Inteligencia adaptativa, ¿en qué consiste?

Como decía Stephen Hawking, la auténtica inteligencia es aquella que sabe adaptarse a los cambios. Este es el enfoque psicológico que más necesitamos en estos momentos. Te enseñamos las claves para desarrollarlo.
Inteligencia adaptativa, ¿en qué consiste?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 09 septiembre, 2020

El efecto Flynn recoge el hecho de que el cociente intelectual medio parece ir subiendo en la población año tras año. Desde 1938 hasta el 2008, los estudios más optimistas hablan de un incremento de 30 puntos. Ahora bien, en la última década este índice no solo se ha estancado, sino que está retrocediendo. Es más, algo que nos señalan los expertos es que estamos perdiendo lo que se define como “inteligencia adaptativa”.

Saber que nuestros recursos intelectuales han disminuido en los últimos tiempos inquieta y nos hace pensar. Tal vez, el hecho de que nos estemos apoyando en exceso en las nuevas tecnologías está haciendo que se oxiden habilidades, tales como la resolución de problemas, pensar de manera creativa, memorizar e incluso orientarnos en una ciudad sin ayuda de un GPS…

No obstante, figuras como Robert J. Sternberg, profesor de la Universidad de Yale y una de las máximas referencias en la comprensión y estudio de la inteligencia (a él le debemos, por ejemplo, la teoría triárquica), van un poco más allá. Estamos perdiendo una competencia clave en el momento actual: la capacidad de reaccionar ante los cambios y de adaptarnos a ellos desarrollando nuevas estrategias.

Chica en una roca sobre el mar pensando en activar la inteligencia adaptativa

Inteligencia adaptativa: qué es y cómo desarrollarla

A lo largo de las décadas, la concepción sobre qué es la inteligencia y cómo se expresa en las personas no solo ha variado, sino que además se le han añadido nuevos enfoques. En este sentido, la aproximación más difundida para describir la inteligencia es la del cociente intelectual.

Más tarde, llegó la polémica y criticada visión de las inteligencias múltiples y hasta disponemos, cómo no, de esa otra perspectiva que nos recuerda que la inteligencia emocional o la comprensión de las emociones también es decisiva. Entonces, ¿con qué nos quedamos? Muchos dirían que todas esas perspectivas pueden ser válidas.

La inteligencia se expresa al fin y al cabo de muchas maneras: creatividad, capacidad de resolución, flexibilidad, habilidad para entender al otro y reaccionar en consecuencia…

Ahora bien, hay un hecho interesante que el propio Robert J. Sternberg explica en sus trabajos. Así, en un artículo titulado Tierra a los humanos: ¡adelante o lárgate!  Inteligencia adaptativa en la era de las catástrofes inducidas por el hombre nos habla de una serie de aspectos que deberíamos tener muy presentes. Tal vez, haya llegado el momento de reformular este concepto e introducir uno de mayor utilidad: la inteligencia adaptativa.

Generaciones más preparadas, pero con un cociente intelectual más bajo

Lo señalábamos al inicio. El efecto Flynn se estancó a partir del 2008; es decir, a partir de ese año, en lugar de que el cociente intelectual siguiera ascendiendo de generación en generación, ha sucedido todo lo contrario. ¿Hemos perdido inteligencia? No del todo. El doctor Robert J. Sternberg nos indica que tal vez nos hayamos centrado en enseñar competencias poco útiles para las necesidades actuales.

Dicho de otro modo, los problemas del aquí y ahora demandan un tipo de actuaciones para las cuales no nos han educado. Tal vez, dominar las fracciones, las ecuaciones, saber qué ríos pasan por Europa o cómo se llamaba el rey que conquistó Francia en 1415 no nos permita, por ejemplo, solucionar el problema del cambio climático.

Sternberg señala que ya no podemos medir la inteligencia con los test de siempre o reducirla al clásico CI. Tenemos generaciones increíblemente instruidas en conocimientos y competencias poco válidas para las necesidades más urgentes. Esa es la realidad. La única perspectiva útil ahora mismo es la que queda integrada en un concepto que en realidad no es nuevo: la inteligencia adaptativa.

¿Qué es la inteligencia adaptativa?

Lo dijo Albert Einstein en su día y lo replicó Stephen Hawking: la única noción válida de inteligencia es aquella en la que está presente la capacidad de adaptación al medio ambiente. Es decir, la persona inteligente es aquella capaz de adaptarse a los cambios del entorno (por difíciles que sean) de manera innovadora. Es ser consciente de los desafíos que nos envuelven para comprenderlos y responder ante ellos con éxito y originalidad.

La inteligencia adaptativa integra por tanto todos esos procesos, conocimientos, habilidades y aptitudes destinadas no solo a afrontar los cambios, sino también a obtener provecho de ellos para poder avanzar con éxito. Todo un reto, es cierto.

Bombillas juntas representando la inteligencia adaptativa

¿Cómo podemos desarrollar la inteligencia adaptativa?

Para asentar las bases de la inteligencia adaptativa deberíamos hacer un «borrón y cuenta nueva» respecto a muchos aspectos. Algo así implica toda una reformulación de muchas de las cosas que damos por sentadas. Implica, también activar una apertura mental capaz de trabajar la autocrítica y de ser conscientes de las necesidades, retos y dinámicas de nuestro contexto actual.

Conozcamos por tanto qué claves deberíamos considerar para activar este tipo de inteligencia.

Deja de usar el pasado como punto de referencia

Todos tenemos una historia detrás. Sin embargo, más allá de quien seas, de tus estudios y experiencias debes entender que el pasado, lo que ocurrió ayer, ya no puede ser usado como punto de referencia. Lo que sucede ahora es completamente diferente. Muchas de las cosas en las que nos basábamos antes no sirven y ya no tienen validez.

Es momento de construir el futuro y para ello, hay que innovar, arriesgar, crear habilidades nuevas.

Fuera expectativas, acepta la incertidumbre

El pensamiento lineal y las expectativas ya no sirven. El “voy a hacer esto porque sé que sucederá lo otro y poder solucionar aquello” ya no nos funciona. No podemos dar las cosas por sentado porque el factor incertidumbre tiene más peso que nunca.

Ha llegado el momento de dejar a un lado viejos esquemas y entender que las cosas han cambiado y hay que adaptarse a ellas. Pero eso sí, la adaptación no es renuncia, es entender lo que tenemos por delante para poder transformarlo.

Emoción, inteligencia e intuición

Robert J. Sternberg nos invita a reflexionar sobre un hecho importante. La inteligencia adaptativa va a tener que convivir con la inteligencia artificial. La tecnología ocupará un lugar decisivo en nuestras vidas y para ello es necesario también tener una ventaja sobre ella.

Hay que adaptarse a ese nuevo futuro en el que la información fluirá de manera constante y muchos procesos se automatizarán gracias a máquinas capaces de tomar decisiones. Ahora bien, las personas siempre tendremos una ventaja frente a ellas: las emociones, la intuición y el valioso juicio humano siempre tendrá mayor relevancia.

Esa es nuestra mejor arma, saber combinar nuestra inteligencia con esas esferas nos situará siempre y en cualquier momento en una posición privilegiada. Por tanto, es momento de considerar todos estos aspectos. Es momento de poner el foco de atención en la habilidad de adaptación para poder transformarnos.


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  • Sternberg, R. J. (2019).  A theory of adaptive intelligence and its relation to general intelligence.  Journal of Intelligence, https://doi.org/10.3390/jintelligence7040023
  • Sternberg, R. J. (in press-a).  Adaptive intelligence.  New York: Cambridge University Press.
  • Sternberg, R. J. (in press-b).  Earth to humans: Get with it or get out! Adaptive intelligence in the age of human-induced catastrophes.  In A. Kostic & D. Chadee (Eds.), Current research in positive psychology.  Cham, Switzerland: Palgrave-Macmillan.

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