Habilidades blandas y duras: 5 diferencias con ejemplos
Para tener éxito en el trabajo, los negocios e incluso en el ámbito de la innovación, es necesario dominar las habilidades blandas y duras. Son competencias de amplio espectro que te permiten desenvolverte con solvencia en varios ambientes. Mientras las primeras tienen que ver con aspectos intra e interpersonales, las segundas delimitan tus conocimientos técnicos.
En un mundo cada vez más competitivo y cambiante, resulta bastante beneficioso integrar recursos y dimensiones de ambas esferas. No solo te permitirán progresar en tu carrera profesional, sino que tus relaciones y la capacidad para conquistar metas se verán impulsadas por su dominio. A continuación, te detallamos esas diferencias que existen entre unas y otras.
Las habilidades blandas se dan por sentadas. Son, en su mayoría, dimensiones técnicas intangibles, pero también las más valiosas y transferibles.
5 diferencias entre habilidades blandas y duras
Cuando inicias un proceso de selección para optar a un empleo, los reclutadores no solo se fijan en tu formación y experiencias. A menudo, se aplican ciertas pruebas para evaluar tus habilidades blandas. Saber resolver problemas, demostrar tus dotes de liderazgo o de pensamiento crítico son aspectos de gran valor para toda organización.
Las conocidas como hard skills y soft skills son los pilares que facilitan el progreso y eficiencia de toda empresa. En este sentido, una investigación publicada por Human Resource Development Quarterly destaca que es necesario comprender las diferencias entre unas y otras, para mejorar la capacitación y formación de los propios empleados. A continuación, te las detallamos.
1. Definición: ¿qué son cada una?
Las habilidades duras integran todo el conjunto de destrezas técnicas y específicas relativas a un área concreta o disciplina. En ellas se incluyen una serie de herramientas y procedimientos para desenvolverte en un sector concreto y mejorar la eficacia.
Por otro lado, las habilidades blandas se vinculan con aspectos más personales, como tus habilidades de comunicación, empatía, creatividad o adaptabilidad. Son aprendizajes por los que no siempre te ofrecen un diploma, pero que resultan imprescindibles para tu día a día.
Ejemplos de habilidades duras
- Saber varios idiomas.
- Manejar maquinarias industriales.
- Tener conocimientos de programación.
- Tener conocimientos HTML/CSS/Javascript.
- Disponer de grados o certificados académicos.
- Contar con habilidades para realizar estudios de mercado.
- Saber cómo se lleva a cabo la reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Estar formado en el desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial.
Ejemplos de habilidades blandas
En un artículo de Review of Managerial Science se señala que suele existir cierta falta de consenso a la hora de diferenciar las competencias individuales de las habilidades blandas. Bien, estas últimas no solo describen una serie de procesos que realizas de manera efectiva. También tienen que ver con tu mentalidad y forma de ser. Te detallamos algunas:
- creatividad,
- imaginación,
- escucha activa,
- saber priorizar,
- dotes de liderazgo,
- demostrar empatía,
- pensamiento crítico,
- inteligencia emocional,
- saber trabajar en equipo,
- buena gestión del tiempo,
- saber resolver problemas,
- saber adaptarte a los cambios,
- tener una buena capacidad de respuesta,
- capacidad para manejar la incertidumbre.
2. La especificidad o el ámbito de aplicación
¿A qué te dedicas? ¿Cuál es tu área profesional? El ámbito en que desempeñas tu labor te exige dominar una serie de competencias duras y estas son exclusivas de ese sector. Tu dominio de las mismas te permitirá demostrar tu solvencia y lograr objetivos.
Por ejemplo, si eres decorador, no necesitarás adquirir conocimientos técnicos de ingeniería o medicina. Pero te puede ser útil aprender conceptos psicológicos, para comprender qué colores impactan mejor en las personas y crear así entornos más agradables.
Ahora bien, por el contrario, las habilidades blandas son transferibles y aplicables a muchos otros contextos y situaciones más allá de tu ámbito de trabajo. Es más, dichas herramientas resultan beneficiosas para todas las personas.
3. Las habilidades blandas potencian a las duras
Un trabajo publicado en SN Business & Economics señala un aspecto interesante sobre las habilidades blandas y duras. Algo que esperan los estudiantes, cuando finalizan su formación académica, es que las competencias adquiridas en ambos ámbitos, durante su formación, se ajusten a las demandas reales de sus futuros empleos. Solo así se logra un auténtico desarrollo en la vida profesional.
En ese sentido, es útil mencionar que cuantas más habilidades blandas adquieras más potenciarás tus competencias duras. Ambas te permitirán no solo adaptarte a las exigencias de los empleos, sino que facilitarán tu proyección y desarrollo en los mismos. Para comprender mejor esta idea, te damos unos ejemplos.
Lo que te facilitan las habilidades duras
- Si eres pediatra, tus habilidades duras te permitirán tratar las distintas dolencias de los niños.
- En caso de que hayas estudiado marketing, tus habilidades duras serán claves para crear buenas campañas.
- Las competencias duras de los ingenieros de sistemas, por ejemplo, son esenciales para desarrollar un buen software y hardware en una empresa o solucionar incidencias que puedan surgir.
Lo que te facilitan las habilidades blandas
- Si eres pediatra, habilidades blandas como la empatía, la intuición o la capacidad de respuesta, te permitirán trabajar mejor con tus pacientes.
- Los ingenieros de sistemas se benefician de competencias blandas como la capacidad de análisis, el pensamiento estratégico o la buena gestión del estrés.
- Si has estudiado marketing, hay algunas dimensiones, como la creatividad, el pensamiento crítico o saber trabajar en equipo, que pueden ser tus mejores aliadas.
Las habilidades duras son las herramientas que usas cada día para poder desempeñar con éxito tu trabajo. Sin embargo, las habilidades blandas son una parte de ti. Son esas características que te definen como persona y que aplicas en cualquier ámbito de tu vida, no solo en el profesional.
4. El aprendizaje y la evaluación
Hay un dato curioso relativo a las habilidades blandas y duras. De acuerdo con una investigación de la Universidad del Sur de Georgia, por lo general, mientras las segundas son fáciles de demostrar o cuantificar, las primeras no lo son tanto. Por ejemplo, aspectos como la comunicación interpersonal, el trabajo en equipo y el manejo de conflictos no son sencillos de evaluar.
Por otro lado, también existe otra diferencia que te resultará interesante. Las hard skills y las soft skills no se aprenden de la misma manera ni en los mismos escenarios. Te lo explicamos.
¿Cómo se aprenden las habilidades duras?
- Certificaciones,
- capacitaciones específicas,
- educación formal o reglada,
- a través de procesos de aprendizaje estructurados.
¿Cómo se aprenden las habilidades blandas?
- Las adquieres con el paso del tiempo, al darte cuenta de que necesitas mejorar en ciertas áreas, como por ejemplo, tus dotes de liderazgo o de comunicación.
- Muchas de tus habilidades blandas se asocian a tu personalidad. Ejemplo de ello son tu empatía, tu meticulosidad, creatividad, capacidad para ser asertivo, etc.
- También procuras aprenderlas para ser mejor persona. Una muestra es apuntarte a un curso sobre inteligencia emocional o ingresar a un voluntariado.
5. Cambio y evolución
En toda profesión, las habilidades duras se quedan obsoletas con el paso del tiempo. Para mantenerte al día y progresar en tu trabajo debes formarte y reinventarte. Por otra parte, las habilidades blandas no siempre pasan a ser anticuadas. Existe la opción de mejorarlas, sin duda, pero su utilidad y eficacia suelen mantenerse.
De este modo, el profesor que imparte clases de informática sabe que, para transmitir mejor la formación a sus estudiantes, debe estar actualizado sobre cualquier novedad que aparezca en su sector. Lo mismo sucede con médicos, psicólogos, ingenieros o técnicos de mantenimiento. Actualizarse en competencias duras de forma periódica es el único modo de tener éxito en el ámbito laboral.
¿Cómo pueden las empresas fomentar el desarrollo de estas habilidades?
Un trabajo divulgado en Higher education in Europe plantea la necesidad de que los recién graduados sean capaces de lidiar con un entorno laboral cada vez más complejo. Esto implica no solo que tengan formaciones académicas sólidas, sino que es esencial que dispongan de buenas habilidades blandas.
En este sentido, las empresas tienen una labor decisiva en tal propósito. Las organizaciones también deben promover una formación continuada para que sus empleados sepan afrontar cualquier desafío. Te describimos qué mecanismos se deberían aplicar:
- Asignación de proyectos innovadores y desafiantes: ofrecer a los empleados tareas creativas y con ciertas dificultades les obligará a desarrollar nuevas destrezas.
- Programas de rotación: en esta técnica, los empleados rotan a lo largo de los diferentes departamentos de una empresa, con la intención de adquirir nuevas competencias en cada ámbito.
- Capacitación y desarrollo: aplicar a nuevos programas de formación y de capacitación es una buena estrategia para que los empleados desarrollen y potencien sus habilidades duras y blandas.
- Mentorías especializadas: la mentoría es un tipo de formación en la cual una persona experta instruye a los demás en habilidades blandas, tales como el liderazgo, inteligencia emocional, gestión del tiempo, etc.
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Adquirir nuevas habilidades, clave de éxito
Si las empresas desean tener empleados competentes y eficaces, deben contribuir a su formación. Ahora bien, si por tu parte te preocupas también por mejorar y desarrollar al máximo las habilidades blandas y duras, tu bienestar personal lo notará. Gracias a estas herramientas, te sentirás más autoeficaz, además de que tu autoimagen y autoestima se reforzarán.
Al fin y al cabo, pocas cosas resultan más enriquecedoras que aprender nuevas estrategias y competencias para lograr metas más sofisticadas. La formación continua y la curiosidad por crecer como profesional y ser humano deben ser siempre tus mejores aliados para el éxito.
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