Ausencia del periodo menstrual por estrés

Las hormonas del estrés afectan a la menstruación. Esto puede hacer que el periodo se retrase o que incluso nos saltemos un ciclo menstrual. ¿Te ha pasado alguna vez? Te explicamos a qué se debe y qué estrategias puedes seguir.
Ausencia del periodo menstrual por estrés
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 31 agosto, 2022

Hay mujeres que tienen periodos menstruales con la precisión de un reloj suizo. Otras, en cambio, son más irregulares. Ahora bien, si hay algo que genera sobresalto y preocupación es ver cómo pasan las semanas y el periodo no aparece. Hay muchos (y evidentes) factores que explican la ausencia de la menstruación, pero hay uno que es especialmente común: el estrés.

Sabemos que determinados niveles de estrés y de ansiedad pueden resultar óptimos. Actúan como impulsores y motivadores naturales para movilizarnos, para ayudarnos a lograr metas o afrontar ciertas situaciones. Sin embargo, en el momento en que esa acumulación de adrenalina y cortisol son demasiado elevados y se mantienen en el tiempo, el cuerpo sufre.

Dolores musculares, alteraciones digestivas, taquicardias, diarrea, micción frecuente y, en el caso de las mujeres, aparecen con frecuencia los siempre molestos retrasos en el periodo. No obstante, la amenorrea no siempre aparece solo por estrés, hay más variables que es necesario descartar.

El estrés altera el funcionamiento del hipotálamo y esto puede afectar a los ciclos menstruales.

chica que sufre la ausencia del periodo menstrual por estrés
El simple hecho de ver que la menstruación no llega, intensifica aún más el propio estrés.

Ausencia del periodo menstrual por estrés: características, causas y tratamiento

La ausencia del periodo menstrual o amenorrea tiene su origen muchas veces en el eje hipotalámico-pituitario-ovárico. Una investigación del Instituto cardíaco Cedars-Sinai destaca este hecho. La conocida como amenorrea hipotalámica tiene su origen en el estrés psicológico, el ejercicio excesivo o los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).

El estrés sin duda es esa circunstancia más recurrente y de más fácil manejo. Lo es porque, por término medio, esa alteración en el ciclo menstrual nunca va más allá de uno o máximo dos meses. Se regula por sí sola y no acarrea mayores problemas. No obstante, hay situaciones más llamativas y es la relacionada con los trastornos depresivos.

Una investigación del Medical Center, Orlando, por ejemplo, destaca un hecho. Hay una asociación significativa entre la depresión y la perimenopausia precoz. Es decir, en ocasiones, las mujeres de 40 años o menos pueden enfrentarse a una menopausia temprana como consecuencia de este trastorno del estado ánimo. Tener un diagnóstico adecuado es clave en todos los casos.

¿Cómo se manifiesta la ausencia del periodo menstrual por estrés?

El ciclo menstrual de una mujer suele ser un barómetro muy revelador para conocer su nivel de estrés, ya sea agudo o crónico. Por lo general, es común que aparezca la siguiente sintomatología:

  • Falta de energía y problemas de concentración.
  • Diarrea o estreñimiento.
  • Alteraciones digestivas.
  • Dolor de cabeza.
  • Mayor caída del cabello de lo habitual.
  • Dolor de mandíbula, cuello o espalda.
  • Taquicardias.
  • Alteraciones cognitivas como problemas de memoria.
  • No aparecen los síntomas asociados al síndrome premenstrual (SPM), como el dolor en los pechos o los calambres en el abdomen.
  • Retraso en la aparición de la menstruación, lo cual intensifica aún más la propia preocupación y el estrés.

¿Cuáles son las causas de esos retrasos en el ciclo menstrual?

Como bien sabemos, las hormonas tienen un papel determinante en el ciclo menstrual. El impacto del estrés, si se mantiene durante varias semanas y es intenso, puede alterar por completo esa armonía interna entre el estrógeno y la progesterona. El responsable principal de ese retraso en la menstruación es el cortisol, la conocida como hormona del estrés.

El cortisol altera el funcionamiento del hipotálamo, quien controla la glándula pituitaria, clave para la regulación y correcta liberación de las hormonas en nuestro cuerpo.

Debido a esa disfunción hipotalámica, los ovarios dejan de producir estrógenos y esto altera por completo procesos como la ovulación y el propio ciclo menstrual.

Reducir el nivel de estrés y aplicar adecuados mecanismos de afrontamiento emocional o técnicas para solucionar problemas puede permitir que se recobre la armonía hormonal y el período menstrual normal. 

¿Cuántos ciclos menstruales puede retrasar el estrés?

Por lo general, el estrés puede hacer que la menstruación se retrase un mes o dos. No obstante, tengamos presente que cualquier irregularidad en el periodo, debe ser consultada con un ginecólogo. Detrás de la amenorrea, además de un embarazo, de problemas de estrés o de alimentación, también puede estar la endometriosis o el síndrome del ovario poliquístico (SOP).

Mujer meditando en la playa para tratar su ausencia del periodo menstrual
Cada mujer debe hallar esos mecanismos que le permitan manejar mejor el estrés en el día a día.

¿Cómo manejar el estrés para evitar alteraciones en la salud?

La ausencia del periodo menstrual puede aparecer por factores que podemos controlar y otros que se nos escapan por completo. A veces, determinados sucesos impactantes o traumáticos pueden hacer que, debido a esa elevada carga emocional, el periodo se retrase varias semanas. Es un hecho normal y nuestro cuerpo, en este contexto, irá regulándose poco a poco.

Por otro lado, también es común que circunstancias como la presión laboral o incluso los estudios, actúen desregulando nuestras hormonas y elevando los niveles de estrés y ansiedad. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Hay muchas técnicas de gestión del estrés, pero lo ideal es aplicar aquellas que más se ajusten a nuestras necesidades.

Estas serían un ejemplo:

  • Respiración profunda, meditación, yoga…
  • Técnicas de regulación emocional.
  • Relajación muscular progresiva.
  • Técnicas de visualización.
  • Técnicas de solución de problemas.
  • Practicar algún deporte.
  • Contacto con la naturaleza.
  • Tiempos de descanso y de conexión con amistades, familia, etc.
  • Dedicar tiempo a nuestras aficiones.
  • Mejora de la gestión del tiempo.
  • Cuidar de nuestra higiene del sueño.

Para concluir, es evidente que no podremos retirar por completo el estrés de nuestras vidas. Aprender a manejarlo de manera cotidiana para que no se cronifique, mediará en nuestra salud física y mental. Asimismo, ante cualquier irregularidad o problema con la menstruación, no dudemos en consultar con los especialistas.


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