Apuesta por el optimismo

Apuesta por el optimismo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 agosto, 2019

A lo largo de nuestras vidas nos enfrentamos a multitud de vicisitudes y circunstancias negativas, que nos ponen a prueba cada día.

Cuando fallece una persona que queremos, cuando perdemos un trabajo, cuando se rompe nuestra relación de pareja, nos sentimos mal, pero es necesario aprender a ver el lado positivo, porque siempre lo hay, siempre hay algo que aprender.

¿Qué es el optimismo?

El optimismo es la capacidad de ver el lado positivo de las cosas. Se trata de una cuestión de carácter.

Hay personas que frente a la adversidad mantienen su entereza y siguen adelante, tienen una actitud positiva y ven lo bueno de cada situación.

La palabra optimismo proviene del latín “optimun” que significa “lo mejor”.

 “¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”

-Viktor Frankl-

Hombre abriendo la puerta a la oportunidad

¿Se puede aprender a ser optimista?

El psicólogo Martin Seligman, Director del Departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania, es el creador de la psicología positiva y sostiene que: “El ser optimista supone hacer el esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades en todas aquellas situaciones que se nos plantean en la vida”.

Por lo tanto, el ser optimista requiere un gran esfuerzo y una enorme fuerza de voluntad, precisa un entrenamiento.

Es decir, una persona puede aprender a ser optimista, a mirar el lado bueno de las cosas, para ello os proponemos unos sencillos consejos:

Quiérete

No te valores negativamente, ama tus defectos y tus virtudes, todos somos imperfectos, si no, no seríamos humanos.

Mímate cada día, come sano, haz deporte, mantén tu cerebro activo leyendo, escribiendo, aprendiendo.

Un buen nivel de autoestima es fundamental para tener una visión positiva de la realidad

No busques la aprobación de los demás

A veces nos genera mucha frustración que nuestros amigos o nuestros familiares, no aprueben cómo somos o las decisiones que tomamos, pero no podemos permitir que eso nos paralice.

Es importante seguir adelante, fiarnos de nuestra intuición para tomar decisiones con las que nos sintamos bien.

Aprende a decir que no

¿Cuántas veces te sorprendes diciendo que sí, cuando quieres decir que no?

Decir “no” es necesario e incluso terapéutico a veces. Pon límites a lo que no te gusta, a lo que te molesta, nadie lo va a hacer por ti.

No debemos tener miedo a las consecuencias de una negativa porque ese miedo nos paraliza y nos hace sentir que no somos nosotros mismos.

Aprende de tus fracasos

A lo largo de la vida nos equivocamos y fracasamos muchas veces, pero siempre aprendemos. Es fundamental obtener una enseñanza positiva de cada fracaso.

“A veces se gana y a veces se aprende”

-Robert Kiyosaky-

Intenta encontrar el lado positivo en cada momento negativo

Si tu pareja te ha dejado quizás no era la persona adecuada, quizás debe salir de tu vida para que entre otra persona o para que disfrutes de su soledad.

Si has perdido tu trabajo, puede que haya otro trabajo mejor esperándote o que puedas aprovechar ese momento para adquirir formación.

Tú eres el que eliges desde que visión quieres ver la vida.

No pienses solo, también debes actuar

No basta con pensar en positivo también es fundamental ponerse manos a la obra y construir nuestra realidad desde un punto de vista positivo y alegre.

Comprende tus emociones

Es necesario comprender por qué nos sentimos culpables o tristes en determinadas ocasiones e identificar esa emoción para comprenderla y controlarla.

Mirada profunda de ojos azules

Beneficios de ser optimista

Tener una mejor salud

Un optimista enferma con menos frecuencia y supera más rápido una enfermedad, probablemente porque su actitud positiva hace que su sistema inmunológico produzca las hormonas necesarias para combatir más rápido los anticuerpos.

Obtener un menor nivel de estrés

Una persona optimista experimenta menos estrés que una pesimista. Un optimista cree en sí mismo, en sus cualidades, en sus logros, conoce sus defectos, se conoce a sí mismo, aprende de sus errores y es capaz de ver un lado positivo siempre.

Mejorar las relaciones

El optimista, tiene mejores relaciones con su familia, con su pareja, con sus compañeros de trabajo, ha aprendido a relacionarse y a aprender de cada persona para sacar el lado positivo de cada uno.

El secreto, como dijo Mark Stevenson, fundador de la L.O.P.O (Liga de optimistas pragmáticos) es:

“No se trata de decir ‘todo va a salir bien’, sino ‘puede ir mejor’. Pero hay que buscarlo”.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.