8 señales de que estás en una relación de rebote

¿Acabas de iniciar una relación con alguien que no hace mucho dejó a su anterior pareja? En el siguiente artículo te damos las claves para ver si tienes un vínculo de rebote.
8 señales de que estás en una relación de rebote
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 25 julio, 2023

¿Has oído alguna vez la expresión «un clavo saca otro clavo»? Puede llegar a tu vida alguien que quiere iniciar de forma muy rápida un vínculo sexoafectivo, tras romper hace muy poco con su expareja. Te ilusionas, pero al mismo tiempo quieres ser prudente, porque lo que no deseas es derivar en los peligros de una relación de rebote.

En términos sencillos, se trata de lazos que alguien empieza de manera precipitada por un solo objetivo: olvidar al antiguo amor. Lo hacen sin un adecuado duelo por la anterior ruptura.

Las relaciones de rebote tienen un riesgo. Y es enamorarte de alguien que te usa como muleta emocional. En estos casos, será muy útil tener en cuenta una serie de señales para identificar el afecto real del interesado. Te damos toda la información durante la lectura.

Señales de que estás en una relación de rebote

La relación de rebote o relación «liana» es aquella que alguien empieza tras haber roto con su anterior pareja hace muy poco. Todo es efusivo, hay grandes dosis de dopamina y de endorfinas, pero detrás de esa dinámica emocional no siempre se esconde el afecto sincero. Lo que existe es un modo de parchear el sufrimiento por la ruptura previa.

Hay personas que buscan sustituir a un ex tras la ruptura reciente. Ese mecanismo resulta muy injusto para quien se enamora de forma sincera y descubre, al poco tiempo, que es utilizado con el fin de olvidar a alguien más.

Personality & Social Psychology Bulletin destaca en un trabajo que este tipo de dinámicas relacionales se explican, a menudo, por un apego ansioso. Estar con alguien nuevo les puede servir para desplazar su dolor o tristeza no afrontadas. Es un mecanismo de defensa con el que pretenden olvidar o dejar ir a una persona que ya no tiene espacio en su presente.

Si estás ahora mismo con alguien que dejó hace muy poco a su expareja y tienes dudas sobre si ese vínculo es auténtico o no, a continuación, te damos todas las pistas.



1. Aún no te conoce, pero ya eres el amor de su vida

Nadie puede negar que hay parejas muy sólidas y felices que iniciaron su relación justo después de que alguno de ellos dejara a su ex. Con esto queremos señalarte que no todas las relaciones de rebote están condenadas al fracaso; a veces, pueden salir bien. Lo importante es leer las señales y ver cómo prosperan las cosas.

Una característica fundamental es lo rápido que avanza el proceso de vinculación, pudiendo incluirse dentro de las alarmas las siguientes:

  • Pide exclusividad y que no estés con nadie más.
  • Te presiona para que te comprometas en la relación.
  • Esa persona tiene muy claro que eres su pareja ideal.
  • Se molesta si muestras dudas o pides ir más despacio.
  • Te cuesta creer en sus sentimientos porque apenas te conoce.
  • En una relación de rebote te pedirán empezar una vida juntos de forma muy rápida.

2. Está muy centrado/a en sus propias necesidades

Investigaciones como la publicada en Journal of Social and Personal Relationships refieren algo interesante. Las personas suelen iniciar relaciones de rebote para aumentar su confianza y demostrar que son deseables. Es decir, buscan demostrarse a sí mismos que pueden encontrar de forma rápida nuevas parejas. Así, lo que podrás percibir en estos vínculos es lo que pasamos a detallar:

  • Ves en esa persona conductas muy egoístas.
  • Sus necesidades importan más que las tuyas.
  • Está más centrado/a en sí mismo/a que en ti.
  • Lo que más busca es que refuerces su autoestima y su ego.

3. Falta de conexión emocional e intelectual

En una relación de rebote importa más la conexión física que la emocional. ¿Qué significa esto? Que le interesa más el sexo que en conocerte de manera auténtica. Son personas que compartirán tiempo contigo, pero no sentirás una cercanía emocional genuina. Enseguida, te explicamos cómo se manifiesta esta realidad:

  • Percibes que lo único que busca es no estar solo/a.
  • Dan siempre por sentado que estás bien y eres feliz.
  • Les incomoda que les hables de tus preocupaciones.
  • No sientes una conexión intelectual con esa persona.
  • No se interesa por tu pasado o tus experiencias diarias.
  • Tampoco te preguntarán por tus propósitos o metas vitales.

Frontiers in psychology recuerda en una publicación que la accesibilidad emocional se percibe casi siempre como más importante que la sexual; sobre todo para el sexo femenino. Este es, por tanto, un indicador que debes tener en cuenta.

4. Las relaciones de rebote tienen sus propias etapas

Esta tipología relacional suele pasar, por término medio, por seis fases muy concretas. Dichas etapas son las siguientes:

  • La persona que acaba de romper con su pareja empieza a buscar otras relaciones de forma constante.
  • Cuando te conoce atraviesa por un periodo muy intenso y romántico.
  • Te hace ver que eres el amor de su vida.
  • A los pocos meses surgen las discusiones y las diferencias.
  • La otra persona empieza a compararte con su expareja.
  • A partir de aquí, suceden dos cosas: la relación se rompe o se afrontan esas diferencias y se encuentra la estabilidad relacional.

5. Percibes muchas contradicciones

Pocas experiencias son más dolorosas que percibir ciertas contradicciones en tu pareja sexoafectiva. Son conductas en las que se dice una cosa y se demuestra otra. Asimismo, estas experiencias refuerzan en ti cierta sensación de desconfianza, hasta el punto de no sentir del todo seguridad en ese vínculo. Te describimos algunas de esas contradicciones:

  • Dice quererte, pero no se preocupa por ti.
  • Exige atención, pero esa persona no te cuida.
  • Demanda compromiso, pero no trabajan en él.
  • Insiste en que eres el amor de su vida, pero apenas te conoce.
  • Te pide ir muy rápido, pero luego la conexión emocional es lenta.
En los vínculos de rebote lo que buscan algunas personas es satisfacer sus necesidades: reforzar su autoestima, aliviar el dolor por la ruptura con la expareja y disfrutar de esa etapa efervescente del enamoramiento sin mayor responsabilidad.

6. Solo buscan pasarlo bien

Una investigación divulgada en Social Sciences vio que este fenómeno aparece de forma más significativa entre los hombres. No obstante, ello no quiere decir que las mujeres no lo lleven a cabo. Ahora bien, lo que más motiva a las relaciones de rebote es disfrutar, tener experiencias lúdicas para no pensar en la ruptura sufrida. Esto se suele manifestar de las siguientes maneras:

  • Asumen una actitud pasiva ante cualquier desafío que pueda surgir.
  • Tienes siempre la sensación de que el adulto en esa relación eres tú.
  • Quieren que todo sea fácil, que no exista ningún problema en la relación.
  • Si tienes un mal día y no estás disponible para ellos/as te lo reprocharán.

7. Sensación de ser utilizado/a

Sabemos que ya dispones de tu propio rodaje en materia afectiva. Tienes tu mochila emocional de experiencias y, si hay algo que te queda claro, es cuándo te utilizan. Y en efecto, a veces, las relaciones de rebote tienen como principal característica el sentirte como una marioneta que alguien manipula a su antojo.

Lo sabes porque no hay reciprocidad. También porque no existe un interés auténtico por tu persona. Entonces, esa sensación de vacío afectivo y de frialdad emocional es un claro indicio de que un vínculo no es sincero.

8. En esa relación hay tres personas

Decía Jacques Lacan que «el amor es la ilusión de hacer de dos uno». La frase es hermosa, pero, tal vez, ese proceso no se puede llevar a cabo porque hay una tercera figura: la expareja.

  • No encuentras tu espacio en esa relación.
  • Te suele comparar con ese amor pasado de su vida.
  • Sientes que tú no eres el ser más importante para esa persona.
  • Percibes que hay un duelo no realizado y que esto le condiciona.
  • Sus amistades y familia aún tienen presente a su pareja anterior.


¿Qué hacer si estás en un vínculo de este tipo y no eres feliz?

En realidad, estos vínculos afectivos son como cualquier otra relación. A veces te lanzas y apuestas por una persona sin saber lo que puede ocurrir. Quizás sale bien, pero también es probable que emerja el sufrimiento. Lo más relevante en estas situaciones es que examines cómo te sientes y tomes una decisión.

Analiza si en ese lazo afectivo percibes respeto, admiración, cuidado, amor y comprensión. Mira hacia tu interior y pregúntate si esa persona te trae felicidad o dudas.

Ten claro que un clavo no siempre saca otro clavo y que nadie merece ser ese parche temporal que alivie el dolor de una ruptura anterior. Una vez valores todas estas dimensiones, sé valiente y piensa qué hacer.

Una relación de rebote también puede funcionar

Llegados a este punto también conviene clarificar que, en ocasiones, esta tipología de experiencias tiene éxito. Iniciar una relación con alguien que acaba de dejar a su pareja no es siempre sinónimo de fracaso. Hay personas maduras y responsables que saben cómo construir un amor enriquecedor.

Si bien es recomendable realizar un duelo después de una ruptura, no puede omitirse que el destino es juguetón y te puede traer a alguien especial cuando menos lo esperas. Lo importante es ser sinceros y trabajar en ese compromiso emocional. Esa es la clave.


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