Neurorights o neuroderechos, protección ante los neuroavances
En relación a los derechos humanos ha surgido actualmente una serie de aproximaciones que resultan realmente innovadoras y que le podrían dar otra perspectiva a los derechos en el plano legal y conceptual. Hablamos de los neurorigths o, en español, neuroderechos.
Para comenzar hablaremos de qué significan los neuroderechos, posteriormente nos sumergiremos en algunos y, finalmente, abarcaremos por qué hay que prestarles atención. Acompáñanos a hacer un recorrido por este fascinante mundo que aún continúa descubriendo nuevos asuntos.
“Los neuroderechos deberían estar en la Declaración de Derechos Humanos”.
-Rafael Yuste-
Neuroderechos, ¿qué son?
A partir de los avances en neurociencias, neurobiología y neuropsicología, se ha logrado obtener información detallada acerca del cerebro y del resto de nuestro sistema nervioso. Gracias a los avances tecnológicos este proceso es cada vez más rápido.
De la mano de estas disciplinas ha surgido la idea de la reconceptualización y creación de nuevos derechos humanos asociados a lo que se ha podido descifrar a partir de los avances. Se trata de ver a la mente humana y lo que está asociado a ella desde una perspectiva neurocientífica.
Entonces, los neuroderechos son aquellos derechos asociados a nuestro sistema nervioso. La idea es proteger a la humanidad del mal uso que se puede hacer al estudiar y manipular el cerebro y el resto del sistema nervioso. Es decir, es importante que nos protejamos de las amenazas que representan las neurotecnologías y los conocimientos del cerebro.
¿Cuáles son los neuroderechos propuestos?
Este es un asunto en que se continúa trabajando. Sin embargo, no es del todo nuevo, la sociedad se ha preocupado por el estudio del sistema nervioso asociado a conductas, enfermedades, pensamientos y emociones a lo largo de la historia de la humanidad. Incluso, se ha hecho hincapié en cómo hacer justicia cuando los casos se relacionan con patologías.
Pasemos a ver algunos de los neuroderechos propuestos:
- Derecho a la identidad personal. Consiste en que haya límites que le impidan a las nuevas tecnologías alterar el sentido del yo.
- Derecho a la privacidad mental. Se trata de evitar que las mediciones de la actividad neuronal y procesos de análisis se hagan bajo el consentimiento de la persona.
- Derecho al acceso equitativo. Implica establecer normas que regulen el desarrollo de neurotecnologías. Y que su aplicación vaya en sintonía con la beneficencia y no maleficencia.
- Derecho al libre albedrío. Busca que las personas podamos tomar decisiones libremente, con autonomía, sin ser manipulados por las neurotecnologías.
- Derecho a la protección contra los sesgos. Garantiza que los conocimientos basados en las neurociencias no propicien la discriminación. Para esto, se intervendría en el diseño de los algoritmos en las neurotecnologías.
Los neuroderechos van en sintonía con establecer una libertad cognitiva. Consisten en el derecho del individuo a alterar o no sus propios estados mentales con ayuda de neurotecnologías. Además, también se trata de la libertad de pensar de forma autónoma, utilizando las habilidades mentales propias y participando en diversas formas de pensamiento.
¿Por qué hay que prestarle atención a los neuroderechos?
Para comprender los neuroderechos hay que hacer hincapié en las nuevas tecnologías. Recordemos que su avance se da en todos los campos, también en cuanto a la aproximación al sistema nervioso. Entonces, ahora contamos con tecnologías que se aproximan de una forma jamás pensada a este.
Se les llama neurotecnologías o neurotools y son importantes para los neuroderechos porque con su avance podrían violarse derechos humanos fundamentales. No obstante, nos asalta la duda de que, si en el campo legal no hay nada establecido, ¿cómo podemos protegerlos?
Es esencial prestarle atención a los neuroderechos para que vayan en sintonía con prácticas de autocuidado y cuidado del otro. La idea no es negar el avance tecnológico, pero sí su mal uso. Recordemos que no estamos tan lejos de encontrar respuestas antes no sospechadas a asuntos como enfermedades neurodegenerativas o comportamiento criminal. El uso inadecuado de estas tecnologías podría causarnos daño.
Por ello, es esencial, como sugieren Paolo Sommagio, Marco Mazzocca, Alessio Gerola y Fluvio Ferro en su artículo “Cognitive Liberty“mantener los derechos a la libertad de pensamiento, a un libre desarrollo de la personalidad, a la privacidad, a la integridad mental, a la continuidad psicológica y a la libertad para cambiar de opinión. Así como a la protección contra la intervención en otra mente y la preservación de la integridad mental.
El impacto social de la influencia de la información neurocientífica asociada a tecnología innovadora es sobrestimado. Por ello, ha surgido la necesidad desde diversos grupos de investigación de construir una declaración de derechos que garantice nuestra protección ante los avances neurocientíficos venideros.
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- Kraft, C. J. & Giordino, J. (2017). Integrating brain science and law: neuroscientific evidence and legal perspectives on protecting individuals liberties.
- Frontiers in neuroscience, 11.
- 621. Sommaggio, P., Mazzocca, M. Gerola, A., & Ferro, F. (2004). Cognitive liberty. A first step towards a human neuro-rights declaration.
- Anual of the New York Academy of Sciences 1013(1),
- 221-228.