Tipos de TOC

¿Conoces los diferentes tipos de TOC que existen? En este artículo, describiremos los más frecuentes y explicaremos el tipo de compulsiones con las que se suelen manifestar.
Tipos de TOC
Leticia Aguilar Iborra

Escrito y verificado por la psicóloga Leticia Aguilar Iborra.

Última actualización: 12 enero, 2021

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se identifica por la presencia de obsesiones y compulsiones que generan interferencias en la calidad de vida. Las personas que padecen TOC suelen prestar atención a los contenidos obsesivos para poder librarse de ellos mediante determinados rituales.

Estos rituales pueden manifestarse externamente a través de repertorios conductuales que son observables por los demás. Sin embargo, algunas de las compulsiones que se realizan en el TOC pueden manifestarse de manera interna, siendo la persona el único testigo de esos rituales.

¿Qué es el trastorno obsesivo – compulsivo (TOC)?

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es reconocido en el Manual estadístico y psiquiátrico de los trastornos mentales (DSM V), siendo una categoría nosológica independiente. El TOC se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones.

Las obsesiones pueden manifestarse en forma de imágenes, pensamientos e impulsos persistentes de los que la persona se vale para poder controlarlas, ya que suelen interferir en la vida diaria. A pesar de que la persona reconozca que estos contenidos son productos de su mente, no combatirlos mediante compulsiones genera en la persona un intenso malestar.

Así, las compulsiones son el arma que tiene la persona frente a las obsesiones. Las compulsiones en el TOC se caracterizan por ser actos que la persona realiza en aras de eliminar, reducir o neutralizar las obsesiones previamente descritas. Estas compulsiones pueden traducirse, por ejemplo:

  • Lavado de manos constante.
  • No tocar superficies.
  • Comprobaciones de clasificación y orden.
  • Contar o repetir palabras en silencio.
  • Rezar un número determinado de veces.
  • Etc.

El objetivo de las compulsiones es la prevención de algún acontecimiento o situación futura. De esta manera, las compulsiones se convierten en una forma de evitación frente a una posibilidad muy remota o directamente inexistente. La persona es consciente de que lo que hace tiene muy poco sentido, pero lo hace porque es la única forma que conoce de rebajar sus niveles de ansiedad.

Mujer lavándose las manos

Tipos de TOC

Las manifestaciones clínicas del contenido de las obsesiones y de los actos compulsivos se pueden resumir en los siguientes tipos:

Contaminación

Usualmente, las obsesiones centradas en la contaminación se refieren al miedo a gérmenes, suciedad, toxinas, fluidos, etc. La persona teme contagiarse o infectarse. Un temor que puede ser variable: en algunos momentos puede tenerse miedo a, por ejemplo, sufrir algún tipo de cáncer y, en otros, a contagiarse de alguna enfermedad sexual.

El lavado de cara y manos es la compulsión más frecuente en este tipo de casos, además del uso de productos de limpieza y de geles higienizantes. El lavado de la zona en contacto con algún agente externo es inmediato. Es frecuente que la persona se duche o lave la zona expuesta un número concreto de veces. En consecuencia, puede suceder que el lavado frecuente produzca eccemas por el lavado compulsivo en el TOC.

Duda patológica

En este tipo de TOC, la persona se siente invadida por preocupaciones sobre el futuro y sobre la responsabilidad de sus actos. Por ejemplo, revisar el trabajo que ha realizado en su puesto de trabajo ante el miedo de haber cometido algún error, y por tanto miedo a ser despedido o bien, proceder a confirmar un número determinado de veces que la alarma está puesta para poder despertarse al día siguiente.

Las compulsiones realizadas en este caso derivan en rituales de confirmación que pueden requerir varias horas. Así, la persona sigue conectada con esa duda y con los comportamientos que le pide su mente hacer para que todo esté en orden.

Simetría

Otro de los tipos de TOC se enfoca en la necesidad de que los objetos tengan un orden y una alineación determinada. Pero no solo la simetría va relacionada con objetos que se pueden tocar, sino también con actividades o movimientos. Por ejemplo, para llegar a un lugar, la persona puede tener varias opciones.

Una persona con TOC y obsesiones de simetría puede sacrificar un montón de tiempo eligiendo una de ellas porque esta es la única que encaja con sus patrón.

Así, esta forma de tomar decisiones puede volverla muy lenta. En el trabajo, para redactar un informe; en casa, para doblar la ropa; con los amigos, para elegir restaurante. Es decir, en este caso la obsesión, y la compulsión derivada, puede convertirse en un pesado lastre para la eficacia de la persona. Por otro lado, el hecho de que para ella solo exista una manera de proceder, puede hacer que se trasforme en un jefe complicado de seguir.

Hombre ordenando lápices

Somáticas

En este tipo de TOC, la persona tiene miedo a contraer alguna enfermedad grave. En estos casos, la persona suele revisar sus síntomas y confirmar si estos se dan actualmente o no sobre la parte del cuerpo motivo de preocupación.

Estos temores también pueden verse en otros trastornos como por ejemplo la hipocondría. Sin embargo, a diferencia de la hipocondría, las personas con TOC suelen tener además otro tipo de obsesiones y compulsiones adicionales y no suelen presentar síntomas somáticos ni viscerales de la enfermedad.

Agresividad y sexualidad

En este tipo de TOC, la persona experimenta un gran temor a hacerle daño a alguien. El contenido de los pensamientos suele ser muy desagradable para las personas con TOC, evitando en muchos casos el contacto social por miedo a no poder controlar un impulso que dañe a otros.

El resultado deriva en el aislamiento, acentuando en algunos casos los síntomas obsesivos. Como forma de controlar este tipo de pensamientos, además de evitar el contacto social, la persona puede realizar compulsiones mentales como rezar.

Tratamiento psicológico para el TOC

En lo que respecta al tratamiento del TOC, la terapia cognitivo-conductual ha sido el enfoque estrella y la exposición con prevención de respuesta (EPR) la técnica más empleada. Sin embargo, actualmente, se ha visto además la efectividad de las terapias de tercera generación, concretamente, la terapia de aceptación y compromiso (ACT) como forma de relacionarse de manera diferente con el contenido de las obsesiones.

Es importante que la persona con TOC se relacione con el contenido de las obsesiones, que las contraste con la realidad y permita que la ansiedad crezca hasta que de manera natural esta vaya disminuyendo. En cierta manera, podría decirse que las compulsiones son las que atrapan al individuo en la lucha de eliminar las obsesiones, haciéndolas cada vez más intensas.

Así, la vida de una persona se puede convertir en la lucha contra una obsesión. Una trasformación vital que a menudo da paso a otros trastornos, como puede ser la depresión.


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