Programas de autoayuda para dejar de fumar: ¿son efectivos?
El tabaquismo es la primera causa de muerte actual que podemos erradicar por completo. Los estragos que este nocivo hábito causa en la salud son ampliamente conocidos. Sin embargo, a pesar de contar con procedimientos de eficacia probada para el abandono del tabaco, es pequeño el porcentaje de fumadores que se beneficia de ellos. Por ello, los programas de autoayuda para dejar de fumar se plantean como una alternativa útil.
Este tipo de procedimientos autoadministrados están disponibles para abordar numerosos aspectos de la salud y el desarrollo personal. No obstante, debido al poco rigor con el que cuentan muchos de ellos, la autoayuda ha pasado a considerarse poco efectiva.
La realidad es que cuando esta se basa en programas clínicos empíricamente validados puede lograr resultados muy positivos. Y este es el caso de aquellos dedicados al tabaquismo.
¿Qué son los programas de autoayuda para dejar de fumar?
La autoayuda para dejar de fumar consiste básicamente en protocolos autoadministrados basados en programas clínicos de eficacia comprobada. Es decir, son la adaptación de tratamientos y técnicas que han sido empleadas con éxito en terapias intensivas convencionales. Sin embargo, en este caso, puedan ser autoaplicadas.
¿Cuáles son las ventajas?
Los programas de autoayuda para dejar de fumar surgieron por la necesidad de alcanzar a un sector más amplio de la población de fumadores. Los recursos clínicos no son capaces de abarcar a todas las personas que mantienen este hábito; por ello, la autoayuda permite llegar a un mayor número de personas de forma más sencilla y a un coste mucho menor.
Además, muchas de las personas que desean dejar de fumar prefieren evitar el contacto personal con un terapeuta. De este modo, este tipo de programas hace posible que cada individuo siga su propio ritmo, sin necesidad de desplazarse ni verse cara a cara con el profesional.
¿Qué desventajas presentan?
Sin embargo, esta alternativa también presenta varios inconvenientes. En primer lugar, es necesario que la persona cuente con una gran motivación para lograr el objetivo. Esto es así porque básicamente se convertirá en su propio terapeuta, abordando el proceso a solas.
Por otro lado, al ser protocolos generales no todos los individuos se sentirán igualmente identificados con ellos. No existe el grado de personalización de un tratamiento individual o intensivo; algo que puede reducir la motivación de muchas personas para continuar.
Tipos de programas de autoayuda para dejar de fumar
Existen diferentes alternativas incluidas dentro de la denominada autoayuda para dejar de fumar. El elemento común consiste en materiales escritos que guían a la persona a través de una serie de técnicas y ejercicios que le ayudarán a abandonar este hábito.
Estos manuales suelen contener el “paso a paso” que ha de seguir el individuo para lograr el objetivo. Sin embargo, existen ciertas variaciones:
- Algunos programas consisten únicamente en la autoaplicación del manual, sin mantener contacto alguno con un terapeuta. Pero, por otro lado, existen alternativas en las que el profesional contacta telefónicamente con el paciente. Esto puede suceder solo al inicio o durante el proceso de aplicación de la autoayuda.
- En algunos casos, además del manual paso por paso, se incluye bibliografía dedicada a informar al paciente sobre el tabaquismo y aumentar su motivación para abandonarlo. Del mismo modo se proporcionan materiales encaminados a prevenir las recaídas.
- Existen varios intentos por personalizar de algún modo el tratamiento autoaplicado para que resulte más eficaz para el paciente concreto. Así, podemos hallar programas diferentes dirigidos a personas de distinto género, cultura o que se encuentran en momentos diferentes del proceso de cambio.
¿Es eficaz la autoayuda para dejar de fumar?
Pese a la mala prensa con la que cuenta la autoayuda en algunos ámbitos, respecto al tabaquismo, esta ha demostrado ser realmente eficaz. Generalizar los protocolos para que puedan autoadministrarse permite ahorrar costes económicos, de tiempo y de personal. Así, son muchas más las personas que pueden beneficiarse de estos programas.
Son alternativas sencillas, accesibles y probadas. No obstante, para que sean realmente eficaces es necesario que el paciente se encuentre motivado y que el programa esté de algún modo individualizado. De la misma forma, aquellos protocolos en los que se mantienen contactos puntuales telefónicos con el terapeuta alcanzan mayores tasas de éxito. En general, son una alternativa terapéutica de gran utilidad.
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- Becoña, E., & Míguez, M. C. (2006). Dejar de fumar desde casa:" el programa 2001 para dejar de fumar". Psicooncología, 3(2/3), 319.