Dolor de garganta por estrés: causas y qué podemos hacer

¿Te has quedado afónico alguna vez a causa del estrés? ¿Has sufrido dolor de garganta en esas épocas en las que tenías una mayor carga de trabajo y de preocupaciones? Te explicamos por qué ocurre.
Dolor de garganta por estrés: causas y qué podemos hacer
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 01 septiembre, 2023

El dolor de garganta por estrés es un problema que la mayoría ha experimentado alguna vez. Afonía, sensación de nudo en la garganta, dolor al tragar y otros síntomas acompañan la condición. Muchas de estas molestias se perciben cuando se atraviesa por épocas en que las que las preocupaciones y las presiones son infinitas, al término que el tiempo de calma y descanso es limitado.

A veces, se desconoce las múltiples formas en que las emociones impactan en la propia salud. Ejemplo de ello es lo que destacan en una revisión divulgada en SSM – Population Health. Los factores psicosociales pueden estar detrás de la patogenia de algunas enfermedades infecciosas. Así, el estrés crónico suele actuar debilitando el sistema inmunitario.

Esto provoca que se sea más vulnerable a la hora de desarrollar una serie de afecciones, como puede ser la propia faringitis. Si es tu caso, si sueles pasar muchas épocas sufriendo esta dolencia, te explicamos a qué se debe y cómo prevenirla en la medida de lo posible.

El estrés y la liberación excesiva de cortisol en sangre puede debilitar nuestro sistema inmunitario. Esto nos hará más vulnerable a desarrollar el clásico dolor de garganta

Dolor de garganta por estrés: qué es y cómo aparece

Todo dolor de garganta pone en alerta a cualquiera. La clásica picazón o inflamación asusta porque puede ser origen de una enfermedad viral. Los resfriados y las gripes suelen ser la causa más común. Las alergias, por su parte, también desencadenan esta afección. Ahora bien, el dolor de garganta por estrés tiene como principal desencadenante un factor psicológico.

¿Cómo puede ser? El estrés es un mecanismo psicofisiológico normal que permite actuar ante situaciones de presión, desafío o amenaza. En momentos puntuales, es positivo y actúa como catalizador. En caso de que se convierta en una constante en la vida, la salud física y mental se verá afectada.

De este modo, trabajos como los publicados en Nature Reviews Immunology recuerdan que las experiencias estresantes pueden debilitar el sistema inmunitario. Esos cambios endocrinos pueden hacer más vulnerable al organismo a infecciones, y mediarán en el desarrollo del dolor de garganta por estrés —entre otras posibles afecciones—. Veamos a continuación cómo se manifiesta este problema.



Síntomas asociados a la faringitis por estrés

Una faringitis no es más que un síntoma de alguna condición subyacente, ya sea vírica, psicológica o debida a otros factores. Lo más importante en todos los casos es contar con un buen diagnóstico. Para ello, lo primero es atender a la sintomatología. Así, por término medio, el dolor de garganta por estrés se manifiesta del siguiente modo:

  • Sensación de sequedad o irritación en la cavidad orofaríngea.
  • Cuanto mayor es el estrés, mayor es el dolor de garganta. Sin embargo, la molestia se reduce al aliviar la tensión.
  • Molestia o dolor al tragar.
  • Tensión muscular general.
  • Afonía.
  • Sensación de nudo en la garganta.
  • Tos.
  • Cansancio general.
  • Pueden aparecer más molestias físicas, como dolor de cabeza, dolor de espalda y otros problemas de salud. Desde el Journal of Personality and Social Psychology se informa cómo el estrés diario media en la aparición de diversas afecciones que van más allá incluso de la propia faringitis.
  • El dolor de garganta no siempre se alivia con los fármacos.
  • Esta molestia aparece en épocas de preocupación y mayor estrés.
  • Es común que el descanso nocturno sea deficiente.

La característica más destacable del dolor de garganta por estrés, es que cuando logramos relajarnos, la molestia se reduce.

Condiciones asociadas al dolor de garganta por estrés

El dolor de garganta por estrés se desencadena, como ya se ha visto, por mecanismos psicológicos. Es una condición real y no siempre es fácil de diagnosticar. Veamos otros episodios que pueden acompañar a este problema, los cuales incluso pueden explicar de forma directa algunos casos en determinados contextos.

Disfonía asociada a la tensión muscular y glosofobia

Este dato es interesante. La disfonía es un trastorno que afecta al timbre de la voz. De pronto, se padece de ronquera, afonía o una tonalidad algo extraña. Además, aparecen molestias, como cuando se ha gritado en exceso y se percibe la garganta cansada o inflamada.

Las disfonías pueden aparecer en situaciones de estrés elevado. De hecho, y tal como nos recuerda Johns Hopkins Medicine, a menudo el tratamiento incluye terapias que ayudan a liberar la tensión, como por ejemplo los masajes, la acupuntura, la psicoterapia y también la fisioterapia.

Un trabajo realizado por la Universidad de Missouri-Columbia encontró que el estrés es capaz de alterar el control fonatorio para la producción del habla a través de interacciones en el orden límbico-motor. En principio, este tipo de reacción puede aparecer frente al estresor social y evaluativo que se genera al momento de hablar en público.

Es uno de los temores más comunes en la población y los que más trastornos somáticos ocasiona. También se conoce como glosofobia, y se caracteriza por trastornos funcionales de la voz, así como dolor de garganta. Los niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, pueden estar detrás de esta condición.



Problemas para tragar (bolo histérico)

¿Alguna vez has sentido un nudo en la garganta? Esa sensación en la que de pronto cuesta tragar saliva y se siente como si algo obstruyera la faringe recibe el nombre de bolo histérico o globo faríngeo. Ocurre en estados intensos de estrés o ansiedad. Son situaciones en las que el cerebro se prepara para huir o hacer frente a un estímulo peligroso y amenazante.

Investigaciones como las realizadas en la Universidad de Sydney, Nueva Gales del Sur, señalan que, si bien esta condición puede tener diversas causas detrás como el reflujo gastroesofágico, no pueden descartarse factores psicógenos. La manera en que se manifiesta es la siguiente:

  • Notamos la garganta más tensa.
  • La deglución es más costosa.
  • Flemas.
  • Ronquera.
  • Posibles náuseas
  • Podemos notar como una leve sensación de ahogamiento.

Cambios en la respiración

El dolor de garganta por estrés también puede ser el resultado o se puede acompañar de un cambio en la respiración. Cuando se atraviesa por épocas de mayor intensidad fisiológica, de angustia, preocupación y presiones externas, se puede experimentar lo siguiente:

  • Mayor tendencia a respirar por la boca en un intento por obtener más aire. Esto hace que la garganta se reseque y duela.
  • Los estados de estrés largamente mantenidos en el tiempo derivan a menudo en alteraciones del sueño. Durante esas horas nocturnas en el que el descanso es irregular y los despertares son frecuentes, es común acabar respirando por la boca. Esto puede conducir a irritaciones y sequedad en la cavidad orofaríngea.

Las técnicas de respiración y de relajación pueden aliviar el dolor de garganta por estrés

Otras causas no infecciosas que causan dolor de garganta

Es importante tener en cuenta que existen algunos hábitos cotidianos que provocan dolor de garganta sin la presencia de un factor vírico o alérgico. De este modo, si estos se suman a una carga de estrés elevado, pueden dar forma a cuadros clínicos muy molestos. Lo ideal es tener en cuenta estos factores y abordarlos.

Investigaciones como las publicadas en la revista Inflammation Research destacan los siguientes factores no infecciosos y ambientales que median también en la aparición de la faringitis.

  • El tabaquismo. Tanto los propios fumadores como las personas expuestas al humo secundarios (tabaquismo pasivo) tienen un mayor riesgo de sufrir dolor de garganta. Además, es frecuente que quien padece un nivel más alto de estrés o ansiedad utilice el cigarrillo como un medio para calmarse. De esta forma, lo mejor es buscar otras vías para relajarse.
  • El ronquido también se asocia con altas frecuencias de dolor de garganta, aunque la dirección de la causalidad no siempre es clara. Una alta frecuencia de dolor de garganta es un factor de riesgo para los ronquidos, y viceversa. En estos casos, el dolor de garganta puede estar asociado con la apnea obstructiva del sueño en adultos. Si sufres de ronquidos, consulta a tu médico para identificar la mejor solución.
  • Los gritos y tener que hablar en un tono de voz elevado generan dolor de garganta. A veces, nuestros trabajos, sumado a factores estresantes, pueden derivar en dolor de garganta. Lo ideal, en estos casos, sería disponer de estrategias que nos permitan cuidar un poco más la faringe.

Cómo prevenir el dolor de garganta por estrés

Todas estas alteraciones que tienen como origen estados como el estrés o la ansiedad requieren básicamente cambios en el estilo de vida. El dolor de garganta por estrés es solo un síntoma, la manifestación de algo que debemos atender, cuidar y manejar. Veamos, no obstante, algunas estrategias.

Cambios en los hábitos de vida

El estilo de vida apresurado y dominado por infinitas presiones condiciona de forma directa la propia salud. Nunca está de más detenerse un momento y reflexionar en los siguientes aspectos:

  • Priorizar qué es importante en el día a día y qué es secundario.
  • Tal vez haya tareas o responsabilidades que sería mejor dejar de lado o delegar.
  • Los horarios requieren tiempos de descanso y de ocio.
  • Es necesario mejorar la calidad del descanso nocturno.
  • El dolor de garganta por estrés puede reducirse si se practica el autocuidado. Priorizar un poco más el bienestar y atender la salud física y mental es clave.
  • Llevar una vida más activa y realizar algún deporte.

Técnicas de respiración y relajación

A veces, se menosprecia el impacto que la correcta respiración puede tener sobre nuestra salud física y mental. La Universidad de Lieja, en Bélgica, destaca cómo este factor puede mediar en el bienestar. Es más, las prácticas de respiración y meditación pueden promover cambios psicofisiológicos muy positivos en la interacción cerebro-cuerpo.

En consecuencia, resulta muy interesante que se introduzca en la rutina alguna de estas estrategias. No solo pueden ayudar a prevenir el dolor de garganta por estrés, sino muchas otras dolencias donde lo mental condiciona la salud.

  • Practica la respiración diafragmática varias veces al día.
  • La técnica de visualización guiada (imaginar un escenario en calma) mientras llevas a cabo una respiración más lenta, también puede permitirte regular el estrés.
  • La relajación muscular progresiva de Jacobson es un recurso interesante y valioso en estos casos.
  • Tampoco desestimes el mindfulness o la atención plena.

Técnicas psicológicas para manejar el estrés

El estrés es una respuesta normal en contextos que se asimilan como desafiantes o con alguna amenaza. Saber actuar en estos escenarios es clave para superar los problemas cotidianos, también para salvaguardar el equilibrio físico y psicológico. Disponer de algunas herramientas psicológicas para estos casos es de gran ayuda.

Toma nota:

  • Aprende técnicas para resolver problemas.
  • Detecta tus enfoques mentales limitantes o irracionales y desactívalos. No se trata de reprimir o desplazar esos pensamientos más negativos, sino de reformularlos, de aplicar una mirada más racional y positiva.
  • Mejora tu inteligencia emocional.
  • Potencia tu asertividad. Es un buen recurso para desenvolverte en cualquier escenario.

Recomendación final

Para terminar, siempre se debe recordar la importancia del apoyo de los profesionales cuando las cosas se salen de control. No dudes en consultar con tu médico para contar siempre con un adecuado diagnóstico y tratamiento. En caso de que esta condición aparezca con frecuencia en épocas de mayor estrés y ansiedad, puedes asesorarte con un psicólogo.

La terapia cognitiva conductual o la terapia de aceptación y compromiso pueden ser muy adecuadas en estos casos. No dejes para mañana la molestia que sientes hoy. Si el desencadenante del dolor de garganta es el estrés, hay muchas formas de abordarlo.


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