
En líneas generales, se puede decir que los traumas son experiencias vividas en etapas pasadas que pueden hacer que una persona se sienta «desbordada» a nivel psicológico. En vista de la gran carga emocional que le suponen a la persona,…
La superación del dolor emocional no es fácil. En esos estados en los que ciertos pacientes no responden a los enfoques más clásicos, puede usarse la terapia centrada en esquemas. Es un enfoque que integra diversas escuelas, como la gestalt y la cognitivo-conductual.
La terapia centrada en esquemas de Jeffrey Young es muy eficaz en casos de trastornos psicológicos crónicos o cuando estos no responden a otras terapias. Este interesante enfoque integra las teorías del apego, las corrientes de la Gestalt, el constructivismo, algunos elementos del psicoanálisis y también las propias bases cognitivo-conductuales.
Si hay algo que sabe todo psicólogo es que hay realidades clínicas muy difíciles de tratar. Las causas pueden ser varias: la personalidad del propio paciente, la tasa de recaídas e incluso el propio trastorno en sí. Pensemos, por ejemplo, que condiciones como los trastornos de personalidad (límite, antisocial, histriónico, etc.) presentan múltiples desafíos para todo profesional.
Aún más, este tipo de realidades psicológicas se benefician enormemente de enfoques más amplios, ahí donde combinar la propia terapia psicológica con la educación social, talleres e incluso con prácticas como el Mindfulness, tal y como nos revela un estudio llevado a cabo por la Universidad de Texas y la ciudad de Nueva York.
Los enfoques integradores funcionan, y el más destacado de ellos es sin duda la terapia centrada en esquemas, una estrategia que supuso en su día un avance respecto al tratamiento cognitivo de Aaron T. Beck.
“Los pacientes deben estar dispuestos a renunciar a sus estilos de pensamiento y conducta inadaptados para poder cambiar. Por ejemplo, hay personas que se aferran a esquemas dolorosos del pasado. Así, al permanecer en relaciones destructivas o al no establecer límites en sus vidas personales o laborales, perpetúan el esquema y no pueden hacer un progreso significativo en la terapia».
-Jeffrey E. Young-
El psicólogo Jeffrey E. Young ha pasado los últimos 20 años desarrollando la terapia centrada en esquemas a partir de su experiencia, y las demandas clínicas que cada día ha tenido que afrontar. Así, su libro Schema therapy, a practitioner´s guide, se alza como un manual tan interesante como completo. En él no solo ofrece las claves para que los profesionales puedan abordar los trastornos de personalidad más complejos.
También nos sirve como ejercicio de reflexión para entender que a veces no es bueno hacer uso en exclusiva de una única escuela psicológica. Los enfoques integradores como la terapia centrada en esquema aprovechan los recursos más eficaces de otras escuelas en beneficio del paciente. Veamos por tanto en qué consiste.
Esta terapia busca, como la propia palabra indica, identificar los esquemas disfuncionales de la persona que le empujan a pensar y comportarse de un modo problemático y dañino para sí mismo. Para ello aplica las siguientes pautas:
La terapia centrada en esquemas es especialmente efectiva para todos esos trastornos contenidos en el Eje I del DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). Son las siguientes condiciones clínicas:
Asimismo, el propio Jeffrey Young señala lo siguiente:
La terapia centrada en esquemas trabaja dos áreas básicas, dos conceptos teóricos que irá desgranando poco a poco a lo largo de cada sesión. Son las siguientes.
Dentro de la psicología cognitiva-conductual, un esquema es un patrón que determina la forma en que pensamos y nos comportamos. Muchos de ellos nos abocan al malestar, al sufrimiento y a establecer desde relaciones afectivas infelices hasta llevar un estilo de vida autodestructivo.
Jeffrey Young destaca la importancia de entender cuáles son las experiencias vitales tempranas, y descubrir también cómo es el temperamento emocional del paciente. En esta terapia el foco principal se centra en la detección de dichos esquemas y las dinámicas que los originaron.
Partiendo de cómo sean nuestros esquemas, aplicaremos un modo u otro de afrontamiento ante los desafíos cotidianos y los eventos que acontecen en nuestra realidad. El doctor Young diferenció cuatro tipos de estilos problemáticos:
Por término medio, la terapia centrada en esquemas suele durar cerca de un año. Es un trabajo profundo y laborioso que requiere de un trabajo en sintonía con el paciente. Así, y desde esa conexión terapéutica, se busca identificar esos esquemas problemáticos que vertebran el trastorno o el sufrimiento de la persona.
Más tarde, y a través de técnicas de la gestalt, el psicoanálisis, la terapia cognitivo-conductual y la terapia emocional, se intenta reconducir a la persona hacia la construcción de nuevos esquemas más válidos, eficaces y sobre todo saludables. Es un tipo de terapia tan interesante como útil en muchos casos.