Pensamiento postformal: una etapa que no todo el mundo alcanza

Pensar de manera postformal implica combinar la lógica con la emoción, lo subjetivo con lo objetivo, lo filosófico con lo dialéctico. Son procesos cognitivos altamente sofisticados que si bien están en nuestra mano desarrollar, no todo el mundo alcanza.
Pensamiento postformal: una etapa que no todo el mundo alcanza
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 12 agosto, 2022

El desarrollo físico culmina, como bien sabemos, en la edad adulta. Ahora bien, ¿qué ocurre con el desarrollo cognitivo? ¿Existe un techo biológico definido o ese potencial carece de límites? Para responder a esta pregunta siempre es interesante recurrir a Jean Piaget. Según este referente, el pensamiento postformal es la última etapa del desarrollo cognitivo humano y la más sofisticada; una que no todo el mundo llega a alcanzar.

Es posible que este último matiz llame la atención a más de uno. ¿Por qué razón no todos culminamos nuestro avance en esa área intelectual? Lo cierto es que lograr esa habilidad en el manejo de conceptos morales, emocionales, lógicos, deductivos y hasta filosóficos no es sencillo. En ocasiones, ni siquiera el entorno académico y nuestra educación promueven el poder conquistar esta meta singular.

Cabe señalar, eso sí, que esta teoría es solo una propuesta y que, a día de hoy, carece de base científica. No obstante, no deja de tener gran interés profundizar en ella y preguntarnos incluso si no valdría la pena desarrollar un poco más algunas áreas cognitivas y emocionales. Lo analizamos a continuación.

cabezas en forma de árbol representando el pensamiento postformal

¿Qué es el pensamiento postformal?

Para Piaget, el conocimiento de la realidad parte del descubrimiento y de la manera en que el niño, el adolescente o el adulto organiza, da sentido y construye esa información. Este proceso, según el padre de la epistemología genética, se desarrolla de manera gradual a partir de cuatro etapas:

  • Etapa sensoriomotora.
  • Etapa preoperacional.
  • La etapa de las operaciones concretas.
  • Etapa de las operaciones formales.

Cada uno de estos periodos se definen básicamente al utilizar cada vez operaciones cognitivas más complejas. Ahora bien, señalaba Piaget que sobre los 15-20 años ese avance tiende a estabilizarse o a ir más despacio. Es a partir de aquí donde pueden evidenciarse diferencias interindividuales entre unas personas y otras.

El pensamiento postformal es la quinta etapa de nuestro desarrollo cognitivo y aparece entre los 20 y los 40 años.

Podemos definirlo como ese proceso cognitivo por el que intentamos alinear nuestro pensamiento para resolver los dilemas y desafíos cotidianos que aparecen en la vida adulta. Así, algo que suele afirmarse sobre el pensamiento postformal es que suele desarrollarse cada vez que nos enfrentamos de manera adecuada a algún problema, como la pérdida de empleo, la pérdida de un familiar, etc.

Dimensiones que definen el pensamiento postformal

Desde la Universidad de Harvard, nos explican en un estudio que el pensamiento postformal se adquiere a medida que asentamos nuevos recursos académicos, sociales, emocionales, filosóficos, etc. Es ese tipo de conocimiento que adquirimos cuando nos vamos conociendo más a nosotros mismos y también al mundo que nos envuelve.

El pensamiento postformal se caracteriza por la capacidad para lidiar con las incoherencias, las contradicciones y los compromisos. La vida es compleja e incierta, y algunas personas son mejores para luchar con su incertidumbre inherente. De este modo, el pensamiento posformal es tanto un estilo de personalidad como un modo de pensamiento (Papalia y Martorell, 2017).

Por otro lado, cabe señalar que todos nosotros podemos desarrollarlo. Esa quinta etapa del pensamiento cognitivo de Piaget requiere focalizarnos en una serie de dimensiones muy concretas. Las analizamos.

Autoconocimiento

Conocernos a nosotros mismos para procesar con mayor apertura aquello que nos rodea, sin miedo, sin inseguridades, de manera curiosa… Pocas cosas son más decisivas que asentar la capacidad de autorreflexión, la correcta gestión de nuestras emociones, sumada a esa conexión con el propio ser para saber qué queremos y qué necesitamos.

Capacidad para relativizar

Saber aplicar un pensamiento flexible en el que no entender el mundo de manera dicotómica es la base del pensamiento postformal. Es decir, la persona que utiliza este enfoque no se limita a procesar la realidad en términos absolutos de bueno o malo, blanco o negro... Siempre hay aspectos intermedios que hay que saber atender y procesar.

Flexibilidad cognitiva

Esta habilidad propia del pensamiento postformal surge del reconocimiento de que la perspectiva de cada persona es solo una posible entre otras. Este estilo de pensamiento implica una reestructuración de los conocimientos y experiencias y la generación de alternativas de resolución de problemas, como respuesta adaptativa a los cambios que se producen en una determinada situación y contexto (Krzemien, et al., 2020).

Integración

Otra característica del pensamiento postformal es la integración de las emociones con el análisis racional. Esta capacidad es útil para responder a las situaciones de la vida en las que la aparición de estereotipos y prejuicios es una amenaza (Krzemien, et al., 2020).

Pensamiento dialectico

El pensamiento postformal es dialéctico, es decir, conlleva la integración de creencias, saberes y experiencias con las contradicciones e inconsistencias de la vida diaria. Esta manera de pensar implica el relativismo sumado a la habilidad de integración y la síntesis de información con respecto a múltiples perspectivas, ideas o experiencias (Krzemien, et al., 2020).

Aceptan la contradicción y sacan sus propias conclusiones

Algo que nos explican en el estudio antes citado de la Universidad de Harvard es que el pensamiento postformal está integrado a su vez por 4 etapas (sistemática, metasistemática, paradigmática y paradigmática cruzada). Esto significa que es muy común que llegada la edad adulta alcancemos, al menos, las primeras etapas.

En esos primeros logros en la asunción de las operaciones postformales está aceptar la contradicción. De hecho, pocas cosas definen tanto nuestra realidad como esas ambigüedades constantes y la eterna contradicción. Aceptar esta realidad y esforzarnos por llegar a nuestras propias conclusiones es algo esencial.

Mente con muchos pensamientos representando al pensamiento postformal

El pensamiento postformal va más allá de la habilidad para solucionar problemas

A menudo, una manera de definir la inteligencia es entendiéndola como esa capacidad para resolver problemas de manera creativa para poder adaptarnos a cualquier circunstancia. Ahora bien, el pensamiento postformal va más allá porque nos permite algo más. No solo podríamos alzarnos como personas competentes para afrontar buena parte de los desafíos.

El razonamiento postformal tiene una visión crítica sobre las cosas y siempre intenta comprender por qué aparecen los problemas. Es decir, a pesar de solucionarlos, reflexiona sobre todo aquello que ocasiona sufrimiento, preocupación, crisis, incertidumbres… Así, en buena parte de los casos se relaciona este tipo de enfoque cognitivo con aquello que nos aporta la propia filosofía.

Para finalizar, recordemos, la filosofía nos impulsa a hacernos preguntas de manera constante para reflexionar sobre nuestros conflictos existenciales. Está bien tener una inteligencia práctica y formal que nos permita resolver cualquier imprevisto. Sin embargo, tener la habilidad para pensar de manera más amplia, lúcida y trascendente sobre nosotros mismos y el mundo, es lo que nos acerca, sin duda, a la auténtica sabiduría.

 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Bueno-Gómez, N. (2017). Conceptualizing suffering and pain. Philosophy, Ethics, and Humanities in Medicine12(1), 1-11.
  • Commons, M. L., & Ross, S. N. (2008). What postformal thought is, and why it matters. World Futures64(5-7), 321-329.
  • Sinnott, Jan D. (1998). The development of logic in adulthood: postformal thought and its applications. New York. doi:10.1007/978-1-4757-2911-5
  •  Kallio, Eeva; Helkama, Klaus (March 1991). "Formal operations and postformal reasoning: A replication". Scandinavian Journal of Psychology. 32 (1): 18–21. doi:10.1111/j.1467-
  • Krzemien, D., Pietrantuono, L., Carnero Rodriguez, M. P., & Urquijo, S. (2020). Pensamiento postformal y perspectivas neopiagetianas.
  • Labouvie-Vief, Gisela (1992). "A Neo-Piagetian perspective on adult cognitive development". Intellectual development. Sternberg, Robert J., Berg, Cynthia A. Cambridge: Cambridge University Press. p. 220.
  • Papalia, D. y Martonell. (2017). Desarrollo humano (13a). McGrallWill.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.