Vermeer y la chica del arete de perla

El artista holandés que creó pinturas que se encuentran entre las imágenes más queridas y veneradas de la historia del arte. Aunque solo unos 36 de sus cuadros sobreviven, estas obras raras se encuentran entre los mayores tesoros de los mejores museos del mundo. ¿Conoces la respuesta a los misterios en torno a su vida?
Vermeer y la chica del arete de perla
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 mayo, 2019

En nuestros días, el nombre Vermeer evoca instantáneamente la imagen de la niña inmortalizada en la pintura La joven de la perla. Y es que se trata de una de las obras pictóricas más fácilmente identificables por el gran público. Esta pieza es tan importante que se la denomina la Mona Lisa del Norte.

La esplendorosa interpretación del maestro holandés del siglo XVII de una niña ordinaria se ha convertido en un icono universal. El cuadro muestra a la joven, sobre un misterioso fondo oscuro, y destaca una perla brillando sobre su lóbulo.

El arte de Vermeer se convirtió en el canon de las obras de arte de la Edad de Oro holandesa; su obra es íntima y costumbrista. Dedicó su maestría a explorar los momentos de la vida cotidiana, a documentar los espacios interiores, el epítome del género barroco.

Sin embargo, su dominio del pigmento y de la luz elevó al artista más allá del reino de sus contemporáneos. Su talento le permitió vislumbrar de manera inimitable el estilo de vida de su tiempo.

Mujer echando agua

Vida temprana de Jan Vermeer

Durante cientos de años, la gente ha estado fascinada e inspirada por las pinturas de Johannes (también conocido como Jan) Vermeer. Este pintor es, a menudo, considerado el pintor holandés más respetado de la historia. Sin embargo, su vida y su arte están envueltos en un misterio.

Vermeer nació en 1632 en Delft, Países Bajos, aunque no se conoce la fecha exacta. Nació en el seno de una familia de clase media baja. A Johannes Vermeer van Delft, también se le conoce como Joannis ver Meer o Joannis van der Meer.

Su padre, Reijnier Jansz, era un artesano tejedor de seda que se convirtió en posadero y, posteriormente, en comerciante de arte. De estas labores de comercio, germinó en el joven Vermeer el gusto por la pintura.

Se cree que su madre, Digna Baltus, era una ama de casa analfabeta. Esta creencia comenzó porque Baltus firmó con una ‘X’ en lugar de su nombre en su certificado de matrimonio.

Cuando el padre de Vermeer murió en 1652, el joven Johannes heredó los dos negocios de su padre. Antes de este evento, sus primeros 20 años de vida, apenas están documentados. A pesar de la muy extensa investigación, no se ha encontrado una respuesta clara.

En 1653, Vermeer se casó con Catherina Bolnes y se convirtió al catolicismo. La pareja tuvo 15 hijos, cuatro de los cuales murieron.

Curiosamente, con once niños corriendo, solo dos de las pinturas de Vermeer retratan directamente a los niños. Por el contrario, su esposa Catherine sirvió como modelo para muchos de los trabajos de Vermeer.

Obra temprana y madurez

En la carrera temprana de Vermeer, el artista se centró en la producción de pinturas basadas en historia. Además, en este momento, recreó muchas escenas de la Biblia y la mitología clásica.

Gracias a su suegra, María, Vermeer logró acceder a los ciudadanos más ricos de Delft, como Pieter van Ruijven. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, Vermeer nunca abandonó su ciudad natal y se basó únicamente en el patrocinio local para sus comisiones.

Se cree que Johannes y Catherine vivieron una feliz vida matrimonial hasta la muerte prematura de Vermeer en 1675. Se cree que murió a causa de un derrame cerebral. La pareja estuvo casada​​ durante 22 años.

Catherine apoyó el trabajo de su esposo. Como la mayoría de los artistas durante estos tiempos, Vermeer también acumuló una serie de deudas que le quedaron a su familia después de su muerte.

El limitado éxito de Vermeer tuvo que ver con la imposibilidad de encontrar encargos fuera de Delft. Además de el hecho de no haber salido de la ciudad a comercializar sus obras y talento.

Su escaso éxito también está relacionado con la limitación de los materiales con los que trabajaba. Vermeer, a diferencia de Rembrandt, no trabajó con grabados, que eran extremadamente populares en ese momento.

El poco éxito del pintor en ese momento histórico se debe también a circunstancias fortuitas. Por ejemplo, la guerra franco-neerlandesa. El hecho que de que las tropas constantemente invadieran la ciudad tuvo repercusión en el florecimiento del mercado del arte.

Mujer pesando en una sala

Muerte y misterios de Vermeer

El maestro Vermeer enfermó y murió cuando corría el año 1675. Ese diciembre, se ofició su entierro en Delft. Dadas las deudas que poseían, su esposa se vio forzada a renunciar a su herencia y, como consecuencia, sus bienes fueron confiscados por sus acreedores.

Vermeer fue el jefe del gremio de artistas de Delft, un grupo de artistas que se encontraban para aprender unos de otros y discutir técnicas.

Aunque fue muy respetado por sus compañeros, murió pobre y casi completamente desconocido durante unos largos doscientos años. Cuando su obra fue redescubierta por el arte mundial en el siglo XIX, los misterios que rodean su vida resurgieron.

¿Cómo dominó Vermeer el arte de crear claridad en sus pinturas, muchas de las cuales podrían, a primera vista, confundirse con fotografías? ¿Cómo capturó tanta luz y sombra cuando sus pinturas tardaron muchos meses en crearse? Estas preguntas quedan sin respuesta.

Hay quienes sostienen que su dominio fue, sencillamente, inigualable. Otros dicen que creó un tipo temprano de cámara, llamada ‘cámara oscura‘, que le permitió ‘detener el tiempo’ y estudiar los efectos de la luz. Por otro lado, hay quienes encuentran fallas en sus pinturas o las atribuyen a alguien más.

Vermeer, usualmente, pintaba retratos o escenas de personas haciendo su trabajo diario. Tan solo se le atribuyen dos paisajes. El pintoe entendió el efecto de la luz y la reflexión sobre una persona o un objeto. Los expertos en arte atribuyen el realismo de sus pinturas a este hecho. Esencialmente, Vermeer reconoció que el ojo no ve todo el objeto y su color real, debido a los efectos de la luz y la reflexión.

La joven de la perla

Mirando de cerca las pinturas de Vermeer, podemos ver sus firmas inconfundibles, el uso de la luz y la capacidad de plasmar vida real. La joven de la perla es una de sus obras más famosas.

La pintura muestra a una niña, su pendiente refleja prodigiosamente la luz, mientras ella gira su mirada hacia el pintor. De esta pintura, maravillan las sombras proyectadas en la mejilla y la nariz de la niña que se desvanecen en el fondo.

La pintura proporcionó la inspiración para la novela de Tracy Chavalier en 1999, y una película unos años más tarde.

Sin lugar a dudas, se trata de una de las pinturas más emblemáticas de la historia del arte, uno de esos símbolos que, aunque no seamos expertos en la materia, podemos reconocer y disfrutar.


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  • Lapoujade, M. N. (2006). La imaginación estética en la mirada de Vermeer. Herder.
  • Westermann, M. (2003). Vermeer y la imaginación interior. In Vermeer y el interior holandés (pp. 59-93). Museo Nacional del Prado.
  • Lamelas, G. F. (2011). Arte y clases sociales; Vermeer y Meunier. Revista de Claseshistoria, (11), 10.

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