Diazepam: qué es y cuáles son sus efectos

A pesar de su extenso uso, hoy en día el diazepam se considera un medicamento que hay que manejar con cuidado y con indicaciones bastante claras. Te lo explicamos.
Diazepam: qué es y cuáles son sus efectos
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 22 diciembre, 2023

El diazepam (más conocido por su nombre comercial Valium ®) es un fármaco perteneciente a la familia de los ansiolíticos e hipnóticos. A día de hoy, este tipo de psicotrópico derivado de las benzodiacepinas sigue siendo uno de los más administrados (y efectivos) para el tratamiento de la ansiedad, el insomnio, los ataques de pánico y como sedante previo a ciertas intervenciones.

Todos hemos oído hablar del diazepam. Es más, puede que nos lo hayan prescrito alguna vez o es posible que alguien cercano a nosotros sea uno de esos pacientes habituados a tenerlo en su mesilla de noche. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo tiene incluido en su lista de medicamentos esenciales por una razón muy concreta: es una de las benzodiacepinas estándares más eficaces y utilizadas en la actualidad.

Sin embargo, hay un hecho que no podemos dejar de lado. Su uso es tan frecuente que en ocasiones llegamos a normalizar su administración. Sin embargo, no estamos ante un medicamento inocuo. El diazepam, como el resto de benzodiacepinas, conlleva un riesgo elevado de dependencia. Su administración debe ser puntual, controlada y delimitada en el tiempo.

“Tratamos el duelo y el miedo con pastillas como si fuesen enfermedades. Y no lo son”.

-Guillermo Rendueles, psiquiatra-

Diazepam: usos y mecanismo de acción

El diazepam fue la segunda benzodiazepina que inventó Leo Sternbach alrededor de los años 60. Es cinco veces más potente que su predecesor, el clordiazepóxido. Hasta aquel momento, los médicos prescribían a sus pacientes los clásicos barbitúricos, unos fármacos con una elevada dependencia y con efectos secundarios bastante serios.

Este fármaco se consideró por unos años como la «droga milagrosa». No obstante, poco a poco los médicos fueron conscientes de que estas pastillas no eran tan inocuas como se creía en un inicio. Es por ello que, en la actualidad, se receta con mayor precaución.

¿Qué es el diazepam?

El diazepam es un fármaco psicotrópico. Es decir, es un depresor del sistema nervioso central. Por tanto, lo queramos o no, lo que hace el famoso Valium ®, como el resto de benzodiacepinas, es «disminuir» la actividad del cerebro.

Lo consiguen actuando en distintas áreas del sistema límbico, del tálamo y el hipotálamo. Asimismo, una de sus principales ventajas es que no interacciona con el sistema nervioso autónomo. Es decir, no producirá ningún efecto secundario extrapiramidal (problemas motrices como discinesias o distonías).

Los neurocientíficos deducen que su acción se inicia al unirse a los receptores GABA para potenciar su actividad, que consigue una actividad inhibitoria del sistema nervioso. Esto es un mecanismo común a varias benzodiacepinas.

Después de ello, el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro se ralentizan para experimentar un estado prolongado de somnolencia, descenso en la ansiedad y relajación de los músculos.



¿Para qué se usa el diazepam?

Dados sus efectos sedantes e hipnóticos, el diazepam tiene los siguientes usos:

  • Paresias musculares (debilidad) secundarias a lesiones o problemas cerebrales.
  • Convulsiones y estado epiléptico.
  • Abstinencia del alcohol y los opiáceos.
  • Sedación antes de ciertos procedimientos.
  • Insomnio, aunque su empleo para estos fines es muy cuestionado. Solo bajo control y supervisión médica podría ser indicado.
  • Ansiedad, ataques de pánico y estados de agitación.
  • Trastornos del estado del ánimo como la manía. Suele utilizarse en combinación con el litio, el valproato o los neurolépticos.
  • Depresión con ideación suicida, en combinación con antidepresivos.

¿Cómo actúa el diazepam?

El diazepam se puede tomar por vía oral, intravenosa, intramuscular o rectal. Se recomienda siempre su administración por vía oral porque se absorbe rápido y bien. Llega al torrente sanguíneo en poco tiempo y su mecanismo de acción se inicia pasados los 15 o 45 minutos. La farmacocinética de este medicamento es la siguiente:

  • Una vez en la sangre, se redistribuye por todos los tejidos. Al poco tiempo llega al cerebro y a todo el sistema nervioso, ya que tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica.
  • Una vez aquí, y como ya sabemos, facilita la acción inhibitoria del neurotransmisor ácido gamma aminobutírico (GABA). De ese modo nos beneficiamos de su efecto relajante e hipnótico.
  • El metabolismo del diazepam se realiza en el hígado. Este fármaco tiene una vida bastante larga (entre 30 y 60 horas), por tanto, necesitamos que este órgano esté sano para poder metabolizarlo de forma efectiva.

Dosis

Las dosis las ajustará el médico especialista basándose en nuestras necesidades. No obstante, siempre suelen estar entre los 5 y los 10 miligramos (mg) al día. La dosis máxima jamás debe exceder los 40 mg diarios.

¿Se puede tomar diazepam sin receta?

El diazepam que solo debe ser ingerido por prescripción médica. No se recomienda tomarlo sin receta ni supervisión médica porque puede producir dependencia. Para disminuir este riesgo, es pertinente tener presentes las siguientes sugerencias:

  • Consultar de forma regular al médico.
  • No tomar el medicamento sin receta o supervisión médica.
  • No aumentar la dosis prescritas ni prolongar el tratamiento.

¿Qué efectos secundarios tiene el diazepam?

Lo señalábamos al inicio: la duración del tratamiento debe ser corta, supervisada por nuestro médico, no exceder de las 8-12 semanas y no superar nunca las dosis prescritas. Más allá de este periodo de tiempo, y si superamos las dosis recomendadas (o si los combinamos con otros por nuestra cuenta) las consecuencias pueden ser graves.

Veamos ahora qué efectos secundarios que tiene el diazepam, según información de Vademecum. Vale mencionar que los efectos son comunes a la mayoría de las benzodiazepinas.

Efectos secundarios más comunes del diazepam

  • Fatiga
  • Ataxia
  • Mareo
  • Temblor
  • Náuseas
  • Boca seca
  • Confusión
  • Depresión
  • Sarpullido
  • Irritabilidad
  • Somnolencia
  • Desinhibición
  • Estreñimiento
  • Problemas de equilibrio
  • Problemas de coordinación
  • Pequeños fallos de memoria
  • Función motora deteriorada

Efectos secundarios graves

  • Delirios
  • Síncope
  • Bradicardia
  • Hipotensión
  • Alucinaciones
  • Piel y ojos amarillentos
  • Colapso cardiovascular
  • Síntomas de abstinencia
  • Cambios de humor inusuales

En ocasiones, es posible desarrollar un cuadro de dependencia. Los síntomas pueden ser leves (temblores, nerviosismo, cefaleas, dificultad para hablar de forma fluida) o graves (taquicardia, falta de coordinación muscular y debilidad, respiración irregular, cambios en el estado de consciencia y somnolencia extrema).

¿Qué hacer en casos de sobredosis?

En estos casos, es necesario llamar a la línea de emergencias local o dirigirse al centro de salud más cercano. Al remitirse a un centro de salud, es útil que los familiares tengan, en la medida de lo posible, la siguiente información del paciente:

  • Cantidad ingerida
  • Hora en que fue ingerido
  • Nombre del fármaco (diazepam)
  • Edad, peso y estado de la persona


Contraindicaciones del diazepam y precauciones generales

El diazepam puede tener un efecto perjudicial en ciertas condiciones. Por lo tanto, se debe evitar el consumo de este medicamento si padece lo siguiente:

  • Miastenia gravis. Un trastorno del sistema nervioso que ocasiona debilidad muscular.
  • Hipersensibilidad a las benzodiacepinas.
  • Enfermedades de los pulmones o el hígado.
  • Tampoco se recomienda a mujeres que están amamantando.
  • Problemas respiratorios o apnea del sueño (afección en la cual una persona deja brevemente de respirar varias veces durante la noche).

El diazepam no debe administrarse durante el embarazo, pues el medicamento puede atravesar la placenta, acumularse en la circulación fetal y provocar complicaciones en los recién nacidos. Los pacientes de más de 65 años deben consultar primero con su médico, pues los adultos mayores tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos por interacciones con otros medicamentos.

Debido a que este medicamento puede ocasionar somnolencia, se recomienda no manejar ningún vehículo ni operar maquinaria hasta que el paciente sepa cómo le afecta.

Por último, se debe evitar el consumo concomitante de barbitúricos, alcohol u otros depresores del sistema nervioso central, ya que favorecen la depresión cardiorrespiratoria.

Cómo almacenar o desechar el diazepam

Para guardar este medicamente se deben tener en cuenta las siguientes sugerencias:

  • Colocarlo en un lugar seguro que se encuentre lejos de la vista y el alcance de los niños.
  • Conservarlo en su envase original y cerrado de manera adecuada.
  • Usar tapaderas de seguridad para que los niños no lo abran.
  • Almacenarlo a temperatura ambiente y lejos del calor o la humedad.

A la hora de desechar el medicamento, es importante que no se deposite en cualquier lugar, y mucho menos si queda al alcance de niños, mascotas u otras personas. Para ello, lo mejor es hablar con el farmacéutico o ponerse en contacto con las personas encargadas del reciclaje local para conocer acerca de los programas de devolución de medicamentos.

La problemática de los ansiolíticos

Pensemos que una buena parte de la población que recibe tratamiento para la ansiedad suele tomar diazepam durante periodos bastante largos, lo que supone generar dependencia y tolerancia al fármaco. Esto significa que poco a poco necesitaremos dosis más altas para conseguir el mismo efecto y nuestra salud será la que saldrá perdiendo.

Los psicofármacos, aunque válidos en muchos casos, no son siempre la mejor opción. La química adormece, relaja y atenúa preocupaciones, pero no soluciona los problemas. Es como ponerse muletas cuando te han herido de gravedad en una pierna: las muletas te permiten caminar, pero una vez que las dejes, si no hay otro tipo de intervención, vas a seguir imposibilitado.

En este sentido, utilicemos las muletas, pero no renunciemos a la operación (tratamiento psicológico). Hagámosle un espacio al enfoque psicológico y démosle la oportunidad a nuestro cuerpo y a nuestra salud de no adquirir una dependencia para vivir.


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