3 factores de diferenciación interpersonal

3 factores de diferenciación interpersonal
Alejandro Sanfeliciano

Escrito y verificado por el psicólogo Alejandro Sanfeliciano.

Última actualización: 26 junio, 2018

En multitud de ocasiones, la psicología estudia procesos cognitivos básicos, que con ciertos matices, se dan en todos los seres humanos de una forma similar. Así, podemos decir que en estos casos, la psicología busca el nexo de unión entre los individuos con el objetivo de tener una visión genérica del hombre.

Sin embargo, existen ciertos procesos cognitivos que causan una diferenciación interpersonal, como por ejemplo la personalidad. La disciplina que se encarga de estudiar estos factores es la psicología de las diferencias individuales o psicología diferencial.

La psicología de las diferencias individuales es una disciplina científica que trata de dar respuesta al hecho constatado de que los seres humanos nos parecemos mucho entre nosotros, pero a la vez somos muy diferentes. Es decir, su objetivo es explicar los procesos y factores que subyacen a la diferenciación interpersonal. De hecho, si no investigáramos sobre ello, tendríamos bastantes problemas a la hora de explicar la conducta humana. Esto es debido a que estos factores modulan en gran medida el comportamiento y la cognición. Estudiar las diferencias nos ayuda a comprender las causas de las mismas y ver los procesos superiores que se encuentran detrás.

Según los diferentes estudios llevados a cabo, los dos factores de diferenciación interpersonal por excelencia son la personalidad y la inteligencia. Dependiendo del tipo de personalidad o de las distintas cualidades intelectuales, observaremos una conducta u otra. No obstante, existen otros factores de diferenciación interpersonal que veremos a continuación:

  • Los intereses.
  • Los estilos cognitivos.
  • Los estilos de aprendizaje.
Persona que se sale de una fila

Los intereses

Un factor de gran relevancia en el estudio de la diferenciación interpersonal son los intereses. Estos los podemos definir como las inclinaciones afectivas o preferencias por ciertas actividades, áreas, conocimientos o aficiones. Con ciertos matices, los intereses van a predecir en cierto modo la dirección y la agradabilidad percibida de la conducta.

Los intereses tienen tres características clave:

  • Son de carácter directivo o conativo. Es decir, mueven a la persona a actuar en una dirección determinada.
  • Tienen cierto grado de intensidad. Este viene indicado por la energía que dedica el individuo a una conducta, así como por la reacción afectiva y activación que de ella se deriva.
  • Son dinámicos. Aparecen, cambian, se fortalecen o pierden fuerza a través de la interacción continua del individuo con el ambiente.

El estudio de los intereses tiene un fuerte impacto en la psicología de la educación. Esto se debe a que conocer los intereses de los alumnos ayuda a hacer interesante la instrucción y a mejorar la calidad educativa en gran medida. Además, su estudio nos es útil para entender por qué los niños muestran distintos patrones de intereses y distinto grado de atención en la misma materia.

Los estilos cognitivos

Este factor de diferenciación interpersonal surgió de la necesidad de explicar los diferentes niveles de rendimiento que muestran las personas en distintos tipos de tareas. Los test de inteligencia tradicionales apenas explicaban la variabilidad individual al enfrentarnos a distintas tareas. También se intentó explicar a través de la personalidad, pero se vio igual de insuficiente. Por lo tanto, se creó el constructo de los estilos cognitivos.

El estilo cognitivo se refiere al modo habitual de procesar información y de utilizar los recursos mentales, como la percepción, memoria, o aprendizaje. En resumen, representa el patrón habitual con el que el individuo afronta una tarea o un problema. Los diferentes estilos cognitivos derivan en que una persona sea más eficiente en ciertos tipos de tareas frente a otras.

A continuación se exponen ejemplos de distintas dimensiones que nos podemos encontrar respecto a los estilos cognitivos. Debido a la amplitud de las mismas, no hay espacio en este artículo para definirlas, pero sirven como introducción para este concepto.

  • Dependencia de campo frente a independencia de campo.
  • Nivelador frente a agudizador.
  • Impulsivo frente a reflexivo.
  • Visualizador frente a verbalizador.
  • Visual frente a háptico.
  • Serial frente a holístico.
Maniquí con muchos pensamientos

Los estilos de aprendizaje

Al igual que el estilo cognitivo es el patrón habitual a través del cual afrontamos un problema, el estilo de aprendizaje es el modo habitual con el que afrontamos la tarea de aprender. Es decir, son aquellas estrategias de aprendizaje y recursos que utilizamos a la hora de adquirir nuevos conocimientos o nuevas conductas.

Estos estilos nacen a través de una fuerte interacción entre la persona y el contexto. La influencia de la socialización y de preferencias naturales por uno o otro estilo parecen ser los factores que explican la génesis de los estilos de aprendizaje.

El psicólogo David A. Kolb creo una taxonomía de los estilos de aprendizaje de gran reconocimiento científico. Es la siguiente:

  • Divergente. Son aquellos que adoptan muchos puntos de vista, son buenos en generar ideas, tienen amplios intereses culturales, etc. Se trata de personas eficaces en actividades o tareas artísticas.
  • Asimilador. Son personas que contemplan un amplio rango de información, lógicos, con interés por las ideas y lo abstracto, y que no se interesan por los aspectos prácticos de las teorías e ideas. Son hábiles dentro de las disciplinas científicas o basadas en la información.
  • Convergente. Se decantan por los usos prácticos de las ideas y las teorías. Tienden a ser buenos en solución de problemas técnicos frente a problemas interpersonales y son eficaces en carreras tecnológicas.
  • Acomodadizo. Son los que manejan la información de un modo práctico. Planifican, buscan nuevas experiencias, y tienden a ser viscerales y buenos en el campo de las relaciones interpersonales. Son buenos en profesiones orientadas a la acción (ventas, marketing…).

Como vemos, la psicología de las diferencias individuales tiene muchos conocimientos que aportarnos sobre cómo funcionamos. En este artículo has aprendido más sobre tres de los factores que más nos distinguen a unos de otros. Sin embargo, esta rama del estudio humano es extremadamente amplia y aún queda mucho por descubrir.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.