You: enamorarse de un acosador

You es una de las series que más está dando que hablar. La historia entre una joven de lo más común y su acosador ha generado cierto debate. ¿Estamos realmente protegidos? ¿Juega en nuestra contra el contenido que compartimos en las redes sociales? ¿Cuál es la delgada línea que existe entre ser un mero observador o stalker y un auténtico psicópata?
You: enamorarse de un acosador
Leah Padalino

Escrito y verificado por la crítica de cine Leah Padalino.

Última actualización: 06 agosto, 2023

El pasado diciembre llegó a Netflix una serie que está dando mucho que hablar: You. La serie se empezó a emitir en el canal Lifetime. Sin embargo, fue cancelada al poco tiempo por sus malos resultados en audiencia. Sus creadores no se rindieron y decidieron dejarla en manos de Netflix, una vez allí, la serie ha sido vista por más de 40 millones de espectadores y ha sido renovada para una segunda temporada (aunque realmente no la necesita).

You funciona un poco como uno de esos placeres culpables que nos negamos a admitir y, en el fondo, disfrutamos. Sabemos que lo que estamos viendo no es una de las mejores series de la temporada, pero no podemos evitar permanecer pegados a la pantalla. De hecho, la serie contiene bastantes errores y frivoliza enormemente el mundo de la literatura y los estudios dedicados a ella. Pero posee un argumento atractivo y muy adictivo.

¿Por qué You está dando tanto que hablar? Sin quererlo, resulta casi más aterradora que cualquier serie o película de miedo. Su protagonista, Joe, es un hombre encantador, un auténtico príncipe azul que esconde una aterradora verdad. Y, sobre todo, está dando mucho que hablar por mostrarnos lo vulnerables que somos y los problemas derivados de un exceso de exposición en las redes sociales.

You adopta el formato de la comedia romántica para, posteriormente, destruirlo. El arranque sigue el tópico de chica conoce a chico en un lugar inusual, hay mucha química entre ellos y, posteriormente, los encuentros casuales se irán repitiendo hasta que salte la chispa del amor. Solo que, en You, los encuentros son de todo menos casuales. Tan pronto como la joven Beck sale de la librería con una sonrisa porque ha conocido a un atractivo dependiente, Joe está investigando su vida y programando cómo será su conquista.

ADVERTENCIA: el artículo contiene spoilers.

You: ¿una historia de amor?

You nos presenta a personajes muy distintos que, de alguna manera, buscan el amor. A su vez, la idea del amor y la forma en la que se manifiesta difiere mucho de un personaje a otro. Así, nos encontramos con personajes que buscan la forma de quererse a sí mismos, personajes que buscan enamorarse y compartir su vida con una pareja, otros que no aceptan su homosexualidad, etc.

En definitiva, todo parece girar en torno a la idea del amor. Una idea que, por otro lado, es abstracta, compleja y muy subjetiva. Para Joe, existen los flechazos, cree en las historias románticas, en el amor a primera vista… y termina forzándolo hasta límites insospechados. Conoce a Beck en su librería y ya en ese momento nos damos cuenta de que Joe está analizando detenidamente a su objetivo, la observa desde las sombras como el depredador que acecha a su presa.

Joe no tiene redes sociales, sin embargo, controla a Beck a través de ellas. Se muestra como un joven misterioso, diferente, algo solitario… Un prototipo que encaja bastante con el hombre complicado, pero fascinante; un hombre de oscuro pasado al que solo nosotras podemos ayudar. Y, de alguna manera, Joe sí produce esa fascinación; actúa como el apuesto caballero que Disney nos quiso vender, aquel que nos rescata, nos escucha y con el que viviremos felices para siempre.

Pero los príncipes azules solo existen en las películas y Joe no es más que una apariencia; detrás de su galantería, se esconde un auténtico acosador. Algunos espectadores han confundido la toxicidad de Joe con amor verdadero. El propio actor que le da vida, Penn Badgley, se ha encargado de desmitificar esta idea y de recordarnos que su personaje no es otra cosa que un acosador.

Beck y Joe hablando sobre un libro

Empatizando con Joe

De alguna manera, al contar la historia a través de los pensamientos de su protagonista, se ha generado cierta empatía con el mismo. O, mejor dicho, cierto deseo de que sus planes puedan llegar a buen puerto. Joe investiga a Beck y descubre que posee una relación bastante tóxica con un joven, Benji, que parece utilizarla. A su vez, descubre que su grupo de amigas es, igualmente, bastante tóxico y que Beck se esfuerza constantemente por encajar. Joe se dedicará a eliminar a todas las personas que, de una forma u otra, entorpezcan la vida de Beck y el ascenso de Joe como el hombre de su vida.

Lo cierto es que sus primeras víctimas, Benji y Peach, resultan bastante insoportables y a nosotros tampoco nos gustan para Beck. La vida de Beck mejora considerablemente cuando Benji desaparece de ella. Joe justifica sus actos atroces por amor, lo hace por el bien de Beck y de su relación. Ha asesinado a personajes de dudosa moralidad, por tanto, no puede ser malo.

De alguna manera, Joe logra envolvernos en sus pensamientos, hacernos creer que tiene razones para matar y que el amor puede justificar cualquier cosa. Al mismo tiempo, vemos cierto lado de humanidad en él en su relación con Paco. Paco es el vecino de Joe, un niño que proviene de una familia totalmente rota: su madre es drogadicta y su padrastro un maltratador. Joe ayuda enormemente a Paco, le regala libros y hace que su vida sea un poco menos triste.

Esta humanidad contrasta enormemente con la atrocidad que vemos en él. Nos hace preguntarnos cómo alguien de apariencia tan agradable y que muestra sentimientos puede ser un auténtico acosador. Joe se preocupa en exceso, llegando a obsesionarse hasta tal punto que cree que su deber es intervenir y hacer cualquier cosa con tal de que quienes le preocupan sean felices. Aunque esa felicidad también es subjetiva, pues es su propio punto de vista de lo que debería hacer felices a los demás.

Joe en el ordenador

You y la exposición en la era de la información

Más allá de acercarnos a Joe, de intentar que comprendamos la complejidad de sus pensamientos, You propone algo realmente aterrador: cualquiera puede ser susceptible de ser acosado y cualquiera, al mismo tiempo, puede convertirse en un acosador. En un mundo en el que publicamos nuestra vida en las redes, no es muy difícil hacerse una idea de los lugares que frecuenta una persona, sus gustos, su entorno… Por eso, resulta cada vez más sencillo ser víctima de un depredador como Joe.

Si a eso le sumamos que Beck es una chica bastante insegura, que busca la aprobación de los demás, que tiene problemas económicos y familiares… Enseguida, nos damos cuenta de que es el objetivo perfecto. Ya no existe la privacidad. Y aunque la imagen que proyectamos en las redes difiere de la realidad (no vamos a subir una foto en la que salgamos feos, tristes o aburridos), lo cierto es que dejamos demasiada información susceptible de ser robada y utilizada en contra de nosotros.

Además, la línea entre el amor y la obsesión se vuelve todavía más fina. ¿Quién no ha stalkeado alguna vez? ¿Quién no ha descubierto cosas inesperadas de alguien a través de internet? La información está más cerca que nunca y resulta demasiado tentadora como para resistirse.

La propia Beck comienza a investigar el pasado de Joe en cuanto comienza a dudar de él. ¿Son Joe y Beck tan diferentes? La diferencia es que Joe pasa de ser un mero observador a alguien que utiliza esa información para lograr su objetivo. Conoce sus gustos, su entorno, finge un encuentro casual y comienza su conquista.

Con el poder de la información, sabe qué decir en cada momento para que Beck caiga en sus redes. Pero la obsesión es peligrosa y Joe cruza esa delgada línea, convirtiéndose en el acosador que vemos en pantalla. Por las similitudes con nuestra propia realidad, You se convierte en una serie aterradora que, inmediatamente, nos lleva a replantearnos el contenido que compartimos. Al mismo tiempo, desmonta el ideal romántico del cine, demostrando que ese príncipe azul puede ser, al mismo tiempo, quien destruya tu vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.