Viajar mejora tu salud cerebral

Viajar mejora tu salud cerebral
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 septiembre, 2020

Viajar mejora tu salud cerebral, porque alejarnos de nuestros mapas cotidianos para descubrir otras tierras, nuevos vientos y sugerentes escenarios tiene increíbles beneficios. Nuestras estructuras cognitivas se “iluminan” al reactivar los circuitos de recompensa, rompemos con la rutina y el nudo del estrés y la ansiedad pierden fuerza para liberar la mente y despertar nuestras emociones.

Todo el mundo necesita vacaciones. Sin embargo, y por curioso que resulte, hay una buena parte de trabajadores que no pueden o no quieren tomarse esos días de necesitado descanso. Otros, en cambio, no saben cómo se hace realmente eso de “desconectar”, de reducir el ritmo y descalzar responsabilidades.

Esto explica, por ejemplo, como el índice de accidentes cardiovasculares no deja de aumentar cada año: nos hemos convertido en una sociedad agotada que no sabe cómo descansar.

“Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas”.

-Moslih Eddin Saadi-

La solución a ese problema es simple: hacer un viaje. Ahora bien, no hace falta alejarse demasiado de nuestra propia latitud, no es necesario dejar kilómetros a nuestras espaldas hasta dar con otro idioma y otros usos horarios.

Hay localidades y ciudades cercanas que desconocemos y que también nos darán el mismo resultado. Nos permitirán alejarnos de lo cotidiano, ofrecer al cerebro estímulos nuevos y romper esos patrones de pensamiento en los que quedamos atrapados durante todo el año.

Mujer que viaja en barco simbolizando el hecho de que viajar mejora tu salud cerebral

Viajar mejora tu salud cerebral: 5 modos en que lo consigue

En ocasiones hay que hacerlo: irnos para poder volver. Marcharnos de nuestros universos ordinarios para regresar a ellos con fuerzas renovadas. Porque un viaje, no deja indiferente a nadie, siempre recompensa, siempre ofrece algo a cambio que nos beneficia y nos permite ser un poco mejores en todos los sentidos. Asimismo, el acto de atrevernos a respirar en otra latitud, en otro hemisferio o incluso en el pueblo de al lado, es una aventura que no tiene edad.

Porque viajar no es solo para corazones y pies jóvenes. Hay múltiples estudios que avalan el hecho de que realizar escapadas regulares durante la mediana edad y en la edad más avanzada, mejora de forma notable nuestra salud. A medida que nos hacemos mayores y envejecemos nada puede ser más positivo que romper con las rutinas y permitir que nuestra mente se abra a nuevas experiencias y estímulos. Veamos por tanto por qué viajar mejora tu salud cerebral.

1. Activa y optimiza nuestros procesos cognitivos

  • Llegar a un  escenario nuevo nos obliga a utilizar más recursos cerebrales. Hay que mirar mapas, hacer uso de nuestra inteligencia espacial para orientarnos, para recordar ciertos recorridos, calles, puntos de encuentro, organizar rutas…
  • Viajar además mejora nuestra atención, estamos más motivados y ello nos ayuda a asentar recuerdos y datos con mayor facilidad y de forma más significativa.

2. Mayores conexiones neuronales

Todo viaje de algún modo u otro, nos obliga a hacer algo nuevo, a dejar atrás incluso ciertos miedos. Subir en un avión, viajar en barco, subir a un teleférico, montar a caballo o en un camello, romper el hielo para hablar otros idiomas o incluso por qué no, darnos la oportunidad de hacer un viaje en solitario.

Todas esas experiencias generan nuevas conexiones en nuestro cerebro. Los niveles de dopamina y serotonina se elevan, mejora la circulación sanguínea, oxigenamos el cerebro… Todos esos estímulos nuevos y positivos “encienden e iluminan” nuestras neuronas y tejidos cerebrales. Es, por así decirlo, la mejor energía que podemos darle, es ejercitar al máximo este órgano para ganar en agilidad y reserva cognitiva.

Mujer sentada sobre una maleta simbolizando el hecho de que viajar mejora tu salud cerebral

3. Mejora nuestra empatía

Viajar es bueno para tu cerebro porque aquello que más ponemos en funcionamiento es la conexión. Conectamos con el entorno, con conectamos con nuevas sensaciones, sabores y experiencias… Y conectamos también con las personas que nos rodean y a las que encontramos en cada una de esas escapadas. Algo tan esencial como desvestirnos de nuestras costumbres para introducirnos en otras nuevas nos permite el mundo con mayor humildad y cercanía.

Viajar nos vuelve más tolerantes, nos descubre otras perspectivas personales diferentes a las nuestras y nos obliga también a aplicar un pensamiento mucho más flexible. Todas esas dinámicas también dan forma a la empatía, estimulan la capacidad para ponernos en pieles ajenas y ver otras realidades igual de especiales a las nuestras.

“En mi caso, no viajo para ir a un lugar en particular, sino por ir. Viajo por el placer de viajar. La cuestión es movernos”.

– Robert Louis Stevenson-

4. Viajar estimula la creatividad

La creatividad no tiene edad. Ese potencial siempre reside en nuestro interior, al igual que la capacidad de aprender. Sin embargo, nuestros trabajos y rutinas nos sitúan en unos círculos repetitivos donde poco o nada nuevo acontece. Donde lo cotidiano termina por oxidarnos, donde la falta de incentivos y novedades reduce nuestra capacidad para generar ideas innovadoras, pensamientos inspiradores.

Si viajar mejora tu salud cerebral es porque despierta tu mente. Porque desafía tus sentidos. Porque te sitúa en paisajes nunca vistos junto a rostros nuevos, con historias no escuchadas, comidas no probadas, callejuelas que guardan secretos, tiendas recónditas de olores extraños y nutridas de libros y objetos asombrosos.

Viajar es cultura, lo sabemos, pero también favorece un despertar interior, ahí donde hallamos inspiración y relativizamos conceptos, ideas, viejos esquemas. Es encontrar inspiración y permitirnos aprender cosas nuevas que rara vez se olvidan.

cámara sobre un mapa simbolizando el hecho de que viajar mejora tu salud cerebral

5. Mejora el ánimo y reduce el estrés

Viajar y disfrutar de cada experiencia y de ese tiempo de calma, reduce al máximo el nivel de cortisol de nuestro organismo. La hormona del estrés vuelve a la normalidad y ganamos en bienestar. No hay presiones externas, solo la oportunidad de disfrutar de un entorno y de cada estímulo inscrito en él: naturaleza, ciudades efervescentes, cultura en cada calle o en cada galería, buena comida, playas, museos o eventos musicales…

Toda escapada es un modo de sacar lo mejor de nosotros mismos, de reencontrarnos y también de transformarnos. Y lo haremos a través de un estado de ánimo más abierto, receptivo y optimista.

Viajar mejora tu salud cerebral porque te empuja a ver el mundo con una perspectiva más amplia y luminosa. Así que no lo dudes, a veces vale la pena tener un pasaporte lleno de sellos a una casa llena de historias interesantes que somos capaces de narrar, solo y simplemente porque las hemos vivido.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.