Qué es el latigazo cervical y cómo afrontarlo

Qué es el latigazo cervical y cómo afrontarlo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por María Hoyos

Última actualización: 01 agosto, 2022

Te encuentras tranquilamente en el coche, conduciendo, cuando tienes que frenar repentinamente. Entonces, tu cabeza se dispara hacia delante con rapidez y, antes o después, notas un dolor intenso en el cuello que no desaparece. Esta es la situación más común tras la que aparece el latigazo cervical, por lo que esta patología traumática se denomina también “lesión cervical por aceleración sin contacto”.

Esta afección es bastante dolorosa y reduce en gran medida la movilidad durante la recuperación. Puede extenderse a otras áreas del cuerpo, por lo que lo principal tras un episodio de este estilo es descansar. Por supuesto, lo primero que debemos hacer es acudir a un especialista para que nos administre el tratamiento adecuado.

¿Cuáles son los síntomas?

Para saber si sufres un latigazo cervical deben darse o haberse dado los siguientes factores:

  • Movimiento brusco del cuello, por acción propia o de terceros.
  • Dolor intenso en la zona cervical, que puede extenderse hacia la cabeza.
  • Rotura de ligamentos.
  • Contracturas en la musculatura de cuello, cabeza o incluso espalda.
  • Mareos o vértigos.
  • Dolor con el movimiento de la columna.

Estos síntomas pueden darse de forma aislada o conjunta, y variarán en función de los pacientes. Estos suelen coincidir en el dolor al mover la columna, ya sea en zona cervical o en lumbar.

Hombre con latigazo cervical

¿Cómo se trata el latigazo cervical?

Cuando acudamos al traumatólogo, el especialista en lesiones traumáticas como la lesión que nos ocupa, este nos examinará con detenimiento el área afectada en busca de lesiones mayores. El latigazo cervical puede derivar en males menos importantes, como algia (dolor) postraumática, pero también puede ocasionar un daño mayor, como problemas discales (en las vértebras).

Debido a que la zona de la lesión se concentra usualmente en el cuello, una de las primeras medidas preventivas será la colocación de un collarín, que reducirá la movilidad para evitar agravar el estado de las cervicales. La administración de analgésicos es otra práctica común, con el fin de paliar el dolor local, especialmente intenso horas después del traumatismo.

La ingesta de medicamentos continuará durante un periodo indefinido de tiempo, en función de la recuperación del paciente. Los más comunes serán los relajantes musculares y los antiinflamatorios. Asimismo, debido a las contracturas que un latigazo cervical causa, se aconsejará probablemente acudir a un fisioterapeuta que trate los músculos contraídos. Los masajes que activan la circulación y una alimentación adecuada puede ayudarnos también a acelerar la curación.

Mujer con dolor de cuello

¿Qué hacer durante la recuperación?

  • Como ya hemos visto, la medida preventiva más inmediata es la colocación de un collarín, que debemos mantener alrededor de 72 horas. Esto depende evidentemente de las indicaciones del médico, ya que lo llevaremos en función de la gravedad del episodio traumático. El collarín nos ayudará a inmovilizar la zona, para evitar realizar movimientos extraños por el dolor. No obstante, hemos de recordar que no mover la zona implica un atrofiamiento de la misma, por lo que no debemos llevar el collarín más de lo indicado por el especialista.
  • También es muy importante incidir en la adaptación de una postura cómoda y correcta para favorecer el correcto posicionamiento de las vértebras. Son fundamentales dos movimientos: la rectificación de las cervicales y de las lumbares. Para realizar la primera, debemos mover la mandíbula hacia atrás, hasta notar una rectificación de la columna. Para la segunda, giraremos la cadera hacia delante.
  • Cuando nos lo permitan, podemos realizar ejercicio controlado y moderado que nos ayude a fortalecer los músculos de las zonas dañadas. No es aconsejable el ejercicio cardiovascular, como el footing, ya que favorece los golpes entre las vértebras.
  • Es aconsejable continuar las visitas al fisioterapeuta durante la recuperación, para que nos ayude a controlar las contracturas.
  • Por último, continuar con el tratamiento médico mientras no lo contraindique el especialista nos ayudará a continuar con una vida normal. La administración de medicamentos es algo pautado sobre lo que no podemos actuar a nuestro antojo.

Hay que tener en cuenta que no siempre podemos volver a sentirnos como antes; algunas lesiones no terminan de curarse, y es importante entenderlo y aceptarlo. Nuestra calidad de vida se puede ver afectada, pero no podemos dejar que esto interfiera en el funcionamiento de nuestro día a día. Buscar apoyo emocional es importante para ello.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.