¿Cómo detectar los signos de que mi hijo hace «bullying»?

Prestar atención a las señales de violencia en un niño es prevenir el horrible escenario del «bullying». Te invitamos a conocer las alertas más significativas.
¿Cómo detectar los signos de que mi hijo hace «bullying»?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 14 septiembre, 2023

«Mi hijo hace bullying» es una de las afirmaciones más duras de aceptar. ¿Qué se hace mal en su educación? ¿Por qué se comporta así en el colegio, si en casa no lo hace? Estas y muchas preguntas más preceden a una que todos los tutores se formulan: «¿Se podría evitar?».

Lo cierto es que la prevención es la mejor arma contra el bullying. Es necesario evitar que los niños se relacionen de manera violenta. Cuando esto ocurre, aparecen determinadas señales a las que es importante prestar atención. Te enseñamos a identificarlas y a caracterizarlas para tenerlas presentes.

Perfil del acosador escolar

No todos los niños cometen acoso escolar de manera física; se presentan formas verbales, relacionales, digitales o de índole carnal, las cuales no requieren de golpes para causar daños irreparables en la víctima.

Por eso, en ocasiones, es difícil identificar que un hijo hace bullying, debido a que solo el 20 % de los casos llegan a informarse, como se refleja en el informe del Institute of Education Sciences (IES).

Los niños que acosan también necesitan atención de las instituciones, no solo para evitar que hagan daño a sus compañeros. Suelen ser pequeños con problemas en la gestión emocional, víctimas o testigos habituales de violencia o con dificultades para socializar. Por tanto, la intervención debe ser temprana, antes de que estos problemas le lleven a ejercer maltrato sobre sus pares.



¿Qué señales tener en cuenta para saber si mi hijo hace bullying?

Siempre hay que prestar atención a cómo un hijo interactúa con sus compañeros, así como analizar su forma de relacionarse en casa y qué ejemplos sigue.

Aunque no presencies agresiones directas en el colegio ni recibas informes de profesores, existen señales significativas. Mira las que se exponen en la plataforma oficial de Stop Bullying y algunas más encontradas por expertos.

1. Le has visto involucrarse en agresiones

Una pelea en el parque, reírse de un compañero, insultar a amigos mientras juega online, todos estos son signos de agresividad en un niño. Indican que resuelve sus frustraciones e inseguridades a través de la violencia y, sin recursos psicológicos, esto no hará más que escalar.

2. Dudas de sus amistades

Entablar amistades en el colegio y el instituto no siempre se hace a través de gustos compartidos y personalidades afines, también se trata de responder al orden social que se establece en el área escolar.

Si tu hijo se relaciona con otros compañeros que sabes que acosan a los demás, es posible que participe en estas acciones, por lo menos como espectador.

3. Su agresividad es cada vez más evidente y frecuente

La violencia no es un método válido para relacionarse de manera sana, pero da resultados: se obtiene lo que se quiere la mayoría de las veces. Por todo lo descrito, es normal que un niño o un adolescente recurran a ella, pues parece fácil y efectiva. 

4. Le castigan en el colegio muy a menudo

Las notas negativas por parte de profesores, así como los partes sancionadores, llegan a menudo en estos escenarios. Esta señal es muy clara y requiere de la implicación inmediata de los padres, así no se sospeche que el hijo está involucrado en acoso a sus compañeros.

5. No asume responsabilidades

Es improbable que un niño que acosa a los demás diga «lo siento». El foco de la responsabilidad suele ponerse en el exterior, echando las culpas a los demás. Las consecuencias de sus actos se perciben como injustas, pues consideran que sus acciones son inevitables debido a la provocación del resto de compañeros.

6. Uno de los signos de que un hijo hace bullying: encontrar pertenencias sorpresa

Hay que sospechar en casos tales como cuando un niño aparece en casa con un móvil que no es suyo, su estuche se llena de bolígrafos sin comprarlos o descubrimos que están en posesión de dinero sin que se les proporcione desde casa. Es muy probable que se lo esté sustrayendo a algún compañero.

7. Le importa demasiado su reputación

La inseguridad que sienten muchos acosadores se traduce en una lucha constante por mantener una autoimagen de importancia y superioridad. Acostumbran a ser muy competitivos y las derrotas hacen estallar su aguante, derivando en actos impulsivos y violentos.

Como se muestra en una revisión de 2020 publicada por la Universidad César Vallejo, el perfil del acosador proactivo se configura como hostil, dominante e intimidante. Estos rasgos son fáciles de detectar en la vida diaria.

8. Desobedece y traspasa límites de manera sistemática

Una forma de dominar a los demás es traspasar sus límites de manera continua; no respeta las normas que se le imponen, pese a que se trate de razonar con el niño y hacerle entender su utilidad. Si el infante no obedece en casa, es probable que tampoco lo haga en el colegio.



Si creo que mi hijo hace bullying, ¿cómo lo gestiono?

Enfrentarse a esta realidad es muy difícil. Si, hasta el momento, opinabas hacerlo bien en su crianza y te encuentras con estas sospechas, no entres en pánico. Acude a un profesional de psicología infantil y contacta con el colegio para compartir tu inquietud.

No toda la educación se recibe en casa. Los niños están expuestos a internet, a influencias de sus profesores, al ambiente escolar, incluso, a su propia biología. Buscar culpables nunca es la solución cuando un hijo hace bullying. De hecho, dar con una solución a tiempo salva su bienestar emocional, su personalidad adulta y, aunque cueste pensar en ello, quizás la vida de un compañero.


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