¿Qué es el ciberterrorismo?
Al hablar de terrorismo, la primera dificultad que surge es la de definir y delimitar qué es y que no es el terrorismo. Una tarea de gran importancia, ya que de ello depende la manera de relacionarse y la jurisdicción que hemos de aplicar. De este modo, algunas autoridades, como el FBI, han definido el terrorismo como el “uso ilícito de la fuera o la violencia contra personas o bienes para intimidar o coaccionar a un gobierno, a la población civil o a cualquier segmento de esta, en apoyo de objetivos políticos o sociales”.
Partiendo de esta definición, podemos entender el ciberterrorismo como el “uso de recursos tecnológicos e informáticos para intimidar o coaccionar a otros, causando con ello una violación a la libre voluntad de las personas. Los fines pueden ser económicos, políticos o religiosos”. Pero, ¿cuál es el origen de este concepto?
La globalización ha incidido en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. De este modo, en las últimas décadas hemos vivido una revolución cultural que ha provocado cambios a nivel económico, laboral o urbanístico. Esto no solo ha afectado a las personas, también a los gobiernos, a las instituciones y a las relaciones internacionales.
En este artículo estudiaremos qué es el ciberterrorismo. Un concepto que surge al cambiar la manera que tenemos de abordar los conflictos y del que seguramente has oído hablar. Así, daremos una definición del concepto y estudiaremos su importancia para la seguridad internacional.
El ciberterrrorismo en la actualidad
En la actualidad, el ciberterrorismo o terrorismo electrónico se manifiesta en:
- El uso de Internet como medio para atacar al sistema político o alterar la paz social.
- El ataque a través de medios electrónicos a las infraestructuras que conforman las sociedades democráticas.
En esta idea es importante incluir también la propaganda, reclutamiento, financiación y el intercambio de información para organizaciones o acciones terroristas.
Ataque ciberterrorista frente a ataque informático
Algunos expertos argumentan que la diferencia fundamental radica en la intención. A diferencia de un virus o un ataque informático (que se refiere a la denegación de un servicio), el ataque ciberterrorista tiene por objetivo el miedo.
La motivación principal de los ataques ciberterroristas es la de interrumpir o dañar a las víctimas, incluso si los ataques no causan daño físico o causan un daño financiero externo. De este modo, los ciberterroristas atacan a la industria bancaria, instalaciones militares, centrales eléctricas, sistemas de agua y centros de control de tráfico aéreo.
En estos casos, la diferenciación se vincula al resultado; muchos expertos creen que un incidente ha de considerarse terrorismo si este provoca daños físicos o la pérdida de vidas (directa o indirectamente). Otros creen que el daño físico no es un requisito previo para clasificar un ataque cibernético como actividad terrorista.
¿Por qué es importante?
El uso de medios, como Internet, por organizaciones terroristas ha aumentado debido a los siguientes factores:
- El precio: el bajo coste de poner en marcha un ciberataque lo hace muy atractivo para los terroristas.
- Fácil planificación: los recursos permiten trazar un plan y analizar el impacto antes de ejecutar un plan. Esto permite asegurarse de que la causa que defienden sea difundida por los medios de comunicación.
- Anonimato: la facilidad de llevar a cabo ciberataques sin desvelar su identidad o ubicación.
- Factor sorpresa: los ataques suelen ser imprevisibles.
- Deslocalización: se puede atacar a distancia, lo que facilita el anonimato. Además, pueden reclutar y entrenar a terroristas a distancia y con muy pocos recursos.
Por estos motivos, en las últimas décadas se ha multiplicado el número de ataques asociados con el ciberterrorismo.
Reacción de naciones y organizaciones
Con la aparición de delincuentes que se mueven en el ciberespacio, las naciones y organizaciones han ido reaccionando para enfrentarse a esta amenaza global. Así, se han creado estrategias de respuesta para garantizar la seguridad de los ciudadanos y empresas.
En el ámbito jurídico internacional, este tipo de ataques pueden ser considerados como “uso de fuerza”, por lo que pueden provocar un conflicto armado internacional. El Estado atacado tendría derecho a defenderse legítimamente. Además, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas considera estos actos como una agresión y amenaza a la paz; podrían intervenir para restablecer la paz y seguridad internacional.
Así, podemos observar que tanto los estados como las organizaciones internacionales han tomado conciencia de la importancia del espacio virtual a la hora de proteger la estabilidad y la paz internacional.
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