Ser pesimista también tiene sus ventajas

"Si crees de verdad que algo bueno te va a pasar, terminará ocurriendo". ¿Cuántas veces has oído un razonamiento similar? En nuestro día a día nunca faltan voces que salgan en defensa del pensamiento positivo, y de su relación con el bienestar. Pero, ¿y si también fuera sano y útil dejar un hueco para el pesimismo? ¿Y si ser capaz de ver el lado malo de las cosas también tiene su lado bueno?
Ser pesimista también tiene sus ventajas
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 27 marzo, 2020

Antes de profundizar en el asunto, hay que aclarar que ser pesimista no es lo mismo que ser depresivo o una persona tóxica. El pesimismo, estrictamente hablando, sólo tiene que ver con nuestra forma de calcular y gestionar las expectativas de éxito.

El “pesimismo defensivo” se define como la tendencia a reducir las expectativas de futuro con el objetivo de tener en cuenta todas las cosas que podrían salir mal. De esta forma, permite anticiparse y prepararse mejor. Esta estrategia suele ser adoptada por algunas personas proclives a la ansiedad con el objetivo de ser más productivos en su vida personal y profesional.

Así, “ponerse en lo peor” no sólo evita que nos paralice la posibilidad de fracasar, sino que permite usar el pesimismo como un modo de alcanzar nuestros objetivos. En definitiva, ser pesimista defensivo apuntala nuestra resiliencia: “pasarnos de optimistas” favorece una actitud despreocupada hacia los peligros, la cual nos deja indefensos ante las situaciones de riesgo y estrés cuando éstas surgen.

Mujer mirando por la ventana

Ser pesimista, ¿bueno para la autoestima y la salud?

Un estudio de 2008 siguió la trayectoria de un grupo de estudiantes a lo largo de sus años de universidad. Este concluyó que los que encajaban en el perfil de “pesimistas defensivos” experimentaron niveles significativamente más altos de autoestima, en comparación con otros estudiantes con tendencia a la ansiedad. De hecho, su autoestima se elevó prácticamente al mismo nivel que la de los optimistas  gracias a su capacidad para anticipar (y así evitar) los peores escenarios que pudieron imaginar.

Frieder R. Lang, doctor de la Universidad de Erlangen-Nuremberg, llevó a cabo una investigación entre personas mayores, evaluando la asociación entre optimismo/pesimismo y el riesgo de sufrir discapacidad o muerte a lo largo de una década. Sus hallazgos revelaron que ser demasiado optimista para predecir un futuro mejor se asoció con un mayor riesgo de discapacidad y muerte.

Tal como afirma Fuschia Sioris, psicóloga de la salud en la Universidad de Sheffield, “cuando los pesimistas enferman crónicamente, su visión negativa del futuro puede ser más realista y fomentar conductas conducidas a cuidar mejor de su salud. Además, añade que los pesimistas prevén que su salud puede empeorar en el futuro. Esto les permite también adoptar estrategias que les permitan un afrontamiento más efectivo del dolor.

Hombre preocupado

Ser pesimista, ¿fuente de serenidad y satisfacción?

Algunos destacados pensadores no sólo defienden el pesimismo defensivo, sino que se atreven a abogar por el pesimismo generalizado. Por ejemplo, el filósofo Alain de Botton (La arquitectura de la felicidad) defiende que lo que lleva a la amargura y a la ira, no es el pesimismo, sino la esperanza insatisfecha sobre nuestro trabajo, nuestra familia o la política.

Nuestra satisfacción en esta vida depende en gran medida de nuestras expectativas. Mientras mayores sean nuestras esperanzas, mayores serán los riesgos de rabia, amargura, decepción y persecución. […] Así, y por extraño que parezca, el pesimismo es una de las mayores fuentes de serenidad y satisfacción humana“.

En definitiva, tener en cuenta los posibles resultados negativos de distintas experiencias puede ayudarnos a plantear mejor las estrategias y, en definitiva, a conseguir mejores resultados. Esto, sin duda, nos llevará, contradictoriamente, a ser más felices.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.