El modelo transteórico del cambio de Prochaska y Diclemente

El modelo transteórico nos ayuda a comprender que todo proceso de cambio, a menudo, no es lineal, sino circular. Es un enfoque que además, suele utilizarse en el coaching.
El modelo transteórico del cambio de Prochaska y Diclemente
Francisco Pérez

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Pérez.

Última actualización: 06 agosto, 2023

El modelo transteórico del cambio surge con el objetivo de comprender cómo se produce el cambio de las personas ante una determinada conducta adictiva. Fue elaborado por los psicólogos James Prochaska y Carlo DiClemente en 1982.

Estos investigadores han intentado comprender cómo y por qué cambian las personas, ya sea por sí mismas o a partir de la ayuda de un terapeuta. Dichos autores han descrito una serie de etapas por las que pasa una persona que quiere abandonar un hábito, como el consumo de drogas o el de alimentos muy procesados.
Asimismo, también valdría para la mayoría de propósitos de año que la mayoría de nosotros nos hacemos. De ahí, por ejemplo, que sea a día de hoy una herramienta muy útil en el campo del coaching.

Las etapas que definen este modelo, son aplicables al cambio que uno propone y realiza por sí mismo, pero también al cambio ayudado por un terapeuta. Es decir, ya sea dentro o fuera de una terapia, las personas parecen pasar por fases similares, empleando procesos igualmente parecidos.

Dentro de este enfoque, la motivación se entiende como el estado presente de una persona o la etapa de preparación para el cambio. Esto es importante, pues muchas veces utilizamos la palabra “motivación” de manera incorrecta. Y es que la motivación es imprescindible para cualquier proceso de cambio personal.

“La conducta de los hombres permite conjeturar ciertas cosas a las que debe conducir si perseveran en ella -dijo Scrooge-, pero, si no se persevera en ella, esas cosas o fines cambiarán. ¡Dime que esto es lo que pasará… con lo que quieres mostrarme!”

-Ebenezer Scrooge al fantasma de las Navidades futuras, en la Canción de Navidad de Charles Dickens-

La rueda del cambio del modelo transteórico del cambio

DiClemente y Prochaska (1982) realizaron un estudio para demostrar cómo su modelo podía explicar el proceso por el cual, las personas dejan el hábito del tabaco.

  • La “rueda del cambio” que surge del modelo transteórico del cambio de Prochaska-DiClemente admite la existencia de cuatro, cinco o seis etapas, en forma de rueda (circular). Así, las personas que se plantean eliminar una conducta adictiva, como el tabaco, pasan por las distintas etapas de la rueda, como si se deslizaran por ellas.

El cambio no es lineal

El hecho de que la rueda sea un círculo refleja una realidad: en cualquier proceso de cambio, la persona gira alrededor del proceso varias veces antes de alcanzar un cambio estable. 

  • En sus primeras investigaciones con fumadores, por ejemplo, Prochaska y DiClemente encontraron que los fumadores giraban alrededor de la rueda entre tres y siete veces (con una media de unas cuatro veces) antes de abandonar el consumo de la forma deseable.
  • Esta rueda también considera la recaída como un acontecimiento normal o un estado más del cambio. En ocasiones, los psicólogos decimos a nuestros pacientes: “cada consumo puntual o recaída le acerca un paso más a la recuperación”.

Esto no significa, por supuesto, que se estimule a las personas a recaer, en absoluto, sino que es una perspectiva realista para evitar que se desmotiven, desmoralicen o derrumben cuando se produzca una recaída.

Etapas del modelo transteórico del cambio

1. Etapa de precontemplación

El punto de entrada del proceso de cambio es la etapa de “precontemplación”. La persona aún no ha considerado que tenga un problema o que necesite introducir un cambio en su vida. Un “precontemplador” es alguien que sabe que tiene un problema, aunque no sea consciente de él.

2. Etapa de contemplación

Una vez que aparece una toma de conciencia del problema, la persona entra en un período caracterizado por la ambivalencia: la fase de “contemplación”. La persona contempladora considera y rechaza el cambio a la vez. La experiencia de la persona contempladora queda descrita como un tipo de oscilación entre las razones para cambiar y las razones para continuar de la misma manera.

Una persona con problemas de alcohol y que se encuentra en esta etapa, por ejemplo, puede decir algo así: “No creo que tenga un problema con el alcohol. Puede que beba demasiado para mi salud, pero no creo que beba más que el resto de mis amigos. Puedo dejar de beber siempre que quiera”. Como vemos, es una etapa en la que la persona, a pesar de tener un problema, tiene sensación de control.

Mujer con malestar por su problema con la bebida

3. Etapa de determinación

La etapa de determinación, dentro del modelo transteórico del cambio es como una ventana para una oportunidad, que abre la entrada a un nuevo período de tiempo. Si durante este tiempo la persona entra en la etapa de acción, el proceso de cambio continúa. Si no, la persona retrocede a la etapa de contemplación.

4. Etapa de acción

La etapa de “acción” es la que con más frecuencia las personas consideran como la etapa de inicio de la terapia. Aquí la persona se implica en acciones que le llevarán a un cambio.

La mayoría de personas que dejan de fumar, por ejemplo, lo hacen por sí solas. El objetivo durante esta etapa es del de producir un cambio en el problema que se desea resolver. La intención de cambiar, sin embargo, no garantiza que el cambio se mantenga a través del tiempo.

5. Etapa de mantenimiento

Aquí el reto consiste en mantener el cambio conseguido en la etapa anterior, y el de prevenir la recaída. Abandonar las drogas, reducir el consumo de alcohol o perder peso es una etapa inicial del cambio, seguida por el reto de mantener la abstinencia o la moderación.

Mujer partiendo un cigarro

6. Recaída

Finalmente, si la recaída se produce, la tarea de la persona consiste en empezar a girar de nuevo alrededor de la rueda antes que permanecer inmóvil en dicha etapa. Los tropezones o las recaídas son normales, hechos esperables cuando una persona intenta cambiar cualquier patrón de conducta de larga duración.

Como hemos visto, el modelo transteórico del cambio implica una serie de etapas dispuestas de forma circular. Una persona que quiere cambiar una conducta adictiva pasa por estas etapas de forma indefinida, hasta que finalmente consigue mantener el cambio.

Elementos del modelo transteórico

Además de la motivación, existen dos elementos clave dentro de este modelo que influyen en el cambio de conducta. Estos son: el balance decisional y la autoeficacia. Veámoslos en detalle.

Balance decisional

Se trata del peso relativo entre los pros y contras de cambiar la conducta, que cada quien asigna en su proceso de toma de conciencia. Según el modelo, los individuos que se encuentren en la etapa de precontemplación verán los contras del cambio con mayor facilidad que los pros. Sin embargo, este balance se irá graduando hacia el lado inverso en la medida que las personas se muevan a través de las demás etapas.

De esta forma, los pros serán más evidentes y relevantes para aquellos que se encuentren en las etapas de acción y mantenimiento.

Autoeficacia

Por su parte, la autoeficacia refiere a los juicios y creencias que una persona tiene sobre sus propias capacidades para ejecutar con éxito una determinada tarea. En este sentido, ayuda a enfrentar situaciones difíciles que se puedan presentar durante el proceso de cambio, evitando así las recaídas.


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  • William R. Miller y Stephen Rollnick. La entrevista motivacional. Ed. Paidós. Barcelona, 1999.
  • Prochaska, JO, y DiClemente, CC (1983). Etapas y procesos de auto cambio de fumar: Hacia un modelo integrador de cambio. Revista de consultoría y psicología clínica , 51 (3), 390-395. https://doi.org/10.1037/0022-006X.51.3.390
  • Prochaska, JO, y Diclemente, CC (1986). Hacia un modelo integral de cambio. En el tratamiento de conductas adictivas (págs. 3–27). Boston, MA: Springer US. https://doi.org/10.1007/978-1-4613-2191-0_1

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