Nushu: el lenguaje secreto de las mujeres
En el siglo III, en la provincia de Huan, las mujeres inventaron y desarrollaron un lenguaje secreto, prohibido a los hombres. Sirvió para comunicarse entre ellas y se ha transmitido de generación en generación hasta casi nuestros días. Lo bordaban en las ropas, los abanicos y los pañuelos, conteniendo mensajes. Cada letra del alfabeto nushu es básicamente una flor, por lo que pasaban como elementos ornamentales al ojo profano.
Durante milenios, la mujer en China ha sido considerada una propiedad más del marido. Las mujeres tenían prohibida la educación, y con ella aprender a leer y escribir el idioma oficial. Una tradición más que “complementaban” con el vendaje de los pies desde niñas para que adquiriesen forma de pezuña de cabra, de tal manera que no pudiesen caminar largas distancias solas. La mujer china era educada exclusivamente para el matrimonio, y cuando este tenía lugar, se las confinaba en la casa de sus suegros, condenadas al analfabetismo y al encierro doméstico.
Crearon también lo que se conoció como el Libro del Tercer Día. Un cuaderno en blanco que se entregaba a las mujeres recién casadas, a los tres días de la boda, donde usaban el nushu para expresar sus sentimientos y sus anhelos. Yang Huanyi es el nombre de la última mujer que conoció el nushu. Perteneció a la última generación que necesitó aprenderlo. Ante su desesperación, sus hijas, como muchas otras mujeres de la China actual que ya atendían regularmente la escuela, no quisieron aprenderlo.
Yang Huanyi
Yang nació en la provincia de Huan. Su padre era un doctor de pueblo y Yang aprendió de él y de su abuela algunas de las prácticas de medicina china. Y aprendió también el nushu. Lo aprendió de siete ancianas, que a su vez lo aprendieron de otras siete ancianas cada una.
Se casó a la edad de 22 años por matrimonio concertado por sus padres, según la tradición. Su marido fue mordido por una serpiente a los tres meses de casados y falleció. Yang volvió a casarse a los dos años, aunque no tuvo mucha suerte. Su segundo marido fue un jugador empedernido que gastaba los ingresos familiares, desaparecía de la casa durante largos períodos y tenía después que pagar las deudas con los animales de granja que Yang criaba y cuidaba. Tuvo ocho hijos de su matrimonio, aunque solo tres sobrevivieron.
Los secretos del nushu
Fue un empleado del Departamento Cultural de Jiangyong quién descubrió accidentalmente la existencia del nushu. En los años 80 del siglo XX, se hizo público el hallazgo de un lenguaje que podría haberse mantenido secreto durante más de 1.700 años. La comunidad académica no daba crédito. Los estudiosos no están de acuerdo aún con la edad y los orígenes del idioma. Algunos sostienen que tiene miles de años, mientras que otros creen que no puede tener más de varios cientos de años.
El nushu es un lenguaje silábico. Cada signo representa una unidad de sonido diferente en el dialecto local. Sus trazos son finos, a modo de hilos o mechones, y de líneas alargadas. Los hay de cuatro tipos: puntos, trazos horizontales, trazos verticales y en forma de arco. Se escribía en columnas, de arriba hacia abajo. Los caracteres del nushu parecen ser una variante romboidal derivada de caracteres cuadrados chinos.
Un lenguaje perdido
En 1995 Yang Huanyi fue invitada a participar en la conferencia de Las Naciones Unidas por la Mujer celebrada en Pekín, donde entregó sus cartas, poemas y canciones para su estudio. Moría poco después, en 2004, a los 98 años de edad, llevándose consigo el secreto de un lenguaje que demuestra que el ser humano suele encontrar, frente a circunstancias adversas, una forma de expresar sus emociones. Según Zhao Liming, profesor de la Universidad Tsinghua en Beijing, el nushu no es solo un guion, sino que representa toda la cultura femenina tradicional china.
Cuando las mujeres mayores sentían que el final estaba cerca, a menudo pedían a los miembros de la familia que pusieran algo de su escritura en sus ataúdes y quemaran las otras piezas de su trabajo. Así, la mayor parte del trabajo de una mujer era enterrado con ella, con lo que los escritos se perdían para siempre. Consideradas como animales durante miles de años, estas mujeres encontraron una forma de evocar secretamente la canción de libertad de los pájaros enjaulados.
“Era como un rayo de sol que hacía las vidas de las mujeres más placenteras. Es una cultura de la luz del sol que permite a las mujeres hablar con sus propias voces y luchar contra el chovinismo masculino”.
-Zhao Liming-