La niebla mental o la desesperante incapacidad para concentrarnos

La niebla mental o la desesperante incapacidad para concentrarnos
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 23 noviembre, 2023

La niebla mental es muy común en personas que padecen fibromialgia; también es frecuente cuando estamos sometidos a un estrés elevado. Nos falta la energía y nuestra mente queda suspendida en una dimensión opaca, lejana y extraña donde nos es muy complicado concentrarnos, tomar decisiones o incluso recordar cosas sencillas.

Las personas que experimentan esta disfunción cognitiva se sienten aterradas. Percibir cómo empezamos a olvidar el nombre de las personas, cómo nos desorientamos o somos incapaces de entender lo que nos dicen o lo que leemos provoca, sin duda, miedo a estar experimentando un inicio de demencia.

En la niebla mental o fibroniebla, una pequeña parte de tus neuronas “se apagan” de forma momentánea. Asustarnos u obsesionarnos con estos olvidos momentáneos no hará más que agravar la situación.

Serán siempre los especialistas quienes nos ofrezcan un adecuado diagnóstico en base a nuestra sintomatología. Sin embargo, cabe señalar que, por lo general, la fibroniebla va asociada a la fibromialgia.

Esta incapacidad momentánea para aferrarnos a la realidad, a nuestra vida y a cada uno de sus acontecimientos ordinarios, sin duda, es un factor clave a la hora de realizar un diagnóstico integral sobre esta enfermedad tan debilitante.

Cabe decir que, ante todo, con unos buenos recursos, paciencia y unas habilidades adecuadas se puede reducir su impacto. Asimismo, es importante tener en cuenta que la neblina mental se asocia a otros procesos físicos y psicológicos que es necesario conocer para disipar a la bruma de la mente y recuperar el control de nuestra realidad.

Te proponemos ahondar en este interesante tema que, tal vez, te sirva de ayuda en algún aspecto.

Mujer con niebla mental

La niebla mental o cuando nuestras neuronas “duermen”

No son simples olvidos . Tampoco son descuidos comunes, ni aún menos algo que se pase con un día de descanso. Las personas que experimentan “niebla mental” afirman tener la sensación de que una parte de su cerebro está apagada.

Otros lo definen más bien como “quedarse en blanco”, fugas momentáneas donde nuestra mente parece entrar en stand by,  hasta el punto de quedar ausentes en medio de una conversación o conducir de forma automática pero sin ningún rumbo concreto. Es, sin duda un fenómeno tan peligroso como traumático para la persona que lo experimenta.

Desde la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que la clave de este fenómeno se halla en diversos grupos de neuronas corticales. Por alguna razón que no está clara, desarrollan “apagados” momentáneos, fallos temporales en la conectividad que sumen al paciente, irremediablemente, en ese túnel brumoso donde quedan aislados de la realidad.

La causa de estos fallos cognitivos podrían tener diversos orígenes, causas que se relacionarían con épocas de estrés o con enfermedades muy concretas. Te las explicamos a continuación.

Mujer con niebla mental

Fibromialgia

Tal y como hemos señalado, la fibroniebla forma parte del diagnóstico diferencial de la fibromialgia. Asimismo, se ha descubierto también que tanto las personas que padecen esta enfermedad como fatiga crónica,  presentan un déficit de citoquinas, un tipo de proteínas esenciales para asentar en el cerebro nuevas informaciones.

Ser celíaco y no tener aún el diagnóstico

Consumir demasiado glúten o ser celíaco provoca, a menudo, que suframos episodios de nieblina mental. Esta enfermedad autoinmune ocasiona serios efectos en nuestro rendimiento cognitivo, de los que no siempre somos del todo conscientes al fijarnos más en los síntomas físicos u orgánicos.

Basta con cambiar la dieta para que la bruma mental, se escampe.

Eres un adicto a la “multitarea”

Pizarra llena de notas

La multitarea es esa epidemia tan común a la que no le damos ninguna importancia. Es trabajar sin darnos tiempos de descanso, encadenar un objetivo tras otro o concentrar toda nuestra atención hacia diversos estímulos a la vez, lo que trae, tarde o temprano, serias consecuencias.

El cerebro, por mucho que nos convenzan, no es un ordenador. Es una entidad viva que tiene sus ritmos, sus pautas, sus necesidades. Si lo sobreestimulamos al límite, no desarrollaremos un cerebro más grande ni más hábil. Lo que sucederá es que nos reclamará descansos a la fuerza, es decir, se “desconectará” momentáneamente.

Cambios hormonales

La menopausia no es precisamente una época de mágico esplendor en la mujer. Hay retos, hay cambios que afrontar y ante todo, oscilaciones en nuestro cuerpo que debemos conocer para poder “controlar”. La niebla mental es uno de ellos.

La inevitable bajada de los niveles de estrógenos genera cambios en nuestros procesos cognitivos: dificultad para concentrarnos, para asentar datos nuevos, para tomar decisiones con la rapidez de antes… Es un fenómeno común que podemos gestionar con estrategias adecuadas y con la ayuda de nuestros médicos.

Cómo tratar la bruma mental

Tras recibir un diagnóstico adecuado en base a nuestra sintomatología, lo que haremos, sin duda, es tratar el problema de base: seguir las pautas médicas si sufrimos fibromialgia, gestionar mejor el estrés o cambiar nuestra dieta si somos intolerantes al gluten.

“La mente es como un paracaídas, solo funciona si aprendemos a abrirla”
-Albert Einstein-

El primer paso, por tanto, se centrará siempre en seguir las pautas médicas que nos faciliten los especialistas. El segundo paso es “mentalizarnos”. La bruma mental debe afrontarse con calma, teniendo muy claro que el miedo, el estrés y la propia ansiedad tienden a intensificar aún más el fenómeno.

Mujer con un paraguas

Pautas para afrontar la niebla mental

En nuestro día a día, vale la pena tener en cuenta estas sencillas estrategias que, sin duda, nos servirán de ayuda.

  • Informa a las personas de tu entorno de lo que te ocurre. Ello nos ayudará a que tengan más paciencia con nosotros, a que nos repitan las cosas, a que nos hablen más despacio o a que intuyan si en algún instante estamos experimentando una “fuga”, una ausencia.
  • Cada vez que vayas a salir de casa, lleva contigo una hoja donde venga escrito todo lo que piensas hacer ese día.
  • En el momento en que experimentes nieblina mental, siéntate en un lugar tranquilo y relájate. Intenta mantener la calma en todo momento.
  • Lleva siempre tus llaves y tu teléfono móvil cerca de ti, en los bolsillos.
  • Empieza hoy mismo a realizar sencillos ejercicios mentales: rompecabezas, juegos de estimulación y concentración online, lee libros, haz sudokus…

Lo más importante en estos casos es contar con el apoyo de los tuyos. Intenta normalizar estas situaciones, evita obsesionarte con ello y busca, si lo deseas, grupos de personas que también estén pasando por lo mismo.

Entiende que mantener una actitud positiva y relajada evitará que esta bruma se concentre aún más en nuestros espacios vitales y en tu derecho a ser feliz.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.