El amor es un viaje en compañía

¿Crees en las almas gemelas? ¿O entiendes tu relación sentimental como un viaje en el que se comparte mochila? De eso hablamos hoy
El amor es un viaje en compañía
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Sonia Budner

Última actualización: 06 mayo, 2019

En muchos casos, preferimos ignorar que el amor es ciego. Cuando las personas se enamoran y comienzan una relación romántica es el momento de la magia y quizás no el de pensar demasiado. Muchas personas mantienen la fe en su particular versión de la teoría de las almas gemelas. Son menos las que caen en la cuenta de que el amor es un viaje.

Ese amor convertido en la unidad perfecta, en “mi otra mitad”, suena realmente bien. Sin embargo, parece que las parejas que cargan con el este ideal de relación perfecta terminan teniendo peores relaciones que quienes contemplan su relación de pareja como un viaje que se hace en compañía.

Este viaje no se refiere a almas gemelas creadas una para la otra, sino a una aventura de vida donde uno no camina solo. Es un viaje donde se superan obstáculos, se tienen objetivos y propósitos y la pareja funciona como un equipo enfrentando las dificultades del día a día. Suelen ser parejas que acostumbran a valorar hasta dónde han sido capaces de llegar y todas las cosas por las que han pasado juntos.

Mujer tapando ojos a hombres

Evaluando la forma de entender el amor

Este es el tema sobre el que los psicólogos sociales Spike W. S. Lee, de la Universidad de Toronto, y Norbert Schwarz, de la Universidad del Sur de California, se propusieron estudiar. Sus hallazgos demostraron que las personas que tienen la creencia de unidad perfecta sobre sus relaciones de pareja se sienten a menudo decepcionadas con sus relaciones.

Por el contrario, las personas que conciben sus relaciones sentimentales como un viaje de desarrollo personal en compañía de su pareja están más satisfechas con sus relaciones sentimentales a largo plazo. Esto parece llevarnos a la conclusión de que las diferentes formas de entender el amor conducen también a diferentes maneras de evaluarlo.

El experimento

El equipo de Lee y Schwarz trabajaron con grupos de personas que mantenían relaciones sentimentales prolongadas y les pidió que completaran una prueba de conocimiento en la que debían incluir expresiones relacionadas con la idea del amor como unidad o el amor como un viaje. Se les pidió también que recordasen las situaciones vividas con su pareja que hubieran supuesto conflictos y celebraciones y que, finalmente, hicieran una evaluación de su relación.

Recordar los momentos de celebración hizo que las personas se sintieran más satisfechas con su relación, con indepencia de cómo concebían el amor: siguiendo la idea de almas gemelas o como un viaje en compañía.

Pero, para los individuos situados sobre la primera concepción, el hecho de recordar los conflictos acaecidos durante la relación llevó a las personas a sentirse menos satisfechas con ellas. Sin embargo, esta insatisfacción no se daba en el caso de las personas que veían su relación como un viaje.

Los experimentos de seguimiento

En la segunda parte de este experimento, se pidió a los voluntarios que identificaran formas geométricas con las que formar un círculo completo como metáfora del amor como unidad. También que dibujaran una línea que fuera del punto A al punto B a través de un laberinto, en esta ocasión como símil del viaje. Estas fueron las señales no lingüísticas que se utilizaron en el experimento y que permitieron cambiar la forma en la que los individuos evaluaban sus relaciones.

Pareja agarrada de la mano por la vía del tren para representar la idealización

La aventura del viaje

Este estudio corroboraba otras investigaciones previas que se han hecho sobre el mismo tema y nos dejan conclusiones sobre las que merece la pena meditar. La concepción de la pareja sobre el suelo resbaladizo que extiende la idea del “alma gemela” suele generar unos cimientos frágiles y poco flexibles ante el error.

Por el contrario, plantear la relación sentimental como un viaje lleno de tribulaciones que se recorre en compañía aumenta la satisfacción de lo conseguido después de sortear muchas y muy duras pruebas que a veces la vida pone en el camino.

Probablemente, no estemos destinados a estar con nadie en particular. Probablemente, lo que debemos es prepararnos para recorrer ese camino, ese viaje en compañía de nuestra pareja y afrontarlo como lo que es, una larga aventura en equipo.


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  • Spike W.S. Lee, Norbert Schwarz (2014) When it hurts to think we were made for each other. ScienceDaily. Retrieved from www.sciencedaily.com/releases/2014/07/140724112549.htm

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