7 ayudas para controlar nuestros cambios de humor
Controlar los cambios de humor puede ser signo de inteligencia e incluso de calidad de vida. No es raro que un día en que todo parece correcto, de repente una situación o pensamiento haga que cambie. Pero, ¿tiene solución?
Decía el padre de la psicología individual, Alfred Adler, que “tenemos que interpretar el mal humor como un signo de inferioridad”. Ateniéndonos a esta sentencia, es evidente que poder controlar estos cambios, especialmente en su sentido más negativo, es vital para nuestro bienestar.
¿Qué es un cambio de humor?
Podemos interpretar un cambio de humor como una alteración del estado de ánimo. Es decir, una especie de vaivén emocional que aparece de repente y nos lleva a experimentar emociones de valencia muy distinta en poco tiempo.
Estos cambios de humor pueden ir de un estado de satisfacción a angustia o nerviosismo, o incluso viceversa. Sea como fuere, si se convierte en algo habitual, puede provocar una inestabilidad emocional que podría interferir en aspectos sociales, personales y laborales de una persona.
Estos cambios están relacionados con diversas causas, como los cambios hormonales durante la menopausia o menstruación. No obstante, no es algo que se pueda aplicar únicamente a la mujer en casos concretos. También existen otros desencadenantes o facilitadores, como la adolescencia, trastornos de personalidad o conducta alimentaria, etc.
Claves para controlar los cambios de humor
Ahora que ya sabemos en qué consiste, sepamos cómo controlar los cambios de humor. No siempre es fácil, especialmente si están motivados por trastornos psicológicos, pero una buena gestión puede suponer un aumento considerable de nuestro bienestar personal, emocional, laboral e incluso social.
Establecimiento de rutinas
¿Qué te hace sentir bien? ¿Qué te relaja? Descubre con qué te sientes mejor, y crea tu propia rutina en la que esté incluido. Por ejemplo, la música, un paseo, una charla animada con amigos… Identifica las actividades que te calman e intenta que siempre tengan un hueco en tu agenda.
Marca distancias
A veces somos conscientes de que una situación está alterando nuestro humor, pero no nos vemos capaces de alejarnos. Sin embargo, es esencial manejar la distancia porque es un elemento fundamental de control. En algunos casos, puede darnos el aire necesario como para que determinadas emociones se disipen.
Llegado el momento, seremos capaces incluso de marcar distancias antes de que se desencadenen los hechos. Seremos capaces de anticiparnos a nuestra reacción emocional. Por ejemplo, una discusión de la que sabemos que no saldremos bien parados, ¿siempre es necesario afrontarla?
Piensa y luego habla
Dice un proverbio árabe que “si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas”. No significa que no puedas hablar nunca, o casi nunca, pero sí que es mejor pensar antes de articular palabra. También que es una buena costumbre dotar de contenido y de un sentido positivo a nuestras comunicaciones.
Por ello es inteligente pensar, analizar, seleccionar bien las palabras y el tono, y luego dejar que fluyan por nuestros labios o dedos, porque tal vez lo estés escribiendo.
“El mal humor nos hace muy pequeños”.
-Doménico Cieri Estrada-
La importancia de una buena rutina de descanso
El cansancio es un gran precursor del mal humor y de los cambios del propio humor. A veces, cuando estamos saturados, tanto a nivel mental como físico, nuestro ánimo decae y provoca inestabilidad emocional.
No siempre es posible descansar, pero en la medida en que se pueda, un poco de relajación a todos los niveles es muy útil. De esta forma se renuevan las ideas, se apartan las emociones negativas y encontramos una distracción de aquello que nos pueda cambiar el humor.
El ejercicio físico
El ejercicio físico eleva el nivel de dopamina en sangre. Lo es porque segrega este neurotransmisor, capaz de mejorar nuestro estado de ánimo. Así, realizar 30 minutos de deporte al día es una gran ayuda a la hora de enfrentarnos a la tarea de regular nuestras emociones e inclinar la balanza en favor de las de valencia positiva.
La escritura
Muchos grandes escritores dicen que su trabajo les relaja. Realmente es una buena idea, e incluso terapia recomendada, el escribir sobre sentimientos. Es un desahogo que servirá para analizar qué provoca los cambios de humor y poder prevenirlos en el futuro.
Piensa, ¿por qué cambias de humor?
En ocasiones son siempre los mismos estímulos los que provocan que entremos en estado malhumorado. Puede ser la época del año, la situación personal o ciertas personas. Por eso, un buen análisis nos permitirá identificar las fuentes y mejorar nuestra habilidad para manejarlas.
Si aun así no consigues controlar los cambios de humor, tal vez te debas poner en manos de un profesional. A veces, el mal humor puede estar ocultando un problema mucho más grave que debe ser tratado.
“No sin una inmensa tristeza, debía reconocer que la presencia constante de su anciana madre la irritaba”.
-Magda Szabó-