Cómo combatir la pasividad según William James

Para dejar a un lado la pasividad que trae el desánimo, debemos despertar la fuerza de voluntad y recordar cuáles son nuestros significados vitales, según William James.
Cómo combatir la pasividad según William James
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 21 junio, 2022

Para combatir la pasividad, según William James, necesitaríamos comprender primero de dónde viene la energía del ser humano. Tal dimensión no proviene del plano espiritual. Nos llega del cuerpo y de la mente y estos, señalaba el padre de la psicología americana y pionero del estudio científico en el ámbito psicológico, no rinden igual todos los días.

Hay energías que a veces no están presentes, que duermen debido al desánimo, a la desafección y al mero agotamiento físico. Sin embargo, la quietud y la falta de iniciativa tiene casi siempre como origen el templo de la mente, de lo psicológico. Ya lo decía William Faulkner: “estoy cansado de correr, de tener que cargar mi vida como si fuera una canasta de huevos”.

Llega un momento en el que quedamos agotados por la complejidad existencial que nos acompaña. Todo parece demasiado frágil, las esperanzas se rompen con facilidad y las ilusiones que alimentamos estallan a veces en aciagas decepciones. Cuesta mucho mantener nuestros recursos mentales y físicos al 100 %, pero hay mecanismos que pueden ayudarnos.

“Es nuestra actitud al comienzo de algo difícil, más que cualquier otra cosa, lo que afectará a un resultado exitoso”.

-William James-

Imagen para simbolizar cómo combatir la pasividad según William James

Cómo combatir la pasividad según William James

El mecanismo para combatir la pasividad, según William James, requiere despertar la autoconciencia y los estratos de la fuerza de la voluntad. Parece complejo, pero vale la pena conocer qué argumentó el hermano del reconocido escritor Henry James. Fue en 1906 y en la Universidad de Columbia donde dio su célebre discurso ante la American Philosophical Society

Algo que explicó en primer lugar es que la pasividad es como una enfermedad que se retroalimenta a sí misma. Cuando llega, y no reconocemos sus síntomas, es muy capaz de emborronar todos nuestros propósitos y fuerzas por emprenderlos. Del agotamiento físico y mental se deriva en el aburrimiento y tras él, llega el círculo vicioso de la ansiedad y la procrastinación.

Aquel discurso lo llamó “The Energies of Men” e insistió en que muchos de nosotros vivimos como si estuviéramos en una especie de nube que pesa sobre nuestro ser y que todo lo difumina. Hemos perdido la claridad de discernimiento, señalaba James. El músculo de la atención y la capacidad de ver las cosas tal y como son se debilita en este estado, y todo se debe a la pasividad mental.

La vida deliberada a través de la fuerza de voluntad

Para combatir la pasividad, según William James, debemos emerger de esas brumas mentales y dominar todos nuestros recursos físicos y psicológicos. ¿De qué manera? Es necesario activar nuestra fuerza de voluntad y ser capaces de llevar una vida deliberada, orientada a significados y propósitos.

Pocas dimensiones son más relevantes en el campo de la psicología como la fuerza de la voluntad, es cierto. En ella cohabitan dimensiones tan relevantes como la autoestima, la resistencia a la frustración y el motor de la motivación. Ahora bien, ¿cómo despertar nuevamente la fuerza de voluntad cuando esta falla debido al desánimo o la apatía?

Por otro lado, para combatir la pasividad era necesario desarrollar al máximo la atención. Esta área del estrato mental era algo a lo que le dedicó buena parte de su investigación y de lo que habló en su célebre trabajo Principios de la psicología (1890). La atención era ese proceso por el que la mente toma posesión, de forma vivida y clara, de aquellos procesos del pensamiento que son valiosos y útiles.

“La facultad de controlar una mente errante es la esencia misma del juicio, el carácter y la voluntad. Nadie es compos sui (maestro de sí mismo) si no logra desarrollar esta facultad. Por eso, parte de la educación debería tener ese objetivo: desarrollar la atención para alcanzar la excelencia”.

-William James-

Chica haciendo yoga siguiendo las bases de cómo combatir la pasividad según William James

Para combatir la pasividad puede ser útil el yoga

Este dato puede resultar especialmente curioso y llamativo. William James defendió en su libro Varieties of Religious Experience (1902) la práctica del yoga. Según él, esta disciplina tradicional favorecía una luminosidad inmediata a la mente, desarrollaba la razonabilidad filosófica y tenía una gran utilidad moral.

Lo cierto es que el padre de la psicología científica y reconocido filósofo de la Universidad de Harvard era un gran aficionado al yoga y no dudó en estudiar sus beneficios. De este modo, para combatir la pasividad, según William James, nos puede ser muy útil este recurso por diversas razones.

  • El yoga permite a la persona entrenar el foco de la atención y orientar la mente a lo que es relevante. Solo así clarificamos nuestros propósitos y significados vitales y activamos nuestra motivación.
  • Asimismo, el yoga nos permite romper las barreras de la rutina y emerger de esos estratos de inactividad, tedio y quietud en los que es tan fácil quedar atrapados, según James. Solo cuando visualizamos lo que nos es importante y significativo, dejamos a un lado la enfermedad de la pasividad.

Por último, y no menos interesante, cabe señalar que esta argumentación tan interesante que nos dejó William James en sus discursos y obras quedó olvidada o desplazada con la llegada del psicoanálisis. Para Freud el comportamiento humano estaba gobernado únicamente por impulsos inconscientes y ahí, no tenía cabida la atención ni la fuerza de la voluntad. Afortunadamente, hemos recuperado muchos de esos principios del padre de la psicología americana.


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  • Fierro, Catriel. (2013). "Principios: la relevancia de William James en la enseñanza de la historia de la psicología". Eureka (Asunción) en Línea10(1), 96-104. Recuperado em 17 de novembro de 2021, de http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2220-90262013000100011&lng=pt&tlng=es.
  • James, William (1902) Las variedades de la experiencia religiosa. Equipo Difusor del Libro
  • James, William (1890) Principios de psicología. Fondo De Cultura Economica
  • Orozco, José Luis (2003). William James y la filosofía del siglo americano. Barcelona: Gedis
  • Salas Ortueta, Jaime de & Martín Félix (2005). Aproximaciones a la obra de William James: la formulación del pragmatismo. Madrid: Biblioteca Nueva

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