¿Internet cambia nuestro cerebro?
En 1995, Internet empezó a entrar en nuestros hogares para, de alguna forma, terminar conquistándonos. Tanto es así que hoy en día la red es quizás el terreno de juego, trabajo, contacto u ocio más popular.
Nos ha proporcionado multitud de herramientas y de información, cambiando nuestra forma de trabajar, de relacionarnos, de comprar e incluso, generando impactos en nuestros procesos mentales como la atención y la memoria.
En este artículo, haremos un recorrido por algunas de las investigaciones científicas que tuvieron como propósito comprender mejor el modo en que la actividad en línea influye en algunos de nuestros procesos psicológicos básicos. Continúa leyendo para conocer más.
Diferentes miradas sobre los efectos de Internet
De primeras, es posible que muchos piensen que el impacto de Internet en nuestras funciones cognitivas es estrictamente negativo. En este sentido, en 2011, el reconocido escritor Nicholas Carr publicó un artículo en el que indicaba que nuestra capacidad de concentración y de pensamiento crítico estaba empeorando.
Esto llamó la atención de otros investigadores, quienes invirtieron en realizar más estudios al respecto. En neurociencia, se enfocaron en estudiar cómo internet, puede afectar a nuestras capacidades cognitivas y, por ende, a nuestras habilidades, rendimiento académico y emociones.
Así, surgieron otros puntos de vista que sostienen que esta herramienta podría aumentar nuestra agilidad mental y facilitar un aprendizaje más veloz.
¿Cómo cambian nuestras funciones cognitivas con Internet?: hallazgos científicos
Gary Small y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio sobre cómo el cerebro responde ante la tarea de buscar una determinada información en la red empleando un buscador común. Durante la actividad, el cerebro de los que tenían experiencia previa se activaba más en algunas regiones (frontales, hipocampo y cingulado anterior), en comparación con la lectura en texto tradicional.
Así, parece que la experiencia en búsquedas por internet cambia la respuesta cerebral de las áreas relacionadas con la toma de decisiones y el razonamiento.
Por otro lado, una investigación publicada en World Psychiatry ha concentrado gran parte de las evidencias sobre la influencia de Internet en nuestras funciones cognitivas como la atención y la memoria. Aun así, destaca la importancia de seguir investigando al respecto.
A continuación, presentamos algunas de las alteraciones que la red informática parece provocar en ciertas funciones cognitivas.
Atención
Un estudio difundido en Dialogues in Clinical Neuroscience señala que el uso excesivo de tecnología digital tiene un impacto negativo en nuestra capacidad de atención, reduciéndose de forma significativa. Según los investigadores, este efecto se relaciona con la práctica del multitasking , donde alternamos entre diversas actividades digitales de manera constante.
Por otro lado, el hecho de pasar gran parte del día revisando nuestro dispositivo en busca de nueva información entrante, también tiene repercusiones. Esta conducta se ha convertido en hábito debido a su capacidad para estimular nuestro sistema de recompensa, liberando dopamina en el cerebro cada vez que obtenemos una nueva notificación.
Así, la búsqueda constante de recompensas digitales hace que nos resulte cada vez más difícil encontrar satisfacción por fuera de la esfera virtual, afectando también nuestra atención.
Memoria
En International journal of environmental research and public health, se publicó una investigación que explica que la actividad en línea parece influir en nuestra memoria y en cómo nos relacionamos con las demás personas, ya sea en la vida real o digital.
Tal como plantea una investigación llevada a cabo en la Universidad de Cambridge la tecnología está afectando nuestra capacidad para guardar recuerdos a largo plazo, aumentando la transitoriedad de la información. Es decir, que se vuelve más fugaz.
Señala además, que, por un lado, las actividades multitarea podrían incrementar la probabilidad de cometer errores distraídos. Pero, por otro lado, la tecnología también puede ayudarnos a recordar cosas y así evitar errores. Como vemos, la relación es bastante compleja y presenta distintos aspectos a considerar.
Plasticidad
La capacidad del cerebro para adaptarse a Internet no es más que un signo de salud cerebral. De hecho, cualquier aprendizaje conlleva cambios en redes neuronales y en estructuras cerebrales.
Esta flexibilidad cerebral a menudo nos permite hacer las cosas de manera más eficiente, como optimizar recursos o gastar menos energía para una tarea.
No obstante, existen distintas miradas al respecto. Una investigación publicada en Transcult Psychiatry destaca cómo el término neuroplasticidad ha funcionado como una poderosa metáfora en argumentos a favor o en contra de la cultura de los medios digitales.
Consecuencias del Internet en las funciones cognitivas, una investigación en curso
En la actualidad, se siguen llevando a cabo diversos estudios que pretenden arrojar luz sobre cómo la creciente e innegable presencia de internet, en nuestras vidas, está moldeando nuestras capacidades mentales.
Entonces, a medida que exploramos los efectos en la atención, la memoria y otros procesos cognitivos, surge la necesidad de seguir investigando para comprender mejor cómo esta herramienta omnipresente, está influenciando nuestra forma de pensar y procesar la información.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Carr, N. (2011). ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Superficiales Madrid Santillana Ediciones Generales SL. https://books.google.com.co/books/about/Superficiales.html?id=0bLKmaXgdxMC&redir_esc=y
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