Inteligencia emocional para gestionar el estrés, ¿cómo puede ayudarte?

El estrés que se cronifica y dura meses o años puede poner en riesgo nuestra salud. Frente a él, ¿qué podemos hacer? La Inteligencia Emocional acude a nuestro rescate.
Inteligencia emocional para gestionar el estrés, ¿cómo puede ayudarte?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 16 agosto, 2021

La inteligencia emocional para gestionar el estrés es un recurso útil, necesario y saludable. En una realidad inmediata cada vez más demandante, compleja y marcada por las incertidumbre, siempre es bueno tener ese «as en la manga» en lo que a recursos psicológicos se refiere. Son sencillos de aplicar y, si uno se habitúa a sacarles partido, la vida adquiere otro rumbo.

Señalaba Eduard Punset que el cerebro suele encargarse de que nuestra concepción del mundo sea fiable y confiada. Si esto no fuera así, el estrés acabaría con nosotros. Es una gran verdad. Para sentirnos bien, necesitamos percibir que tenemos cierto control sobre nuestro entorno y que, a pesar de existir alguna presión o problema puntual, podemos manejarlo.

El problema llega cuando nuestra mente toma conciencia de que el problema o los problemas que tenemos que afrontar igualan o superan a aquellos que podemos afrontar con los recursos que disponemos. En ese instante, desaparece la calma de nuestro cerebro y aparece la sensación de amenaza, la presión en el pecho, el «hoy no llego», «debería hacer aquello» y el «todo esto me supera y ya no sé qué hacer».

En este escenario siempre es interesante recurrir a la Inteligencia Emocional. Veamos cómo.

Siempre que nos sentimos estresados, nuestro cerebro está bombeando hormonas como el cortisol. Si esto se mantienen durante meses y años, esas hormonas pueden arruinar nuestra salud y convertirnos en un eterno manojo de nervios.

-Daniel Goleman-

Hombre llorando sentado en el suelo pensando en la Inteligencia emocional para gestionar el estrés

5 claves de la inteligencia emocional para gestionar el estrés

La Inteligencia Emocional se define como un conjunto de habilidades que nos permite identificar, comprender y manejar mejor las emociones. Parece simple. La definición es sencilla de entender, pero la práctica entraña más de una dificultad. De hecho, esta competencia sigue siendo para muchos esa eterna asignatura pendiente.

Ser emocionalmente inteligentes no nos hace más exitosos ni más felices. Lo que logra este enfoque es asentar unas bases con las cuales, regular mejor nuestro comportamiento y poder incluso, mejorar nuestras relaciones con los demás. Así, y en lo que se refiere al estrés, cabe decir que estamos ante una herramienta de gran potencial para mejorar nuestro bienestar psicológico.

Trabajos de investigación, como los realizados en las universidades de Worcester y Manchester, en Reino Unido, nos indican que resulta efectivo usar la inteligencia emocional para gestionar el estrés agudo. Es decir, sería útil en esos casos en que aún no hemos llegado a cronificar este estado. Estamos ante un recurso que nos permite prevenir estados de mayor desgaste mental.

Veamos ahora algunas claves que nos pueden ayudar.

1. Autoconciencia emocional, ¿qué siento aquí y ahora?

La autoconciencia emocional es la capacidad de tomar contacto con nuestros estados psicofisiológicos. Es identificar la angustia, el enfado, el miedo, la tristeza, la decepción… Muchas veces funcionamos con “el piloto automático”, sin tener en cuenta lo que sucede en nuestro interior. Esto hace que nos sobrepasen las demandas y que lleguemos a situaciones límite.

Para ello, es bueno que nos hagamos las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo me siento aquí y ahora?
  • ¿Qué pasa en mi cuerpo y en mi mente cuando el estrés me domina?
  • ¿Cuáles son los desencadenantes que hacen que me sienta así?
  • ¿Qué podría hacer ahora mismo para sentirme mejor?
  • Además… ¿qué podría hacer a largo plazo para que esto no se repitiera?

2. Autorregulación: las emociones son mis aliadas

La autorregulación es el pilar básico de la inteligencia emocional para gestionar el estrés. Nos permite situar las emociones a nuestro servicio y no en nuestra contra. Dicha competencia requiere tiempo en su dominio, pero cuanto antes nos pongamos a practicarla mejor. Estas serían las claves:

  • Reconsideración emocional: ¿cómo interpreto cada cosa que me ocurre? ¿La intensifico demasiado? ¿Cómo puedo reinterpretarla para que esa emoción sea más funcional y menos perturbadora?
  • Debo analizar también mis pensamientos: ¿soy quizá, demasiado exigente y perfeccionista?
  • Es necesario además, que detecte en mi mente todos esos pensamientos que empiezan con “debo qué y tengo qué”. Ejercen sobre mí una presión en ocasiones innecesaria.
  • Asimismo, es recomendable que aprenda a diferenciar lo probable de lo improbable. ¿Me estoy preocupando quizá de aspectos que en realidad no van a pasar nunca?

3. Motivación, el deseo por generar cambios que me beneficien

Si queremos regular y manejar el estrés con efectividad es necesario que implantemos cambios en nuestras rutinas. Tener tiempo de ocio y descanso es prioritario. Poder tener un espacio propio en el que desarrollar nuestras aficiones es esencial. Como también lo es situar en el horizonte metas motivadoras.

A veces el estrés actúa como una jaula que nos impide ver más allá de nuestras presiones y obligaciones. Alzar la mirada y trazar nuevas metas ilusionantes mejora al instante nuestro estado de ánimo y nos ofrece perspectiva.

4. Autoempatía, un abrazo interno cargado de compasión

En el desarrollo de la Inteligencia emocional para gestionar el estrés no puede faltar la autoempatía. ¿En qué consiste este recurso? En algo muy sencillo, básico y saludable. Autoempatía es conectar con nosotros mismos para tratarnos con compasión y darnos lo que necesitamos. Ese esfuerzo emocional cargado de amabilidad y afecto hacia uno mismo promueve de manera directa nuestro bienestar.

Hombre feliz por haber aprendido técnicas de la Inteligencia emocional para gestionar el estrés

5. Habilidades sociales, un pilar de la Inteligencia emocional para gestionar el estrés

Las habilidades sociales conjugan de manera eficaz con la inteligencia emocional para gestionar el estrés. ¿De qué manera? De las siguientes formas:

  • Te permite ser más asertivo para comunicarte de manera adecuada y expresar tus necesidades.
  • Aprendes a disculparte, a convencer a los demás, a pedir ayuda, logras poner límites de manera más efectiva…
  • Las habilidades sociales son esenciales para negociar mejor y manejar los problemas interpersonales con eficacia.
  • Te ayudan a saber responder ante opiniones amenazantes o contradictorias, saber actuar ante las presiones del grupo, etc.

Para concluir, aunque bien es cierto que desarrollar estas competencias lleva tiempo, el proceso siempre es enriquecedor y puede dar un giro de 180º a nuestra vida. ¿Por qué no intentarlo?


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  • Lea RG, Davis SK, Mahoney B, Qualter P. Does Emotional Intelligence Buffer the Effects of Acute Stress? A Systematic Review. Front Psychol. 2019 Apr 17;10:810. doi: 10.3389/fpsyg.2019.00810. PMID: 31057453; PMCID: PMC6478766.
  • Yamani, N., Shahabi, M., & Haghani, F. (2014). The relationship between emotional intelligence and job stress in the faculty of medicine in Isfahan University of Medical Sciences. Journal of advances in medical education & professionalism2(1), 20–26.

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