¿Dices una de estas frases? Podrías tener baja inteligencia emocional

Una profesional especializada en psicología de las relaciones identificó algunas expresiones que pueden indicar falta de tolerancia, de empatía y de flexibilidad. Te contamos más.
¿Dices una de estas frases? Podrías tener baja inteligencia emocional
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 08 octubre, 2024

Las palabras que usamos comunican más de lo que imaginamos, revelando nuestros pensamientos y lo que sentimos, así como nuestras habilidades o la falta de ellas. Una psicóloga de Harvard, Cortney Warren, identificó siete frases que, al ser utilizadas con frecuencia, podrían señalar una inteligencia emocional baja.

Por lo tanto, si encuentras que algunas de estas expresiones (o similares) son comunes en tus interacciones, es probable que necesites esforzarte por mejorar tal habilidad. Averigua durante esta lectura si este es tu caso.

Inteligencia emocional y su papel en la vida

En términos simples, la inteligencia emocional es la habilidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones. También implica la capacidad de entender y relacionarnos con las emociones de los demás de una manera efectiva.

Como plantea Daniel Goleman en su teoría, «el éxito en la vida depende en un 20 % del cociente intelectual y un 80 % de la inteligencia emocional». Cuando este tipo de inteligencia es limitada, tenemos mayores dificultades para tomar decisiones acertadas y manejar el estrés. Además, las relaciones interpersonales se vuelven cuesta arriba.

Pero no todo es negativo: esta clase de inteligencia puede desarrollarse; el primer paso es evaluar en qué situación nos encontramos. Por otra parte, hay indicios sobre su insuficiencia y aquí los abordaremos.



7 frases que sugieren una inteligencia emocional baja

De acuerdo con la profesional en psicología de las relaciones, Cortney Warren, es posible evaluar la inteligencia emocional. La experta precisa un conjunto de expresiones como señales de que esta habilidad es mejorable, junto con una propuesta concreta para hacerlo. Veamos cuáles son dichas frases.

1. «Tu punto de vista es erróneo»

A una persona con baja inteligencia emocional le cuesta ver más allá de sus propias narices. Esto hace que le resulte complicado reconocer que la perspectiva de otro sobre una situación específica, o en cuanto al mundo en general, es igual de válida que la suya.

  • ¿Cómo trabajarlo? Realiza un esfuerzo consciente por escuchar sin juzgar y aceptar que cada persona ve las cosas desde su propio lugar. Una de las maneras de llevarlo a cabo es evitar tener respuestas preparadas, antes de que la otra persona termine de dar su opinión.

2. «Es tu culpa que me sienta así»

Claro que las actitudes de los demás influyen en cómo nos sentimos, pero las emociones de uno son responsabilidad de uno. Alguien inteligente emocionalmente no culpa al resto por sus sentimientos.

3. «No voy a cambiar, yo soy así y ya está»

Esta frase permite ver una actitud de cierre y, normalmente, puede aparecer cuando a alguien se le hace una crítica, se le señala un error o un aspecto por mejorar. Una persona con inteligencia emocional toma las críticas constructivas y las evalúa.

  • ¿Cómo trabajarlo? Intenta estar más abierto y más atento a lo que los demás señalan. Es cierto que, en muchos casos, pueden ser comentarios malintencionados. Sin embargo, es importante aceptar que somos humanos y, por tanto, nos equivocamos. No está de más prestar atención a nuestras posibles falencias.

4. «No te perdono y jamás lo haré»

La falta de flexibilidad es uno de los signos de baja inteligencia emocional, y esta es una de las frases que ejemplifican tal carencia. Nos referimos a aquellos individuos que son incapaces de perdonar errores, por más triviales que sean, y que guardan rencor a muchas personas con las que se han relacionado.

  • ¿Cómo trabajarlo? Sé más selectivo/a al decidir perdonar o no hacerlo. Evalúa las consecuencias que conlleva cargar con enojo o resentimiento, debido a equivocaciones humanas. Considera si vale la pena mantener esos sentimientos y cómo liberarte de ellos contribuiría a tu bienestar.

5. «No me importa cómo te sientes»

Hay quienes les resulta indiferente cómo se siente el resto. No es que sean malas personas, sino que están tan absorbidos en su propio mundo, que les resulta muy difícil comprender las experiencias emocionales de los demás.

  • ¿Cómo trabajarlo? Enfócate en el desarrollo de la empatía. Esto se logra practicando la escucha activa y haciendo el esfuerzo de respetar los pensamientos y sentimientos ajenos, incluso cuando no coincidan con los tuyos.

6. «¡¿Qué estás diciendo?!, ¡estás loco!»

Acusar de «loco» a alguien y ridiculizar o reaccionar de forma exagerada a su discurso revela que no hay interés en comprenderlo. De ahí que Warren plantee esta como una de las frases representativas de baja inteligencia emocional.

  • ¿Cómo trabajarlo? Los límites son necesarios. Sin embargo, la forma sana de establecerlos no es a través de la agresión o minimizando la experiencia del resto. La tarea está en aprender a decir que «no» de manera respetuosa y constructiva.

7. «Tus sentimientos no tienen sentido, son absurdos»

Una persona con suficiente inteligencia emocional sabe que todos los sentimientos son válidos, así no los entienda. En lugar de desestimar las emociones de otros, respeta la diversidad de experiencias emocionales y ofrece consuelo.

  • ¿Cómo trabajarlo? Para mejorar en este aspecto, es fundamental aprender a respetar hasta lo que no puedas comprender. Esto supone cultivar una actitud de apertura hacia las emociones ajenas, practicando la tolerancia y la compasión.


La paciencia es clave fortaleciendo esta habilidad

La inteligencia emocional se asemeja a un músculo que se fortalece con la práctica. Por lo tanto, si te has sentido identificado con la mayoría de las frases que apuntan a una baja inteligencia emocional, hay mucho que puedes hacer al respecto para cambiar la situación.

Comienza por aplicar, poco a poco, las estrategias que aquí te compartimos. Ten en cuenta que no es algo que lograrás de la noche a la mañana, sino que requiere de paciencia y esfuerzo diario. También es posible pedir la ayuda de un terapeuta, si quieres emprender el proceso de la mano de un profesional.


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