Tusibí: la droga de la alta sociedad
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La proliferación de las drogas en nuestras sociedades actuales es aterradora. Las personas consumen de acuerdo con sus gustos, accesibilidad y disponibilidad. En los últimos años ha ganado fama un nuevo producto: el tusi o tusibí.
Esta droga se vende en polvo o en pastillas que, por lo general, son de color rosado. Está formada por distintas sustancias estimulantes, depresoras y psicodélicas. ¿Te suena familiar su nombre? Tal vez hayas oído hablar de ella como «cocaína rosada» o como «la droga de la alta sociedad».
En este artículo te contaremos cuál es la composición del tusibí y sus efectos. Te daremos también una serie de recomendaciones y reflexionaremos sobre cómo podemos prevenir su consumo en adolescentes. Profundicemos.
¿Qué es el tusi?
El tusi, o tusibí, es un cóctel de diferentes sustancias, una mezcla perjudicial para el organismo. Aunque en distintas preparaciones se han hallado ciertas sustancias en común, lo cierto es que sus componentes pueden variar de una combinación a otra, dependiendo del preparador. Por lo tanto, no se tiene una receta estándar.
Según análisis de laboratorio de Energy Control , financiados por el Ministerio de Sanidad de España, el tusi contiene tres sustancias principales: ketaminas, cafeína y MDMA (éxtasis).
En las muestras que se analizaron, la concentración de cada una de ellas variaba. En promedio, la ketamina se encontraba en el 34 % del producto total; la MDMA en el 11 % y la cafeína en el 14 %.
Muchas personas creen que el tusi es en esencia 2C-B (4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina), pero no, no lo es. Aunque los comercializadores lo hacen pasar por ella, en realidad o no contiene esta feniletilamina o la tiene en poca concentración.
En una entrevista para el diario El Tiempo, Julián Quintero, director de Corporación Acción Técnica Social (ATS), una organización sin ánimos de lucro dedicada a educar sobre el consumo de sustancias, sostiene también que:
«Lo que hemos encontrado al analizar estas muestras es que en la mayoría de los casos es probable que no superen el 20 % de 2CB, el resto son adulterantes…».
Tal y como señala un informe del año 2021 de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), el 2C-B es extremadamente raro en Iberoamérica. Debido a ello, y como bien detalla una extensa investigación de InSight Crime, la droga se empezó a cortar y combinar con otros químicos para aumentar la distribución y ventas; hasta el punto de crear una mezcla que apenas contenía 2C-B.
¿Qué más se sabe de su composición?
Los análisis de Energy Control, realizados entre 2019 y 2021, nos han dejado resultados interesantes que nos dan luces sobre lo que las personas están consumiendo cuando acceden al tusibí. Veamos un poco más.
De las 72 muestras de tusi que se examinaron procedentes, en mayor medida, de Madrid y Cataluña, se encontró que 32 de ellas contenían ketamina, MDMA y cafeína; 14 tenían ketamina y MDMA; y en las restantes había una combinación de estas tres sustancias con otras.
¿Y qué hay del 2C-B en las muestras? Como ya señalamos, las concentraciones o son nulas o muy pocas. En los análisis mencionados solo se registró 2C-B en 5 de las muestras de tusi.
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Algunos expertos han alertado que algunos «cocineros» añaden a la fórmula opioides y benzodiacepinas con la intención de generar adicción. La composición final es muy variable, y la mayor parte del tiempo quien accede a la droga ignora por completo qué está comprando realmente.
Efectos del consumo de tusibí
Hemos visto que el tusi tiene distintas sustancias que varían en concentración de una muestra a otra. Esto hace que sus efectos sean diferentes. Si presenta mayor cantidad de ketamina, se puede experimentar:
- embriaguez
- euforia
- desinhibición
- disminución de la sensación del dolor
- alteración en la percepción del tiempo
- alucinaciones
- placer
- relajación
- estado de ánimo positivo
La ketamina es una droga muy potente y peligrosa. En dosis altas puede causar pérdida del conocimiento, coma, convulsiones, derrames cerebrales, asfixia y paro cardíaco, así lo señala un artículo publicado en la revista académica Atención Primaria.
Por otro lado, si el tusibí presenta una mayor concentración de éxtasis, una persona puede experimentar:
- estimulación física
- euforia
- sensación de conexión social
- sociabilidad
- necesidad de comunicarse
- amplificación e intensificación de las sensaciones emocionales
- aumento en la sensopercepción de los estímulos
El éxtasis genera placer inmediato, ya que propicia la liberación de la dopamina y la serotonina en el cerebro. No obstante, según un artículo publicado en Basic and Clinical Neuroscience en 2020, pueden causar daños neuronales, debido a la desregulación de los neurotransmisores y al incremento del estrés oxidativo.
De acuerdo con el proyecto Échele Cabeza de la Corporación Acción Técnica Social, algunos efectos no deseados que se pueden presentar son los siguientes:
- dolor de cabeza
- náuseas
- disminución de la coordinación motriz
- sangrado nasal
- estados de ansiedad o pánico
No podemos dejar de mencionar que, al igual que otras drogas, la dependencia al tusi genera consecuencias negativas tanto a nivel social como laboral y personal. No solo el adicto se ve afectado, sino también las personas cercanas a él, en especial su familia, así lo podemos ver en los resultados de este estudio publicado recientemente en Current Drug Research Reviews.
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¿Cómo prevenir el consumo entre los jóvenes?
Para prevenir el consumo y sus consecuencias, la mejor acción es concienciar a los adolescentes, donde el rol de la familia juega un papel importante. La mayoría de las familias comenten el error de desplazar la problemática a los hijos o en quien padece la adicción.
No obstante, la problemática es un sistema en el que todos han aportado de alguna manera a su aparición. Por ende, todos «deberían asumir la responsabilidad». Prevenir es el mejor camino y es mucho más cómodo que intervenir.
Hay que prevenir desde la casa, darles a los jóvenes herramientas para tener un pensamiento más crítico, para autorregularse, para reafirmar su identidad y mejorar su autoestima. La crianza en clave en todo esto, la confianza y los límites en el hogar.
Por lo general, la adicción suele ser un síntoma de que todo el sistema familiar se ha debilitado y aparece por un eslabón visible. Se debe atender esta respuesta como una oportunidad de mejorar, con apertura, humildad, con la capacidad de reconocer lo que a cada quien le corresponde para mejorar la situación. Dicho esto, es importante recalcar que los hijos no se pierden en la calle, sino en casa.
Consideraciones finales sobre el consumo de tusibí
Para terminar, queremos dejarte bien claro que, aunque la palabra tusibí o tusi derive de la fonética de 2C-B (tu-ci-bi, en inglés), no es lo mismo que esta feniletilamina. Socialmente se han equiparado y en muchas páginas webs se las toma como sinónimos, pero no son una misma droga. No te dejes engañar.
El tusibí tiene repercusiones negativas sobre la salud física y mental, al igual que todas las drogas lo tienen, y más si son capaces de generar dependencia. Te invitamos a que tengas precaución con su consumo, pues, como dice el dicho, «vale más prevenir que lamentar».
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