Neutralidad corporal: aceptar el cuerpo tal y como es

La neutralidad corporal es la nueva tendencia que defiende una forma saludable de relacionarse con el propio cuerpo.
Neutralidad corporal: aceptar el cuerpo tal y como es
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Support MContigo

Última actualización: 06 julio, 2022

La neutralidad corporal es un movimiento relativamente reciente que surge como alternativa a la positividad corporal. Este último defiende que todos los cuerpos son hermosos y que debemos amarlos tal cual como son. En cambio, la neutralidad corporal no busca celebrar al cuerpo, sino aceptarlo como es, sin obligarnos a amarlo.

Dicho esto, la cultura del positivismo corporal ha recibido diversas críticas, pues hay quienes afirman que habrá días en que nos sintamos inconformes con nuestra apariencia física, y no está mal. Pero si nos repetimos constantemente que debemos amar a nuestro cuerpo, es posible que tarde o temprano sintamos malestar, hasta que un día cualquiera, ni lo queramos contemplar.

Incluso, algunos especialistas han señalado que la positividad corporal puede ser perjudicial para la salud mental. A raíz de lo anterior, la neutralidad corporal ha adquirido cada vez más fuerza. Este movimiento, a diferencia de la positividad corporal, no pretende que amemos a nuestro cuerpo en todo momento, sino que lo aceptemos y dejemos de lado las expectativas y la ansiedad que puede provocar no estar completamente bien con él.

Así, la neutralidad corporal elimina la presión que genera intentar amarlo constantemente, la cual puede generar algún tipo de frustración, si no se cumple con las expectativas.

Mujer con cuerpos diferentes
La neutralidad corporal enfoca la atención en la función del cuerpo.

¿Qué es la neutralidad corporal?

El término “neutralidad corporal” se acuñó alrededor de 2015 en respuesta a la positividad corporal, cuando los bloggers, las celebridades y algunos especialistas empezaron a desvincular la autoestima de la apariencia física.

En este sentido, la neutralidad corporal busca que las personas acepten su propio cuerpo tal cual es, sin sentir la obligación de cultivar amor hacia él en todo momento. Además, en lugar de enfocarse en la apariencia física (defendiendo que todos los cuerpos son hermosos), promueve el reconocimiento funcional del cuerpo.

Es decir, el cuerpo puede hacer cosas grandiosas, más allá de la apariencia física, como correr, abrazar a nuestros seres queridos, dar a luz a un hijo, llevarnos a muchos lugares del mundo, proporcionarnos placer, entre otras.

Neutralidad corporal y salud mental

El objetivo de la neutralidad corporal es sanar la relación con uno mismo. Además, diversos especialistas han expresado los beneficios de este movimiento en la salud mental de las personas. Algunos de ellos son los siguientes:

Menos juicio

En la medida en que adquirimos una mentalidad menos crítica sobre la apariencia de los cuerpos, dejaremos de juzgarnos a nosotros mismos y a otras personas.

Más empatía

La neutralidad corporal evita que nos apresuremos a juzgar a los demás y nos permite desarrollar nuestro sentido de empatía. Además, contribuye a que actuemos desde una posición interna más amable, en lugar de una mentalidad competitiva.

Menos estrés

Cuando decidimos aceptar nuestro cuerpo tal cual es y por lo que es capaz de hacer, los niveles de estrés en torno a la apariencia disminuirán significativamente. Esto ayudará a que nos sintamos más regulados y relajados.

Mejor estado de ánimo

Si constantemente estamos pensando que nuestro cuerpo (o nuestra relación con el mismo) no cumple con las expectativas, es probable que nos frustremos y estemos de mal humor. Al aceptarlo, sin la presión de que debemos amarlo, es posible que nos encontremos de mejor humor, con más frecuencia de lo que imaginamos.

Cómo practicar la neutralidad corporal

Si deseas practicar la neutralidad corporal, te dejamos algunos consejos que te ayudarán a integrar esta perspectiva a tu vida.

1. Habla contigo mismo

Asumir una neutralidad hacia nuestro cuerpo no sucede de la noche a la mañana, ni se siente natural al principio. Una buena forma de comenzar es hablándote a ti mismo sobre tu propio cuerpo. Algunas formas de hacerlo son las siguientes:

  • Reconoce las formas en que tu cuerpo funciona bien, diciéndote cosas como “mis brazos son fuertes”, “mis piernas pueden andar en bicicleta durante un largo tiempo” o “mi cerebro piensa muy rápido”.
  • Según tu criterio, acepta la forma en que tu cuerpo no funciona bien y procura superar la carga emocional que ello te provoca. Por ejemplo, permítete reconocer hechos como “mis rodillas no flexionan con facilidad” o “mi cuerpo no cabe cómodamente en las sillas de un restaurante”. Esto puede ayudarte a aceptar estos aspectos de tu vida sin intentar esconderlos o avergonzarte de ellos.

2. Evita hablar sobre el cuerpo de otros

Los comentarios sobre la apariencia física de los demás son bastante comunes. Aunque nuestra intención no sea ofender, a veces podemos herir a alguien al señalarle algún aspecto de su cuerpo, como, por ejemplo, que es muy delgado o muy alto.

De esta forma, si deseas cultivar la neutralidad corporal, evita iniciar discusiones sobre la corporalidad y desvía la conversación cuando surjan dichos temas.

3. Ajusta tu dieta a tu bienestar

La noción de alimentación intuitiva encaja perfectamente con la neutralidad corporal. Esta se basa en la suposición de que el cuerpo sabe cuál es la cantidad correcta y el alimento idóneo para él.

En este sentido, la neutralidad corporal no tiene una dieta específica. Así que puedes optar por un plan de alimentación que te haga sentir bien.  

Mujer disfrutando su alimentación intuitiva, característica de la neutralidad corporal.
La neutralidad corporal apuesta por la dieta intuitiva.

4. Practica ejercicio físico que disfrutes

Todos los cuerpos se benefician de la actividad física. Sin embargo, la industria del ejercicio se ha enfocado en la pérdida de peso, el cambio en la forma del cuerpo y la quema de grasa.

Aceptar el tamaño y la forma de nuestro cuerpo nos liberará de realizar ejercicios que no disfrutamos, pero que hacemos de todos modos para quemar grasas y calorías. En cambio, en la neutralidad corporal elegimos qué actividades disfrutamos hacer para ejercitarnos y las dejamos de hacer una vez que estemos cansados o adoloridos.

Para finalizar, ten en cuenta que la neutralidad corporal no es una actividad de una sola ve z. Como todo proceso, este puede ser largo y lento. Sin embargo, los beneficios son gratificantes.


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  • Pedraz, M. (2010). La construcción social del cuerpo sano. El estilo de vida saludable y de las práctics corporales de la forma como exclusión. Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, 28(4) ISSN: 1578-6730. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18118913007

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