Georg Wilhelm Friedrich Hegel: biografía de un filósofo idealista

Tras la muerte de Hegel, sus seguidores se dividieron en dos áreas contrapuestas: los hegelianos de derecha y los de izquierda por otro, como Karl Marx
Georg Wilhelm Friedrich Hegel: biografía de un filósofo idealista
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 abril, 2022

Georg Wilhelm Friedrich Hegel marcó un antes y un después dentro del pensamiento filosófico en Europa occidental y también en la Rusia del siglo XIX.  Admirador de Platón, Descartes y Kant, el idealismo alemán adquirió su máxima expresión con él, y lo que es más interesante, se produjo un gran avance en la teoría de la evolución de la conciencia.

Si hay algo que la mayoría sabemos es que leer a Hegel no es algo precisamente fácil. Su libro más conocido, Fenomenología del espíritu (1807), es una muestra de ese legado intelectual angosto, denso pero determinante dentro de lo que conocemos como la dialéctica histórica.

Asimismo, cabe señalar que son muchos los que vieron en sus tesis (como la definición del Estado) las bases de esos pensamientos más radicales que sirvieron de inspiración para el nacionalismo alemán. El propio Hitler, por ejemplo, vio cierta justificación en la filosofía hegeliana al leer frases como que “solo el mundo germánico, como encarnación del verdadero cristianismo, representa la auténtica libertad”.

No obstante, Hegel fue mucho más que este tipo de enunciados. Su pensamiento fue como esa mecha que iluminó y generó a su vez un sinfín de reacciones teóricas y filosóficas. Inspiró el materialismo marxista, asentó las bases del preexistencialismo de Søren Kierkegaard, el concepto metafísico de Friedrich Nietzsche e incluso la dialéctica negativa de Theodor W. Adorno.

Hegel fue, en esencia, ese filósofo que nos invitó a pensar que entre uno mismo y el mundo no hay barreras, que somos creadores de nuestra verdad. Introdujo también el concepto de la dialéctica para explicarnos que la historia y nuestro propio pensamiento, es el resultado del movimiento continuo entre soluciones y contradicciones…

 “La independencia del hombre consiste en esto: en que sabe lo que lo determina”.

-Hegel-

Vida de un académico admirado por sus alumnos

Hegel

Georg Wilhelm Friedrich Hegel nació en Stuttgart, el 27 de agosto 1770. De familia protestante y de buena posición, se rodeó desde siempre de ese entorno cultural más avanzado de la Alemania del siglo XIX. Entabló amistad con referentes de la época como fueron el filósofo Friedrich von Schelling o el poeta Friedrich Hölderlin. Asimismo, y desde bien temprano, fue  siempre un ávido admirador de las obras de Immanuel Kant y Schiller.

Estudió filosofía y teología en la Universidad de Tubinga y tras recibir una herencia tras la muerte de su padre, pudo dedicarse plenamente y con tranquilidad al mundo académico tras presentar su  tesis “Órbitas planetarias”.  No tardó demasiado en obtener un puesto como catedrático, pudiendo así profundizar también en una amplia área de saberes como las matemáticas, la lógica o el derecho.

En 1807 publicaría Fenomenología del Espíritu donde profundizó en aspectos como el sentido de la conciencia, la percepción y el conocimiento. En esta obra enfatizó ya lo único que para Hegel era lo verdadero, que no era otra cosa que la razón. Tras la trascendencia de este trabajo, no tardó en ser llamado por otras universidades para formar a los alumnos de Heidelberg o Berlín.

Friedrich Hegel, días de éxito y cólera

Hegel

Sus clases eran famosas en toda Europa. Decían sus alumnos que era capaz de dar respuesta y un sentido profundo a casi cualquier cosa. Que su mente era la de un titán del conocimiento y que Hegel debía ser como el propio Platón en la Antigua Grecia.

Sus análisis sobre filosofía del derecho y el sistema estatal hizo que múltiples colectivos desearan adentrarse en sus distintos enfoques, teorías y disertaciones. La élite cultural y la clase política de la época, vio en él todo un referente del que aprender y en el que inspirarse en el algún sentido, como lo hizo Karl Marx en su día. No obstante, no llegó a ver todo el impacto de su obra.

Friedrich Hegel falleció el 14 de noviembre 1831 de cólera. Serían sus alumnos quienes se encargarían de dar trascendencia a los escritos y anotaciones de todos aquellos saberes en los que había profundizado: historia, religión, estética…

“El hombre que no es capaz de luchar por la libertad, no es un hombre, es un siervo”.

-Hegel-

La filosofía de Hegel

Hegel era conocido sobre todo por introducir la historia en la filosofía. Hasta ese momento, los discursos filosóficos partían de un vacío, de una entelequia donde alcanzar el sentido de verdad sin contar con la referencia de los acontecimientos sociales.

Así, hechos como la Revolución Francesa, fueron sin duda los que más marcaron el discurso de Hegel, así como ese cambio en la mentalidad que reinaba en la Europa de la época. Conceptos como la libertad adquirieron por fin esa trascendencia decisiva de la Friedrich Hegel fue estandarte.

Veamos ahora los conceptos más relevantes de su legado filosófico.

El idealismo

Nube en la mente para representar las teorías de Hegel

Cuando se habla de Hegel es común definirlo como la esencia del idealismo alemán. Sin embargo ¿qué significa esto realmente? El el idealismo es una teoría filosófica que defiende lo siguiente:

  • Las ideas son lo más importante y estas pueden existir de manera independiente.
  • Lo que nos rodea, no existiría si alguien no los percibiera y fuera consciente de ellas.
  • Para Hegel el mundo es hermoso, es metafísicamente perfecto, porque la propia belleza simboliza la razón.

Asimismo, y dentro de este encuadre, defendía a menudo que la felicidad no debe ser la principal meta del ser humano. Lo más importante es el conocimiento y la razón.

La dialéctica

Hegel definía la razón como un proceso dialéctico. Uno puede afirmar un hecho y negarlo seguidamente, para más tarde superar dicha contradicción. De este modo, el movimiento dialéctico tenía para él los siguientes pasos:

  • Tesis: afirmación de una idea.
  • Antítesis: la negación de la propia tesis.
  • Síntesis: superar la contradicción formulada.

La libertad

Hegel opinaba que la auténtica libertad debía partir desde un marco muy concreto: el propio Estado. Es desde este escenario donde la propia persona puede sentirse realizada. Adquirir, a su vez, un sentido auténtico de dignidad. Es decir, el ser humano necesita por tanto un marco legal al cual “someterse”.

Aún más, dentro de este esquema hegeliano, es mediante el cristianismo desde donde la persona ha podido adquirir la auténtica libertad. Como bien podemos suponer, estas ideas marcaron más tarde a otras corrientes en diferentes sentidos.

La lógica

Si hablamos de filosofía es esencial profundizar en el área de la lógica. Y dentro de esta es obligatorio comprender la tesis más famosa de Hegel: la contradicción. Así, y según este principio, una cosa es ella misma y no lo es a la vez.

Es decir, todos cambiamos, porque todos nos transformamos y pasamos de un estado a otra realidad como resultado de la propia vitalidad, del cambio… La vida misma es una contradicción constante.

La estética

Cuadro de Kaspar Friedrich

Hegel realizó una interesante distinción entre lo bello natural y lo bello artístico. Lo primero hace referencia a lo más exquisito, porque es auténtico, es libre y representa el espíritu natural de las cosas. Lo segundo, la belleza artística, es lo que crea el propio espíritu y lo que nos permite a su vez una  investigación estética para adquirir conocimiento.

Friedrich Hegel es a día de hoy uno de los referentes más notables de la filosofía. Es admirado por muchos y visto con incomodidad por otros. Tal vez por su concepto del estado y del idealismo alemán o el eurocentrismo. También hay quien lo ve con cierta reticencia por la complejidad de sus textos.

No obstante, sus ideas marcaron un momento clave en Europa. En la actualidad libros como Fenomenología del espíritu siguen siendo de lectura casi obligada.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.