Cómo afecta la tecnología a las relaciones de pareja
Las herramientas tecnológicas pueden influir positiva o negativamente en el establecimiento de vínculos afectivos y amorosos.

Seguro que no puedes imaginar tu día a día sin disponer del ordenador, del móvil, del correo electrónico o de las redes sociales como medios para comunicarte con otras personas. El avance tecnológico ha dado paso a nuevas formas de interacción. Lo cual influye en la manera en la que actualmente manejamos nuestras relaciones interpersonales. ¿Sabes cómo afecta la tecnología a las relaciones de pareja? A continuación te lo explicamos.
“Internet es mucho más que una tecnología. Es un medio de comunicación, de interacción y de organización social.”
-Manuel Castells-
Tecnología y relaciones humanas
Nuestras intervenciones en las redes sociales, blogs y demás quedan registradas y no hay manera de hacerlas desaparecer, al menos no para los usuarios comunes. Esta información puede ser encontrada a través de una simple búsqueda y utilizada a favor o en contra de cualquiera, ya se trate de un candidato para un puesto laboral o una pareja.
El mundo actual nos exige movernos a un ritmo acelerado y nos quita tiempo y lugar para la comunicación interpersonal en la forma en que se hacía hasta hace pocos años. Sin embargo, como contrapartida, ahora disponemos de herramientas que nos permiten conocer gente y expresar nuestros intereses e ideas a distancia.
¿Cómo afecta la tecnología a las relaciones de pareja?
En los últimos años, el porcentaje de divorcios y separaciones ha aumentado significativamente. Así, tal y como afirman algunos estudios, uno de los factores que han podido influir en el aumento de las rupturas sentimentales, es el uso del móvil o de las redes sociales. Pues, es una realidad que estas brindan mayores probabilidades de contactar con antiguas parejas o aventurarse en nuevas relaciones.
Por otro lado, estas redes pueden ser usadas por individuos controladores y celosos para acechar a sus compañeros sentimentales en busca de supuestas infidelidades.
Pero el hecho de valerse de estos medios para conseguir relaciones extra matrimoniales no encuentra su única razón en las redes sociales mismas, sino en otros factores, no tan simples de analizar a simple vista. Asimismo, la utilización de estas herramientas tecnológicas para hostigar a alguien no se debe a la existencia de las redes, sino, probablemente, a la inseguridad que tienen algunos usuarios.
¿Sirve la tecnología para alimentar las relaciones?
Es importante comprender que el hecho de poseer un móvil no nos otorga más control sobre personas o circunstancias. Los “me gusta” que recibimos y damos muchas veces son superficiales, ya no siempre responden a sentimientos verdaderos ni profundos.
Sin embargo, sería injusto no reconocer algunos beneficios introducidos por estos avances tecnológicos.
Puesto que también es posible usar estas herramientas para alimentar y afianzar los vínculos afectivos y amorosos, por ejemplo, enviando a nuestras parejas hermosos mensajes recordatorios de nuestros sentimientos. Y aunque existen muchos engaños y fraudes que debemos aprender a distinguir, lo cierto es que, bien utilizadas, las redes sociales también pueden ser usadas para causas nobles.
Otras ventajas
Otro aspecto positivo del Internet lo constituye el hecho de que las personas con problemas y dificultades en el desarrollo de las habilidades sociales, pueden, con más facilidad, abrirse en una relación cibernética donde no necesita “dar la cara” desde un principio.
A su vez, en el mundo virtual es posible compartir afinidades y encontrar gente con características similares a las nuestras, que en el propio entorno no siempre encontramos tan fácilmente.
Finalmente, como conclusión, podemos afirmar que las herramientas tecnológicas no son negativas en sí mismas, sino que en esta área de la tecnología (como en cualquier otro aspecto de la vida humana), todo dependerá del uso que le demos, según los principios de cada uno.
Licenciado en Psicología por la Universidad de Jaén en el año 2010. Máster en Psicología Clínica por la Universidad de Almería (2011) y Máster en Psicología Jurídica y Forense por el COPAO, Granada (2012). Doctorando en Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado 8 artículos científicos y es autor de los siguientes libros: "Psicopatología General", "Neurociencias: etiología del daño cerebral" y "Evaluación Psicológica". Además, es coautor del libro "Modelo ROA: Integración de la Teoría de Relaciones Objetales y la Teoría del Apego". Ha participado en congresos internacionales sobre psicología clínica y forense. Desde 2010 ha ejercido profesionalmente como psicólogo clínico y forense, escritor, formador y profesor universitario. Actualmente, colabora con diversos medios digitales.