamiento tienden a acentuarse por la noche, momento en que ir a la cama se ve como algo muy angustiante.
  • Trastornos del sueño: un estudio en Frontiers in Neurology resalta que sufrir alguna alteración del sueño, como el insomnio crónico, genera, a su vez, trastornos neurocognitivos. En ocasiones, la aparición de una fobia específica es el resultado de una alteración del descanso nocturna no atendida.
  • Somnifobia: esta condición define el miedo irracional al acto de dormir. Las personas que lo sufren alargan la hora de acostarse e incluso experimentan pensamientos distorsionados durante el día sobre la idea de tener que ir a la cama por la noche. A veces, a esta fobia específica se le añade la angustia de hacerlo en soledad.

¿Cómo abordar este miedo?

El temor a dormir solos edifica una realidad que es silenciosa en nuestra sociedad. Muchas personas experimentan esta angustia, pero no siempre dan el paso para solicitar ayuda. En su lugar, optan por acudir al médico de cabecera con el fin de pedir algún fármaco que les permita dormir de forma rápida. Esta no es la mejor opción. Por ello, te proponemos alternativas más eficaces:

Terapia psicológica

A la hora de abordar este miedo hay dos enfoques: la terapia de exposición y la terapia cognitiva-conductual (TCC). Un artículo reseñado en F1000Research menciona los beneficios de estos dos modelos y los detallamos enseguida:

  • Terapia de exposición: consiste en dos etapas. En la primera, el paciente se enfrenta a los pensamientos o imágenes que le generan ansiedad. A continuación, deberá exponerse en vivo, o mediante realidad virtual, a la situación temida. En este caso, dormir en soledad.
  • TCC para los trastornos del sueño: este modelo psicológico dispone de una variante centrada en exclusiva en este ámbito. Su beneficio reside en abordar los desencadenantes de cualquier problema vinculado a las alteraciones del descanso nocturno, conocer el origen y ofrecer técnicas psicoeducativas para mejorarlo.

Identifica el origen

El miedo a dormir sin compañía suele desencadenarse, con frecuencia, a causa de un cambio vital. Romper una relación afectiva después de varios años trae como consecuencia esta realidad. Cuesta mucho conciliar el sueño sin esa presencia que estuvo a tu lado durante un tiempo determinado. Sea como sea, es importante clarificar el origen.

Una vez lo precises, desarrolla mecanismos para afrontar esa situación. Hablar con tu entorno, pedir a un familiar o amigo que duerma en la casa algunos días, puede ayudarte. Asimismo, la compañía de alguna mascota actúa como algo catártico a todos los niveles.

Visualización positiva

Antes de acostarte, intenta visualizar imágenes relajantes y positivas. Puedes imaginar un lugar tranquilo y seguro o recordar momentos en los que te hayas sentido cómodo y protegido. También es saludable recrear en tu mente metas, deseos y proyectos que deseas alcanzar. Esto te aportará motivación para aplacar los sentimientos de soledad.

Videollamadas antes de dormir

Seguro que tienes un amigo o un familiar con quien te encanta hablar de infinidad de cosas cotidianas. Si te genera angustia el momento de acostarte, aprovecha para hacer una videollamada con un ser amado y relajarte. Es muy probable que el sueño te venza con una sonrisa en el rostro y con mayor sensación de seguridad.

Técnicas de relajación

Las técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga, son grandes aliadas para reducir la ansiedad. Recurre a la propuesta que más te funcione. La idea es calmar tu mente y cuerpo con el propósito de que te abrace una plácida sensación de bienestar y tranquilidad.



Dormir solo, un miedo que trasciende la infancia

El miedo a dormir solo es una realidad frecuente, pero habita en la esfera del silencio y del tabú. Se supone que, al llegar a la edad adulta, hay temores que se evaporan, como el terror a la oscuridad. A pesar de ello, prevalecen en muchas personas. Son experiencias emocionales abrumadoras que delimitan la calidad de vida de quien lo enfrenta.

Si sufres esta característica, anímate a hablar de ello con tu entorno cercano. Las personas que te quieren no dudarán en acompañarte y en aliviar muchos de esos pensamientos irracionales que, a veces, te asaltan. Por otro lado, en caso de que tu bienestar se vea cada vez más afectado por esta realidad, pide ayuda profesional.

El proceso de enfrentar los miedos siempre es desafiante, pero la terapia te dará las herramientas adecuadas para que lo logres. Gracias a ella, volverás a descansar en tu cama de forma plácida, sin que te invadan la ansiedad y las pesadillas. Recuperarás el control de tu vida.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.