Test de los ocho colores de Lüscher: ¿en qué consiste?
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
Explorar la personalidad es una de las tareas más fascinantes en las que nos hemos embarcado como sociedad. Esto no solo sirve para detectar conflictos y patologías, realizar diagnósticos e implementar tratamientos, también es de gran utilidad en el ámbito de los recursos humanos y la selección de personal, a fin de ajustar puestos y candidatos de una forma óptima. A este respecto, el test de los ocho colores de Lüscher es una de las opciones más utilizadas.
Existen diferentes senderos e instrumentos para explorar la personalidad: entrevistas, test, cuestionarios, ejercicios prácticos… En consulta, las pruebas psicométricas estandarizadas suelen ser la primera elección, debido a su fiabilidad y validez científica.
Por varias razones (poca estandarización, difícil interpretación, sensibilidad a las circunstancias en las que se administra y validez científica cuestionable), en muchos menos casos se utilizan los test proyectivos (entre los que se encuentra el test de los ocho colores de Lüscher).
¿Qué es el test de los ocho colores de Lüscher?
Este test es una prueba proyectiva y, por tanto, cargada de subjetividad. Su valor reside en que nos puede permitir obtener información de difícil acceso, como determinados conflictos internos, fantasías o mecanismos de defensa. Este tipo de elementos son difíciles de reconocer y de verbalizar; en este sentido, los test proyectivos pueden lograr crear el escenario necesario para ello.
El test de los ocho colores fue creado en 1947 por el psicoterapeuta suizo Max Lüscher. Diseñó esta prueba para evaluar la psicología y la emocionalidad de las personas en función a su preferencia por determinados colores, tomando como base el hecho de que cada tono cromático de los presentados se relaciona con ciertos estados de ánimo y necesidades.
Ese es el componente objetivo de la prueba, ya que de forma global, una misma estimulación cromática genera la misma respuesta en todos los individuos. No obstante, también existe un componente subjetivo en tanto que unas personas pueden sentir preferencia por determinados colores y otras rechazarlos. Uniendo en la interpretación estas dos variables se llega a curiosas e interesantes conclusiones.
¿Cómo se aplica?
La aplicación de este test es sencilla. Generalmente, se utiliza una versión reducida, basada en la original y de la que hoy hablaremos. En este caso, se presentan ocho tarjetas a la persona, cada una de un color diferente, y se le pide que las ordene según su preferencia. Así, en el primer puesto colocará el color que más le agrade y en el último el que le cause más rechazo.
Es importante que a la hora de ordenar se centre únicamente en la estimulación cromática, en las sensaciones que el color le genera. Es decir, no debe escoger por relación (por ejemplo: el azul porque me recuerda al mar) ni por preferencia personal. Son las sensaciones las que deben guiar la elección.
Interpretación del test de los ocho colores de Lüscher
A la hora de interpretar se tienen en cuenta tanto los significados asociados a cada color como las posiciones escogidas por la persona para cada uno de ellos.
Así, se espera que los colores básicos (rojo, azul, amarillo y verde) se encuentren en las primeras posiciones, ya que simbolizan necesidades psicológicas fundamentales. De igual modo, el negro, el marrón, el violeta y el gris han de situarse en los últimos puestos; de lo contrario, podría indicar algunas tendencias negativas.
Significados asociados a los colores
Para comprender mejor la interpretación del test, te mostramos los significados relacionados con cada color:
- Azul: representa la necesidad de satisfacción y afecto. Simboliza la tranquilidad, la pasividad y el reposo. Si se encuentra en las primeras posiciones, indica que la persona busca y necesita serenidad y armonía.
- Verde: necesidad de autoafirmación. Se relaciona con los instintos de autoconservación y la necesidad de defenderse. Si ocupa puestos muy bajos, puede indicar problemas de dependencia hacia otros.
- Rojo: alude a la acción externa, a la necesidad de actuar, conquistar u obtener. Su posición nos indica si la persona desea mayor actividad o, por el contrario, frena sus impulsos.
- Amarillo: simboliza el optimismo y la proyección a futuro. En principio, cuanto más alto esté, más capaz será la persona de afrontar las situaciones vitales con energía.
- Violeta: es representativo de transformación pero también de inestabilidad. También se relaciona con la vanidad (en los primeros puestos) o con la sensibilidad y la empatía si ocupa posiciones centrales.
- Gris: es el color de la neutralidad y la indiferencia (deseada si encabeza la lista y rechazada si ocupa los últimos lugares).
- Marrón: simboliza las necesidades corporales y biológicas. Cuanto antes aparezca en la lista mayor será el deseo de la persona de satisfacerlas; y, cuanto más abajo se encuentre, indica mayor represión y rechazo al respecto.
- Negro: representa la agresividad y el enfrentamiento y nos muestra si la persona lo desea, lo está ejerciendo actualmente o lo rechaza y reprime (en función del puesto que este color ocupe en su lista).
Validez y fiabilidad del test de los ocho colores de Lüscher
Al tratarse de un test proyectivo, su interpretación es muy subjetiva. En muchos casos son necesarios años de experiencia para que un profesional sea capaz de conseguir información valiosa al administrar este tipo de pruebas.
Así, se trata de recursos que pueden ser muy peligrosos en manos de profesionales que no tengan la destreza y la precaución necesarias para utilizarlos: una mala interpretación puede hacer que una terapia se edifique sobre cimientos que no tienen nada que ver con el problema del paciente. En estos casos, siempre habría consecuencias lesivas, siendo la menos dañina el retraso a la hora de poner en marcha una intervención que realmente sí sea adecuada.
Te podría interesar...