¿Qué es la dependencia emocional positiva o funcional?

La dependencia emocional sana existe y está basada en un apego seguro. Si deseas construir un vínculo más enriquecedor con tu pareja, en el siguiente artículo te ofrecemos todas las claves.
¿Qué es la dependencia emocional positiva o funcional?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 19 julio, 2023

Seguro que has leído y escuchado que no hay nada más peligroso en una relación de pareja como la dependencia. Ahora bien, ¿y si te dijéramos que existe la dependencia emocional positiva o funcional? Las personas somos seres sociales que se vinculan y en esos lazos que construyes siempre hay necesidades básicas que deben atenderse. En caso de no hacerlo, aparece el sufrimiento.

En los escenarios afectivos es normal necesitar atención, cuidado, reciprocidad y respeto. Todo ello configura lo que conocemos como apego seguro. Por tanto, esperar que tu pareja te ofrezca estas dimensiones no te convierte en dependiente emocional. Al fin y al cabo, el amor saludable también implica depender del otro para compartir inquietudes, solucionar problemas, disfrutar, entre otros.

A continuación, te describimos en qué consiste este tipo de dependencia y cómo construirla en el día a día.

La base de las relaciones de pareja felices y duraderas está en un apego seguro y en la capacidad de construir vínculos sanos, basados en una dependencia saludable.

Dependencia emocional positiva: ¿en qué consiste?

En psicología existe un término que, sin duda, te llamará la atención: nos referimos a la «paradoja de la dependencia». Consiste en entender que cuando construyes una dependencia emocional positiva, potencias, a su vez, la independencia en tu relación (Feeney, 2007). La idea parece contradictoria, pero cuando la analizamos en detalle nos ofrece un nuevo enfoque en materia relacional.

Cuando tu pareja y tú se ofrecen apoyo mutuo y se atienden las necesidades más básicas, se sienten más seguros y validados. Esto apaga nuestros miedos e inseguridades y contribuye a nuestra realización y libertad personal. La reciprocidad y la capacidad de atender las angustias del otro favorece la autosuficiencia y, con ello, el amor se fortalece mucho más.

Se trata de una dinámica afectiva muy enriquecedora. Profundizamos en sus características para comprenderla mejor.



El apego seguro

A menudo pasamos por alto el impacto que suele tener en las relaciones nuestras experiencias tempranas de infancia. En este sentido, trabajos como el publicado en Frontiers in Psychology destacan que habernos criado con un estilo de apego seguro promueve la existencia de una mayor intimidad en los vínculos afectivos.

Este es, sin duda, un aspecto que te permitirá construir en tu relación una dependencia más sana y funcional. Para ello, te describimos las características de este tipo de apego, con la intención de que puedas trabajarlo con tu pareja.

Autoestima saludable

Este constructo es ese tendón psicológico que fortalece toda relación y que te permite querer al otro sin olvidarte de ti mismo/a.

Confianza

Esta dimensión facilita que en la relación exista siempre honestidad y la sinceridad. Gracias a ella, se construye un vínculo seguro.

Comunicación emocional sincera y empática

Gracias a esta competencia, puedes expresar aquello que necesitas en cada momento sin esperar a que la otra persona tenga que adivinarlo.

Apoyo

Las relaciones sexoafectivas satisfactorias parten siempre de ese apoyo emocional y cuidado constante del uno con el otro. Saber que puedes contar con tu pareja en cualquier aspecto te confiere satisfacción y seguridad.

Independencia y autonomía

El apego seguro tiene como elemento nuclear que cada uno se perciba como una persona independiente, segura y madura. Esto permite respetar la identidad y espacio del ser amado.

La conexión emocional y el amor respetuoso no controla, tampoco alza alambradas para evitar que el otro se desarrolle de manera profesional y personal. Se ven como personas diferentes y con sus propias metas, que se han elegido para crear un proyecto en común.

Gestión emocional saludable

Tal y como advierte un estudio divulgado en Journal of personalityla ocultación de sentimientos y la mala regulación emocional tienen un serio impacto en las relaciones de pareja. Son situaciones en las que uno no expresa bien lo que siente, la comunicación es ineficaz, surgen las peleas y las necesidades mutuas no se comprenden ni se atienden.

Si conoces estas dinámicas y quieres crear una dependencia emocional saludable, te proponemos tener en cuenta los siguientes aspectos en esta materia:

  • Autorregulación de las propias emociones. En efecto, la dependencia emocional positiva requiere, en principio, que dispongas de buenas competencias para comprender lo que sientes y regular todo estado emocional de forma efectiva.
  • Empatía emocional y empatía cognitiva. En las relaciones sexoafectivas más sanas, las parejas conectan con las emociones de la pareja, comprenden sus realidades personales y, además, saben actuar en consecuencia.
  • Habilidad para regular las emociones de la pareja. Todos tenemos necesidades emocionales. Si tu pareja siente miedo, angustia o estrés por cualquier circunstancia, es adecuado saber ayudarla, ser ese apoyo capaz de aliviar esos estados más difíciles.

Este conjunto de competencias favorece una adecuada regulación en el ámbito emocional, capaz de afianzar una dependencia saludable y funcional. Saber que la otra persona es tu aliada cuando tienes alguna necesidad, aporta una gran seguridad y bienestar.

Las parejas que se definen por una dependencia emocional positiva se sienten seguras en su relación porque sus necesidades afectivas se atienden cada día. Esto favorece, a su vez, su propia independencia.

Conexión y complicidad

Cuando tienes una inquietud, un sueño, una preocupación, necesitas compartirlo con tu pareja. Y sentir esa necesidad no te convierte en un dependiente emocional. De hecho, nada es tan positivo y comprensible como desear expresar al ser amado aquello que te sucede, lo que te hace feliz, aquella idea que se pasa por la cabeza o cualquier anécdota del día.

La pareja es tu cómplice cotidiano y esa conexión es un componente de gran relevancia en la dependencia funcional. Con tal fin, te puede ser útil trabajar las siguientes dimensiones:

  • El poder de la buena comunicación. En efecto, como nos señalan en un trabajo publicado en Frontiers in Psychology, la comunicación es esa herramienta que no solo te permite gestionar mejor las diferencias. Gracias a ella, se enriquece el vínculo y logras esa conexión tan positiva.
  • El interés por los gustos, inquietudes y metas del ser amado. Amar es cuidar y, también, ser ese aliado de sueños, de proyectos y complicidades. Saber lo que le gusta a la otra persona y compartir de forma mutua sus pensamientos es un pilar más de la dependencia positiva o funcional.

¿Puede la dependencia emocional funcional volverse negativa?

Llegados a este punto, es probable que te preguntes si esa tipología de dependencia puede derivar en su versión más patológica. La respuesta es sí.

Trabajos como el divulgado en Terapia Psicológica nos señalan que los dependientes emocionales se caracterizan por experimentar sentimientos negativos y una sensación de vacío persistente. Son dinámicas que pueden aparecer en cualquier momento.

Toda relación puede pasar de la funcionalidad a la disfuncionalidad en este ámbito. Por ello, te servirá de ayuda conocer los indicadores más característicos. Son los siguientes:

  • Aparece la necesidad de control y los celos.
  • Empiezas a tener dificultad para tomar decisiones por ti mismo/a.
  • Tu pareja o tú empiezan a desarrollar un miedo excesivo al abandono.
  • Renunciar a todos tus sueños, proyectos y aficiones por estar siempre al lado del ser amado, es otro indicio.
  • La dependencia funcional se puede volver negativa cuando priorizas las necesidades del ser amado por encima de las tuyas.
  • Si se debilita la autoestima, es común necesitar que sea la otra persona quien te valide. Son situaciones en las que se espera que sea el otro quien te ofrezca el amor que ya no te sabes dar a ti mismo/a.
  • Si dejas de regular tus propias emociones y situas en el otro esta tarea, caerás en la dependencia disfuncional. La pareja no debe ser siempre esa figura que alivie todas tus angustias e inquietudes. Cada cual debe ser maduro y autosuficiente en esta labor.


El amor es un sano equilibrio entre la dependencia y la independencia

Para concluir, recuerda siempre que la dependencia emocional positiva es el reflejo de un amor maduro y consciente que trabaja a diario en su relación. Las parejas felices son aquellas que atienden las necesidades del otro sin descuidar las propias. Así pues, no dudes en disfrutar del cuidado, validación y la complicidad del ser amado, pero sin dejar de lado tu propia independencia.

Ser dos en un mismo proyecto exige de compromiso, respeto, reciprocidad y de una excelente comunicación. Por ello, aunque oigas muchas veces aquello de que «la dependencia es peligrosa», ten presente que existe una variante positiva que mediará en tu felicidad. Las personas somos seres que se vinculan y todos tenemos unas necesidades básicas para que esos lazos sean gratificantes.


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