8 características de las personas resilientes

¿Qué es lo que define a las personas resilientes? Vamos a fijarnos en una frase de Herman Hesse:
“Lo blando es más fuerte que lo duro; / el agua es más fuerte que la roca, / el amor es más fuerte que la violencia”
¿Por qué pensaría Herman Hesse que lo blando resulta ser más fuerte o resistente que lo que se muestra duro o rígido? Si analizáramos con detenimiento esta frase del escritor suizo podríamos llegar a la conclusión de que se estaba refiriendo a la resiliencia.
La resiliencia es la capacidad que tenemos de adaptarnos y afrontar las situaciones menos favorables. Un concepto bien conocido por la psicología, pero poco explorado por el ser humano en general. La resiliencia es una herramienta que todos los seres vivos tienen a su disposición aunque de formas diferentes.
Es una llave con la que es posible afrontar los malos tiempos y sobrevivir. Un invento maravilloso de la naturaleza gracias al que a pesar de estirar mucho la cuerda de nuestras emociones, esta no llega a partirse.
Sin embargo, parece que hay personas a las que les cuesta menos resistir o afrontar los malos tiempos. O quizás el esfuerzo sea el mismo, pero la actitud que se toma sea diferente.
Qué define a las personas resilientes
Después de diversos estudios por parte de la psicología actual, se ha llegado a la conclusión de que estas son las características de las personas resilientes:
1. Son capaces de detectar la causa de los problemas
Las personas resilientes llevan a cabo las estrategias necesarias para evitar que la situación problemática vuelva a repetirse nuevamente. Esto implica también autoanalizarse, ya que a veces el detonante de un conflicto no proviene del exterior, sino de nuestro interior.
Por lo tanto estas personas operarían de la siguiente manera: “Si no puedo cambiar la situación, puedo elegir cambiarme a mí mismo”.
2. Saben manejar sus emociones
Las personas resilientes son capaces de manejar sus pensamientos, ya que cualquier emoción parte de aquí. Pensamos, luego sentimos. Las personas resilientes controlan sus pensamientos para no dejarse llevar por los que tienen una carga negativa y que, por ende, tienen capacidad para generar emociones negativas.
Si nuestros pensamientos son negativos, se desencadenan emociones negativas. Y por el contrario, si nuestros pensamientos son positivos, nuestro estado de ánimo será más positivo. Si entrenamos nuestra capacidad de resiliencia controlaremos mejor los pensamientos negativos y seremos capaces de afrontar mucho mejor la adversidad.
3. Mantienen la calma en situaciones de mucha presión
Son como baluartes firmes, que se sostienen en medio de tempestad, por mucho que el viento y las olas los acometan. La verdad es que no es nada fácil.
4. Son realistas
Mucho y mal se ha hablado sobre el optimismo, generando la idea global de que ser positivo implica negar ciertos aspectos de la realidad que son inevitables y están presentes en la vida de muchas personas. Son realistas pero esperan siempre lo mejor, es la mejor manera de describir el optimismo característico de las personas resilientes.
Esperar siempre lo mejor no significa necesariamente que ocurra siempre el resultado óptimo esperado, sino que pase lo que pase la persona resiliente aprenderá una lección que le ayudará a crecer. Convierte la adversidad en una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal.
5. Confían en sí mismas
Las personas resilientes tienen confianza en su valía y en su competencia para superar las adversidades. Lo que nos decimos es lo que termina formando nuestra realidad, así que si creemos que no somos capaces de superar un obstáculo, desde luego no lo seremos.
6. Son empáticas
Según una investigación de Fenández, Márzque-González y López (2008) las personas que se muestran más felices son capaces de empatizar más con los demás. Por otro lado, las que presentan depresión se centran en sus propias necesidades de un modo defensivo. Esta teoría encaja en el hecho de que las personas resilientes sean más empáticas. Al tomarse la vida de otro modo y afrontarlo todo como un aprendizaje su forma de ver la vida es más positiva, optimista y esto la convierte en una persona más feliz.
7. Son capaces de automotivarse
No todas las personas somos iguales. A algunas nos motivan los retos y a otras las oportunidades de cambio. Las personas resilientes saben buscar nuevas formas de obtener satisfacción de la vida. Mantienen la motivación siempre alta y son capaces de detectar y atraer cosas positivas a sus vidas.
8. No se preguntan por qué, sino cómo
Una de las características de las personas que tienden a derrumbarse ante los problemas es que se dejan llevar por pensamientos de reproche, donde se cuestionan constantemente por qué la situación negativa que les angustia les ha sucedido a ellos.
Las personas resilientes emplean su energía en entender cómo pueden manejar o salir de la situación conflictiva.
Si después de leer estas características de las personas resilientes crees que tú no eres una de ellas, es importante que tengas en cuenta que la resiliencia está presente en todas las personas. La diferencia entre las que lo son más y las que lo son menos puede estar en aspectos claves de la forma de ser tanto como en la práctica.
Si comienzas a mirar las cosas desde otra perspectiva, los problemas comenzarán a tener menos apariencia de dramas y más de retos que, depende de las circunstancias, puedes incluso disfrutar. ¿La clave? La voluntad para cambiar.
Licenciado en Psicología por la Universidad de Jaén en el año 2010. Máster en Psicología Clínica por la Universidad de Almería (2011) y Máster en Psicología Jurídica y Forense por el COPAO, Granada (2012). Doctorando en Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado 8 artículos científicos y es autor de los siguientes libros: "Psicopatología General", "Neurociencias: etiología del daño cerebral" y "Evaluación Psicológica". Además, es coautor del libro "Modelo ROA: Integración de la Teoría de Relaciones Objetales y la Teoría del Apego". Ha participado en congresos internacionales sobre psicología clínica y forense. Desde 2010 ha ejercido profesionalmente como psicólogo clínico y forense, escritor, formador y profesor universitario. Actualmente, colabora con diversos medios digitales.