¿Son los antidepresivos de por vida?
¿Los antidepresivos son para toda la vida? La respuesta corta es «no». Entonces, ¿dónde nace el mito? La cuestión es que en el tema de la salud mental y de los trastornos depresivos hay matices que lo cambian todo. Un porcentaje de los pacientes a los que les pautaron psicofármacos, en algún momento, sigue con ellos durante dos años o más.
Estos medicamentos funcionan, generan cambios cerebrales que permiten deshacerse de buena parte de la sintomatología que refuerza a la propia depresión. Sin embargo, por sí mismos, no resuelven los conflictos en los que pueda asentarse este trastorno.
De ahí la importancia de una intervención multidisciplinar, con una terapia que le devuelva la estabilidad a la persona, mientras los fármacos ayudan en el proceso. Haciendo una analogía: se trata de poner una lanzadera para ayudar al despegue, pero también de reparar el motor devolviéndole la autonomía al paciente.
Las personas que pasan más tiempo tomando antidepresivos tienden a presentar otras condiciones psicológicas y problemas vitales añadidos.
¿Son los antidepresivos para toda la vida? ¿Qué dice la ciencia?
Cuando recetan un antidepresivo por primera vez, lo habitual es tomarlo durante al menos 4 o 6 meses. Después de ese lapso, el médico pautará la retirada y planificará un seguimiento de la misma. Esto es lo ideal. No obstante, cada persona tiene un bagaje propio que los profesionales de la salud deben atender y supervisar.
Por otro lado, los antidepresivos existentes tienen como principal mecanismo de acción aumentar la disponibilidad de serotonina o norepinefrina. Ahora bien, estudios como los realizados por el University College London , en el 2022, indican que no hay evidencia suficiente para dar por cierta la idea de que la depresión se debe a un déficit de estos neurotransmisores.
El enfoque para tratar los trastornos depresivos no debe basarse solo en los psicofármacos. Se necesitan más estrategias, debido a los siguientes motivos.
1. Cada paciente tiene unas necesidades
El tiempo que algunas personas toman la medicación es demasiado, porque el objetivo último de la intervención es que el consumo desaparezca. Para ello se tienen que dar una serie de condiciones. El hecho de continuar con los psicofármacos suele desanimar, por no ver el final de esa etapa. Sin embargo, es necesario elegir muy bien el momento, porque una recaída sembraría una desesperanza más profunda.
Una exploración a gran escala, realizada en la Universidad de Carolina del Norte, reseñó que solo un tercio de quienes consumen estos fármacos se recuperan en pocos meses y por completo. El resto mejora un poco y necesita más tiempo para experimentar sus efectos.
También es frecuente ver a pacientes que están varios años consumiendo distintos tipos de antidepresivos, porque no acaban de encontrar el que se adapta a sus necesidades.
2. Las recaídas son frecuentes
Al estimar la duración de una intervención farmacológica para la depresión, hay que considerar las amenazas; quizás la más importante es la recaída. Investigaciones como las publicadas por la Universidad de Minnesota destacan que el 50 % de los pacientes que se recuperan de una primera depresión podrían recaer. Agregan que el 80 % de quienes sufren dos recaídas correrán el riesgo de una tercera.
En demasiados casos, sucede que se pauta la retirada del consumo, para después volverlo a indicar. Con el fin de evitar los efectos más adversos de las recaídas, es muy importante que el paciente conozca esta posibilidad y que en el momento de la retirada de la medicación cuente con un relato positivo, si llegara a producirse.
Es mejor anticipar esta gestión emocional cuando está bien y animado que en el momento de la desmejora, donde todo puede parecer oscuro. Herramientas como el relato contribuyen en positivo. Por otro lado, hay que acotar que la propensión a las recaídas tiene a menudo una base genética.
Hay mucha gente que consume antidepresivos durante décadas. La causa está en las recaídas constantes, las cuales se deben, a menudo, a factores genéticos, a condiciones personales más complejas y a la falta de un abordaje psicológico adecuado.
3. Factores por los que puedes estar toda una vida con antidepresivos
Hay múltiples variables que condicionan a que el tratamiento con antidepresivos sea más extenso en el tiempo. Cuando un paciente ha tenido entre dos o tres episodios de depresión mayor, la forma más grave, los médicos pueden recomendar seguir este tratamiento de forma prolongada. Y esto puede durar años. ¿Otros factores? Enseguida los listamos:
- Las recaídas periódicas.
- Diagnósticos incorrectos y enfoques terapéuticos poco eficaces.
- Cuando hay antecedentes de familiares con enfermedades mentales.
- Optar solo por antidepresivos y no recurrir a la terapia psicológica cronificaría la depresión.
- A menudo, la persona no deja de lidiar con experiencias estresantes. Los desafíos continuados, las adversidades y los problemas para dormir, por ejemplo, explicarían esta realidad.
- A veces, el paciente no encuentra ese antidepresivo que más se ajusta a sus necesidades. Esto puede hacer que esté años probando diferentes compuestos y recetas.
- Junto a la depresión pueden aparecer otras comorbilidades clínicas. Es decir, si además hay otro problema psicológico, es posible tomar psicofármacos durante más tiempo.
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¿Hay riesgos para la salud si tomas antidepresivos para toda la vida?
La prescripción a largo plazo de los antidepresivos no está exenta de riesgos. Sucede igual con buena parte de los fármacos consumidos por años. Ahora bien, en los últimos tiempos estos medicamentos cuentan con menos efectos secundarios; además, los médicos procurarán siempre guiar, para que suceda la posible retirada progresiva de los mismos o la sustitución por otros más suaves.
Sea como sea, debemos saber que los antidepresivos se vuelven menos efectivos con el tiempo. Este es un hecho que conviene considerar, con el fin de focalizarse en otras opciones según las necesidades particulares. Asimismo, la Universidad de Auckland, estudió cuáles eran los efectos de la administración prolongada de estos fármacos. Son los siguientes:
- Fatiga.
- Ideación suicida.
- Aumento de peso.
- Disfunción sexual.
- Desconexión social.
- Riesgo de sufrir diabetes.
- Entumecimiento emocional.
- Problemas gastrointestinales.
- Sensación de que uno se ha vuelto adicto.
- Limitación para sentir emociones positivas.
Por otro lado, las condiciones médicas de cada persona pueden hacer que esa administración extendida tenga unos efectos u otros. Pero lo más evidente es que los síntomas depresivos se intensifiquen. Esto puede impulsar a la persona a reforzar la idea de que debe seguir consumiendo dichos fármacos, cuando lo que se necesita es otro enfoque terapéutico.
Es necesario comentar al especialista qué tipo de efectos notas con los antidepresivos. Siempre se puede recetar otro psicofármaco que más se ajuste a las necesidades/particularidades.
¿Qué puedo hacer para que el consumo no se vuelva crónico?
Como se dijo al inicio, al preguntarse si los antidepresivos son para toda la vida, la respuesta debería ser «no». Pero cada persona evidencia unas particularidades y demanda de un abordaje ajustado a sus necesidades. Esto puede hacer que, en ocasiones, alguien esté varios años consumiendo este tipo de medicación.
Ahora bien, si deseas evitar esta situación, hay una fórmula: terapia psicológica y cambios en el estilo de vida. Y solo si el médico lo pauta, antidepresivos. Porque, aunque estos medicamentos son eficaces, lo único que abordan es el síntoma, pero nunca la raíz del problema. Es ahí donde entra la relevancia de recurrir a los psicólogos.
En la actualidad, la terapia cognitiva para la depresión con base en la atención plena, es la más eficaz evitando las recaídas. Estudios, como el llevado a cabo por el doctor John D. Teasdale, de la Universidad de Oxford, resaltan los beneficios de este enfoque. No dudes en dar el paso y en solicitar ayuda experta.
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