Síndrome de Gerstmann, la incapacidad de reconocer los dedos
El síndrome de Gerstmann es una enfermedad neurológica rara. Es conocida por su característica más destacada: la imposibilidad del paciente de reconocer sus propios dedos. Sin embargo, más allá de este síntoma, es una enfermedad mucho más compleja y adquirida -el conjunto de síntomas aparecen luego de alguna lesión-.
Su nombre proviene de Josef Gerstmann, un joven ayudante del departamento de Neurología de la Universidad de Viena, Austria. Este estudiante describió un conjunto de síntomas en una mujer que había sufrido un accidente cerebrovascular. A partir de allí, la enfermedad compuesta por agrafía, agnosia digital y acalculia, llevaría su nombre.
Las causas del síndrome de Gerstmann
En primer lugar, se debe destacar que la mayoría de casos reportados surgen a partir de un problema vascular. Esta parece ser la principal causa de un síndrome que se caracteriza por la disolución del conocimiento morfológico de las manos y la incapacidad de operar con ellas. La sintomatología puede resumirse entonces en:
- Agnosia digital. Imposibilidad de reconocer los dedos de las manos. El paciente actúa como si no contara con sus dedos, como si no los tuviera.
- Agrafía. En conjunto con el síntoma anterior, estas personas pierden la capacidad de expresarse mediante la escritura.
- Acalculia. Los sujetos con síndrome de Gerstmann también pierden la capacidad de realizar operaciones aritméticas simples.
- Desorientación. Incapacidad para orientarse correctamente en el espacio, confundiendo o no reconociendo la distinción entre izquierda y derecha.
El daño adquirido
En 1930, Gerstmann terminó de describir el síndrome, estudiando las lesiones de sus pacientes. Se descubrió que la mayoría presentaba daños en el lóbulo parietal dominante, más específicamente en el giro angular.
En el lóbulo parietal se encuentra el homúnculo de Penfield, un mapeo somatosensorial del cuerpo. Dentro del lóbulo parietal existe una zona específica enfocada en los dedos.
Esta área es mucho más grande en proporción con el resto del cuerpo, debido a la importancia y cantidad de terminales nerviosas que tienen nuestras manos.
El giro angular
Esta área especialmente dañada en el síndrome de Gerstmann ocupa una porción posterior del lóbulo parietal. Está relacionado con la interpretación del lenguaje, la asignación de un código común para la información visual y auditiva.
Por lo general, los pacientes con este síndrome presentan un accidente vascular en la arteria cerebral media izquierda, que irriga el giro angular.
Características clínicas
Se debe aclara que el síndrome de Gerstmann suele presentarse de manera incompleta. Esto quiere decir que los tres principales síntomas no tienen que expresarse por obligación para realizar un diagnóstico.
En muchas ocasiones, no hay presencia de una agrafía y en su lugar es muy común la afasia semántica, un defecto en la comprensión de las estructuras lógico-gramaticales.
El síndrome de Gerstmann hoy en día
Dado que el síndrome fue descrito hace mucho tiempo, el avance de la ciencia ha supuesto que muchos de sus componentes están en debate. Actualmente se discute sobre la base orgánica del síndrome, proponiendo otras áreas del lóbulo parietal en la etiología del mismo.
La mayoría de los pacientes presenta lesiones en el lóbulo parietal izquierdo, hemisferio dominante en la mayoría de la población diestra. Las anomalías se producen a nivel cortical, por ende, en áreas de procesamiento complejo.
Diagnóstico
Las principales disciplinas que se encargan de abordar el diagnóstico de este síndrome son la neurología y la neuropsicología. Las sospechas suelen hacerse evidentes al proponer tareas que impliquen el reconocimiento de los dedos.
Desde la neurología, el diagnóstico comienza por pruebas exploratorias y se confirma mediante tomografías o resonancias magnéticas que permitan ver el tejido dañado. Así mismo, la neuropsicología se encarga de evaluar y valorar las capacidades cognitivas deterioradas mediante la observación clínica.
Tratamiento
Los tratamientos también se dividen y diferencian según el especialista. En resumen, siempre es necesario un abordaje combinado desde la neurología y la psicología.
- Tratamiento neurológico. El abordaje se basa en la atención del daño orgánico a través de procedimientos estandarizados. Entonces el tratamiento dependerá de si la causa fue vascular o por un tumor cerebral.
- Tratamiento neuropsicológico. Este abordaje se basa en trabajar en las funciones cognitivas afectadas por la lesión. Además, dada la variabilidad de los síntomas, el tratamiento debe ser individualizado y multidisciplinario.
- Psicoeducación. La información y concientización sobre el síndrome son muy importantes para trabajar los aspectos emocionales subyacentes.
Finalmente, ambos tratamientos deben estar enfocados en la recuperación funcional del paciente. Con objetivos que busquen un funcionamiento óptimo y desestimen el aislamiento.
En principio, a pesar de que el síndrome de Gerstmann es raro entre la población general, ha llamado la atención de investigadores y especialistas por sus características.
El interés radica en que el correcto funcionamiento del cerebro también depende del correcto funcionamiento vascular. Por ende, todas las actividades que configuren un factor de riesgo para el sistema circulatorio, también serán un peligro para el sistema nervioso.