Cómo puedo acompañar a mi pareja en el manejo de sus emociones

Si deseas ayudar a tu pareja a manejar sus emociones recuerda que tú no puedes hacer su trabajo ni responsabilizarte de todo lo que le sucede. Lo mejor es acompañar, estar presente, comprender y ser ese refugio siempre cercano al que puede acudir.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 31 mayo, 2021

¿Puedo acompañar a mi pareja en el manejo de sus emociones? Algo que debemos comprender sobre este tema es que por mucho que queramos no podremos hacer el trabajo del otro. Nos encantaría aliviar las penas del ser amado, apaciguar su ira, disuadir sus miedos y sanar sus angustias. Ahora bien, lo que sí podemos hacer es estar presentes, ser sus aliados, su mejor refugio y su regazo de calma.

Cuando mantenemos una relación, si hay algo que deseamos es que exista bienestar, que la otra persona esté bien y que juntos podamos avanzar construyendo un vínculo feliz y satisfecho. No obstante, las épocas complicadas siempre llegan. Todos pasamos por instantes mejores y momentos peores, esos en los que es esencial contar con el apoyo de la pareja.

Si deseamos verdaderamente ser de ayuda, es esencial que sepamos ofrecer estabilidad y ese equilibrio que el otro necesita. La comprensión, el no juzgar y saber estar sin invadir son elementos decisivos. Como también lo es salvaguardar nuestro confort psicológico y no hacernos cargo de áreas o responsabilidades que no son nuestras.

Claves para saber cómo acompañar a mi pareja en el manejo de sus emociones

Hay un hecho bastante común que se da en las relaciones de pareja: “lo que le pasa a uno le afecta al otro”. Sufrir contagios emocionales en nuestros vínculos afectivos es algo común y si bien es esperable, no es lo recomendable.

¿Por qué decimos esto? Lo remarcamos porque si el otro se siente frustrado, enfadado y deprimido seremos de poca ayuda si no sentimos del mismo modo.

Así, en el caso de que nuestra pareja venga un día del trabajo estresada y con cierto nivel de agobio, lo último que podemos hacer es dejarnos contagiar por ese mismo estado emocional. Hay que saber reaccionar y ser ese faro de luz y equilibrio en el que el otro se pueda dejar guiar para encontrar sosiego. 

Esto que en apariencia tiene lógica y es lo esperable, en realidad, no es fácil de llevar a cabo para todos. Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Braunschweig señalan que no todas las parejas disponen de buenas habilidades emocionales. Falla la inteligencia emocional y también la conciencia emocional.

Es importante saber algunas claves sobre cómo acompañar a la pareja en el manejo de sus emociones.

1. Responsabilidad afectiva: me preocupo por ti, eres importante para mí

La primera idea que debemos integrar es la de la responsabilidad afectiva para con nuestra pareja. Esto significa que para servir de ayuda es necesario que el otro se sienta querido, comprendido y validado. Debe percibir en nosotros una cercanía auténtica y, para ello, debemos atender los siguientes aspectos:

• Facilitaremos el diálogo y el desahogo emocional.
• Escucharemos sin juzgar.
• Validaremos cada emoción y cada palabra. Le haremos ver que todo lo que nos dice y siente es importante para nosotros. Para los psicólogos Greenberg & Goldman (2008), autores del libro Emotion‑focused Couples Therapy, la validación pasa siempre por hacerle ver al otro que su experiencia tiene sentido y la comprendemos.

Somos su mejor alianza y su pilar del día a día, nuestra responsabilidad es la de estar a su lado creando un entorno de respeto, afecto y confianza.

2. Acompañar a la pareja en el manejo de sus emociones no es querer resolver sus problemas

Acompañar emocionalmente a alguien no es hacer el trabajo por él o ella. No podemos ir de salvadores ni cargar sobre nuestra espalda responsabilidades que no nos pertenecen. Si nuestra pareja sufre depresión o ansiedad no podemos afrontarla por ella. Estaremos a su lado en todo momento, seremos su mejor apoyo, pero hay tareas que deben hacerse en soledad.

Por ello, es esencial tener siempre claro que lo más importante es saber estar presente, pero sin ser intrusivos o directivos. Es también dar aliento al otro para que por sí mismo afronte sus problemas y desafíos personales.

3. Preguntar qué necesita

Acompañar a mi pareja en el manejo de sus emociones implica también preguntarle qué necesita. A veces, las personas intentamos anticiparnos y ofrecerle al otro lo que creemos que es mejor. Sin embargo, esto puede provocar desaciertos, incomodidades e incluso una mayor intensificación del dolor emocional.

Por ejemplo, no pasa nada si en un momento lo que nos pide nuestra pareja es soledad. Saber qué quiere en cada momento nos permitirá ser el mejor soporte.

4. Te apoyo, estoy contigo en cualquier circunstancia

Cuando una persona lidia con sus propias emociones, ya sea la tristeza, la desesperación, la angustia o incluso la frustración o el enfado, lo que experimenta muy a menudo es soledad. Es la sensación de que nadie lo entiende y de que esa carga es extremadamente pesada para uno mismo.

Por tanto, acompañar a mi pareja en el manejo de sus emociones significa también hacerle ver que estoy a su lado. Es demostrarle que mi apoyo es constante e incombustible. Implica recordarle que estaremos a su lado en cualquier momento, situación y circunstancia… Todo ello infunde en el otro paz y seguridad. 

Para concluir, en el viaje de la vida siempre aparecerán épocas complejas en que nuestras emociones se verán al límite. Saber estar el uno para el otro implica desarrollar habilidades básicas de comunicación, de inteligencia emocional y de esa empatía que sabe intuir necesidades y actuar en consecuencia.