Anthony de Mello, biografía de un referente de la psicología espiritual

El padre Anthony de Mello no fue una figura cómoda para la Iglesia Católica. Su enfoque panteísta, vital y siempre inspirador, no fue bien recibido entre ciertas esferas de nuestra sociedad.
Anthony de Mello, biografía de un referente de la psicología espiritual
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 18 junio, 2020

Anthony de Mello fue un sacerdote jesuita indio, guía espiritual y psicoterapeuta que alcanzó una notable fama por sus libros, sus conferencias y singular personalidad. Fue una figura incómoda para muchos e inspiradora para otros. Se acercó a todas las religiones para ensalzar lo más bello e interesante de cada una, dándonos, a su vez, valiosos consejos sobre crecimiento personal.

Su enfoque fue siempre vital, único y efectista. En libros como Redescubrir su vida, la que sería su última obra, nos señala que todas las personas llegamos al mundo siendo felices. Sin embargo, poco a poco derivamos en esas cárceles personales de sufrimiento donde dejar de ser conscientes de nuestro potencial. Los propios pensamientos, señala, son siempre nuestros peores enemigos.

Por otro lado, algo que De Mello invocaba era la necesidad de aceptar nuestra naturaleza espiritual. Él aceptaba absolutamente todas las creencias religiosas, en todas se sentía cómodas y las consideraba su hogar. Su enfoque, a menudo, panteísta, fue algo que no gustó demasiado a la Iglesia Católica. De hecho, sus enseñanzas fueron prohibidas durante el periodo del papa Ratsinger. No obstante, esta prohibición sería levantada más tarde.

El padre Anthony de Mello es, sin duda, uno de los escritores que más libros de espiritualidad ha vendido. Sus textos y mensajes son una invitación al crecimiento personal, pero también un ejercicio revolucionario muy inspirador. En frases como “toma una oración y agítala hasta que todas las palabras caigan y se quede solo aquello que prenda fuego a tu corazón” nos demuestra la esencia de su carácter.

Sus principales influencias fueron el maestro budista Theravada Chah Subhatto y el filósofo J. Krishnamurti. Así y aunque hayan pasado ya más de treinta años de su muerte, sus libros siguen vendiéndose e inspirando a nuevas generaciones. Pocas figuras nos enseñaron de manera tan ilustrativa a resolver conflictos, a trabajar en nuestra libertad y felicidad.

“El amor perfecto echa fuera el miedo. Donde hay amor no hay exigencias, ni expectativas, ni dependencia. No exijo que me hagas feliz; Mi felicidad no está en ti. Si me dejaras, no sentiré pena por mí mismo; Disfruto inmensamente con tu compañía, pero no me aferro “.

-Anthony de Mello-

Anthony de Mello

Biografía de Anthony de Mello

Anthony de Mello nació el 4 de septiembre de 1931 en Bombay, la India. Pertenecía a una familia católica de clase media. Su padre Frank y su madre Louisa, nativos ambos de un territorio portugués llamado Goa, esperaban que su hijo mayor prosperara en el negocio ferroviario o mejor aún, que se formara en la Universidad.

Ahora bien, Anthony de Mello evidenció de forma temprana una clara vocación: quería convertirse en sacerdote jesuita. Fue en julio de 1947 cuando decidió unirse finalmente a la Compañía de Jesús en el seminario de Vinalaya, en las afueras de Bombay. Más tarde, y a partir de 1952, inició su formación académica. Primero pasó tres años en Barcelona, ​​España, estudiando filosofía.

Más tarde, viajaría hasta la Universidad de Loyola en Chicago para formarse como psicólogo. Aquí tuvo la influencia y la inspiración de Carl Rogers, célebre psicólogo estadounidense, iniciador junto a Abraham Maslow del enfoque humanista en psicología. Así, y a lo largo de esa trayectoria estudiantil, De Mello pudo aprender de diferentes culturas, y estudió español, francés, portugués y marathi.

Antony de Mello y la búsqueda de espiritualidad en todas las religiones

Fue a lo largo de los años 70 cuando Anthony de Mello abrió su mente y su corazón a la práctica de meditación vipassana. En este momento, empieza a mostrar ya una cercanía hacia la espiritualidad budista, encontrando en ella beneficios que venían a enriquecer aún más todo aquello que le habían enseñado los jesuitas.

A su parecer, todas las religiones podían ofrecer perspectivas sanadoras para el ser humano. Por tanto, las aceptó todas y en todas se inspiró. Porque a su parecer, la respuesta espiritual de Jesucristo era igual de válida que la dada por Confucio, Lao Tzu o Buda. De ese modo, en libros como La canción del pájaro, publicado en 1982, Anthony de Mello define la espiritualidad del siguiente modo:

La espiritualidad es lo que logra llevar a una persona a la transformación interior. Por tanto, cada uno debe hallarla a su manera. Unos lo harán a través del modo tradicional. Otros lo harán en otras perspectivas. Al fin y al cabo, no es espiritualidad si no funciona para ti. Una manta ya no es una manta si no te mantiene caliente.

Asimismo, otra faceta conocida de este jesuita y psicoterapeuta indio fue su gran habilidad para realizar retiros espirituales en los que guiar e inspirar a otros.  Tenía mucho carisma y una personalidad que muchos definían como arrolladora. Ahora bien, para algunos era poco más que un hereje.

Manos dejando colar pájaros

Se atrevió a a formular ideas y a defender posiciones que los católicos más tradicionales no podían entender. Era ese maestro interreligioso que apreciaba y defendía a partes iguales el hinduísmo, el judaismo, el budismo o el catolicismo, porque todas las fórmulas religiosas le eran válidas e inspiradoras. Su carisma siempre lo hizo ser siempre convincente y arrastró consigo a miles de seguidores.

Un maestro espiritual en Estados Unidos

En los años 70 fundó en la India la Consejería Pastoral Sadhana. Más tarde, dedicaría toda su vida a introducir la espiritualidad oriental a través de historias y ejercicios, en Estados Unidos. Era ese sanador espiritual y psicólogo que viajó de este a oeste, enseñando a las personas un tipo de oraciones basadas en la meditación vipassana. 

Sus conferencias eran todo un éxito. Al igual que esas charlas desde las que ayudar a las personas a centrarse en el presente, a ser más conscientes de sus emociones, pensamientos y necesidades. La  Universidad de St. Louis, por ejemplo, lo recibía cada verano esperando sus cursos, al igual que la presentación de sus libros. Escribió 18 en total, un éxito absoluto de ventas para inspirar a millones de personas en todo el mundo.

Anthony de Mello

Lamentablemente, Anthony de Mello murió de forma repentina con 55 años. Un ataque al corazón  se lo llevó en 1987 en Nueva York. Tras ello, su legado espiritual y teórico se extendió aún más cumpliendo de algún modo, muchos de sus propósitos. Nos enseñó a ser más conscientes de nuestras valías, y nos invitó, por encima de todo, a “despertar”, a contactar con nosotros mismos y con aquello que nos rodea. Solo así encontraremos mayores oportunidades para ser felices.

 

 


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  • De Mello, Anthony (2008) Redescubrir la vida. Lumen

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