Conectar con la naturaleza: 4 ejercicios

Conectar con la naturaleza: 4 ejercicios
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por María Hoyos

Última actualización: 22 julio, 2018

Conectar con la naturaleza en la actualidad es cada vez más una tarea compleja, ya que lo que antes era producido por la inercia ahora requiere de intencionalidad e, incluso, de voluntad. Así, muchos hemos desconectado nuestro rasgo más antiguo y olvidado por el camino de dónde venimos.

Cuando desconectamos de la naturaleza, es común sentirnos incompletos, angustiados y frustrados. A menudo, no somos conscientes de la causa de estos síntomas. Por ello, es importante que incorporemos a nuestra rutina algunos ejercicios que nos permitan conectar con la naturaleza de manera más o menos habitual.

La naturaleza nos aporta energía física y mental

Nuestra salud se ve afectada en gran medida por el tiempo que pasamos fuera de casa; por “fuera de casa” debemos entender no el bar de la esquina, sino el parque, el campo, la sierra, la montaña, el mar o el río. Elementos naturales, lejos del ritmo de nuestra sociedad moderna, acostumbrada a vivir con prisa y estrés.

Para recuperar nuestra energía física y mental necesitamos, en primer lugar, darle a nuestro cuerpo y a nuestra mente un descanso. En este sentido, la desconexión que nos proporciona la naturaleza es perfecta para este propósito. Pero, ¿sabemos cómo relacionarnos con ella para conseguir desconectar y reconectar?

Pies descalzos simbolizando cómo simplificar la vida

4 ejercicios para conectar con la naturaleza (de nuevo)

Los seres humanos hemos estado en contacto diario con la naturaleza desde que tenemos noción de nuestra existencia. La sociedad apartada en la que mucho vivimos es producto solo de las últimas décadas. ¿Cuándo fue la última vez que pasaste unas horas fuera de la ciudad? Si no sabes contestar a esta pregunta, estos ejercicios te ayudarán.

1. Entiende la necesidad de hacerlo

Sé consciente de la necesidad del contacto con la naturaleza. Un contacto que cuenta con numerosos beneficios, entre los que podemos identificar: la ausencia de contaminación, la tranquilidad y el conocimiento de un entorno en el que nos hemos movido durante siglos.

2. Ponte en contacto real con ella

Para conectar con la naturaleza es imprescindible ubicarse en ella. Busca el espacio natural más cercano, ya sea un parque o una montaña cercana. Siéntate y respira. Cierra los ojos, siente las plantas a tu alrededor.

Puedes tomarte tu tiempo para observar a tu alrededor. ¿Conoces los árboles que te rodean? ¿Sabes qué especies de animales viven en tu zona? ¿Cuánta variedad de flores eres capaz de distinguir? No se trata de que recibas una formación específica, sino de que entiendas bien el ambiente que te rodea. Si lo haces, te sentirás más cerca de la fauna y la flora.

3. Pasea descalzo

Si el terreno te lo permite, realiza un contacto real con la naturaleza. Siente a través del tacto, no solo de la vista y el olfato. ¿Sabes cómo se siente una hoja caída en otoño? ¿Y una piedra cubierta de musgo? Dale la oportunidad a tu sentido del tacto de desarrollar nuevas habilidades.

4. Aprovecha para conocerte

Otra de las oportunidades que nos brinda la naturaleza es la de conocernos mejor a nosotros mismos; preferiblemente cuando estemos solos, podemos meditar, o simplemente sentarnos a pensar en aspectos importantes de nuestra vida. La introspección y el autoconocimiento, unidos a la experiencia sensorial de la naturaleza, nos hará relajarnos y nos aportará claridad mental.

Mujer observando la naturaleza

La naturaleza nos hace más inteligentes

Estos ejercicios no solo son beneficiosos para nuestra salud y nuestra mente, también nos hacen más inteligentes:

  • Reduce el estrés y la fatiga mental: al hacerlo, recuperamos energía que nos permite desarrollar habilidades. Así, contaremos con una mente más sana, que generará o inflará menos preocupaciones.
  • Disminuye la irritabilidad y la agresividad: por tanto, nos ayuda a identificar las emociones más fácilmente y desarrollar las emociones positivas.
  • Mejora la autoestima y el autocontrol: esto significa que potencia nuestra inteligencia emocional, la cual nos ayuda a relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.
  • Mejora la imaginación y la sociabilidad: ser inteligente no solo significa almacenar datos en nuestro cerebro. También significa adaptarnos mejor, conocer a los que nos rodean o invertir en la calidad de las relaciones interpersonales.

A fin de cuentas, la naturaleza es un regalo que, a menudo, descuidamos; pensemos que la “comodidad” de la vida moderna ha desplazado a los desafíos naturales. Lo que te propongo es un equilibrio, que seas capaz de conjugar una vida moderna, llena de pantallas y desafíos digitales con la tranquilidad que emana de pisar el suelo y caminar descalzos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.