¿Influyen las situaciones psicosociales en el desarrollo de las enfermedades?

¿Influyen las situaciones psicosociales en el desarrollo de las enfermedades?
Fátima Servián Franco

Escrito y verificado por la psicóloga Fátima Servián Franco.

Última actualización: 10 septiembre, 2019

En la actualidad hay una nueva corriente de pensamiento en salud que pone de relieve la influencia que tiene sobre nosotros el entorno social en el que vivimos (factores psicosociales). Esta corriente piensa que el papel que juegan las personas y el medio que nos rodea es mucho más importante que el que la psicología le había concedido hasta ahora. Además, este papel parece especialmente relevante cuando hablamos de enfermedades mentales.

El impacto de los factores socioculturales está relacionado con el inicio de la enfermedad, el tratamiento y el pronóstico. Las variables psicosociales que más influyen en la posibilidad de desarrollar distintas enfermedades son: los problemas económicos, la presión laboral, la ruptura sentimental y la muerte de un familiar.

La valoración de las circunstancias psicosociales  y las estrategias de afrontamiento juegan un papel fundamental en el inicio y en el desarrollo de las enfermedades mentales y físicas. El proceso de valoración se basa en que las personas estamos constantemente evaluando nuestra relación con el entorno.

La valoración de un determinado evento influirá en las emociones y en el afrontamiento subsecuente. Las estrategias de afrontamiento hacen referencia a los esfuerzos, mediante conducta manifiesta o interna, para hacer frente a las demandas internas y ambientales.

No necesitamos un nuevo camino, necesitamos una nueva forma de caminar

El papel de la personalidad en la propensión a enfermar

La personalidad engloba el conjunto de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una persona, con una cierta persistencia y estabilidad a lo largo de la vida. De modo que las manifestaciones de esas conductas en las diferentes situaciones pueden predecir el comportamiento.

Dos de los componentes principales de la personalidad son la extraversión y la introversión. Ninguna persona es completamente introvertida, ni absolutamente extravertida. Dependiendo de la situación será más apropiado un comportamiento introvertido o extrovertido.

Amigas unidas por un abrazo

Autores, como Eysenck, concluyeron que las personalidades extrovertidas que se enfrentan a la enfermedad tienen una evolución más positiva que las personas introvertidas, debido a sus estrategias de afrontamiento. El  estrés producido por la valoración de la enfermedad explica en gran medida el desarrollo de trastornos clínicos.

En una investigación con 122 hombres que habían padecido un ataque cardíaco, se evaluó el grado de optimismo y pesimismo. Ocho años más tarde, de los 25 hombres más pesimistas, 21 habían muerto y de los 25 más optimistas sólo 6 fallecieron. Esto muestra que la valoración de los hechos y las características personales pueden pronosticar el curso y desarrollo de la enfermedad.

Si hay algo que falta en la actual sociedad, es la personalidad

Influencia de los factores psicosociales en la salud

La Teoría de la Acción Social subraya el importante papel que los patrones sociales tienen sobre los procesos cognitivos, especialmente en los pensamientos. Las personas pensamos que hacemos un uso individual de la información que recibimos, pero en gran medida estamos influenciados por las creencias sociales y normativas.

Chica con paraguas

Diversos estudios han demostrado que una valoración inadecuada de las variables psicosociales predisponen a estados ansiosos, facilitando así el rol de enfermo y cambios en el sistema inmune. También influyen en  la aparición de conductas no saludables como el tabaquismo y el alcoholismo, convirtiéndose en causas indirecta de padecer cáncer y otras enfermedades.

No es casualidad que cada vez más se incluyan en las intervenciones psicológicas terapias dirigidas a mejorar la valoración y el afrontamiento de los factores de riesgo psicosociales. Estas terapias se orientan al cambio de los sistemas de afrontamiento  y a la reducción del excesivo estrés social, optimizando el descanso e incrementando el apoyo social, familiar y comunitario.

En definitiva,  es incuestionable la influencia psicosocial en la aparición y desarrollo de los trastornos psicológicos y las enfermedades físicas. La forma de valorar y afrontar los eventos psicosociales estresantes, determinan en parte la  probabilidad de enfermar y la evolución positiva o negativa de la enfermedad.

Vivimos en una sociedad que nos enferma, pero nos faltan habilidades para liberarnos de ella


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